"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 15 de junio de 2014

Imaginario, 97.




Una jauría de perros domésticos, cuyos amos mostraban una actitud de salvajismo sumamente peligrosa, abandonaba sus collares y venían conmigo, entregados, mientras a lo lejos los innobles laceros lamentaban la defección de los justos.



2 comentarios:

  1. Los innobles son adictos a la afección, a la adhesión inquebrantable, al trance de la lealtad, a la alianza y al reclutamiento, a permanecer atados con los collares de siempre.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Pero que no quieran atarnos a los demás...si tanto les gusta ser de sus amos.

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