"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 28 de mayo de 2014

Imaginario, 60.




Era el juego de la guerra, y uno de mis amigos se moría como si recibiera un golpe seco con un mandoble, otro a causa de un disparo certero de rifle, otro por una flecha cartaginesa. Yo elegía, ignoro por qué, la metralla de una bomba arrojada en un raid enemigo y me dejaba caer lentamente. Gemma acudía a prestarnos los primeros auxilios sin saber por quién empezar. Entonces yo dejaba escapar un ay, en un gesto de dolor inacabable, extendiendo una mano hacia ella. Gemma dejaba de lado a los otros, que se hacían los muertos tan bien que no despertaban.



8 comentarios:

  1. Es muy importante el lenguaje gestual.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Y tanto o más muchas veces que el meramente oral. Salve.

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  2. colijo que eso sucedió, me da espina que sí
    pues se me antoja tan, pero tan real
    que lo vivo

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    1. Puede que más de una vez y en diferentes dimensiones y tiempos. Salud, Omar.

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  3. Estoy releyendo "La filosofía della expresione" de Giorgio Colli, en que desgrana entre otras la explicación del eterno retorno nietzscheano, y su símbolo eterno, el ouroboros, a través del juego violento y violencia lúdica que son esas series expresivas convergentes y divergentes de la floración eterna del mundo, el flujo y reflujo representativo de la ilusión del mundo hacia los diversos puntos de contacto con la inmediatez irrepresentable, la compacidad inconcebible de la cara oculta y única del mundo.
    En la librería me regalan preciosos marcapáginas de homenaje entre otras a Gulliver, El Diccionario del diablo... y la Odisea de Homero, el regreso fantástico a casa que es la vida.
    Decido ver una película y acabo viendo El ladrón de Orquídeas de los gemelos Kaufman: en sí misma un genial Ouroboros y profundo símbolo de la creación inacabable de la existencia humana en que todos los personajes son finalmente el mismo, incluso en la convergencia secreta de sus solo aparentemente diversas historias -incluido el aparente desdoble especular de gemelos aparentemente contrapuestos pero de cuya fusión emerge la genial y profunda historia única que son ellos mismos.
    Me viene a la mente, por cierto, el mecanismo de la película The Cube, ese largo trayecto de desafíos angustiosos y reguero de víctimas para alcanzar la verdad de que hubieran llegado al mismo sitio habiendo permanecido quietos dejando que la maquinaria transcurriese sola... pero solo lo llegan a saber gracias precisamente al trayecto mezcla de juego y violencia mortal, enigma y guerra por la supervivencia.
    En fin. Maravillado, y lentamente de regreso emocionado a casa, extraño amigo.
    A buen entendedor...

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    1. Datos eruditos que me apunto para indagar, sean de soporte libro, de soporte film...vamos, soportables. Gracias por las sugerencias confesables.

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