Robert Walser y su Jakob von Gunten, en la antítesis del trepador social
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LA FUGA
Fuga del sonriente de Goya
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TÚ, LA EVANESCENTE
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Tal vez ponía en tus manos su resurrección.
ResponderEliminarSu ateísmo no se lo hubiera permitido, pero la ilusión vana e imaginativa...¿por qué no?
EliminarOh, no. Nada que ver con la fenomenología religiosa. Yo me refería a la auténtica resurrección.
Eliminar¿Hay una auténtica? Mira que yo dudo de todo...
Eliminar