"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 17 de mayo de 2014

Imaginario, 42.




Una mujer vestida con un chiton ceñido está pintando una cabeza de porcelana de amarillo y azul.  Al verme me llama: acércate y ata mi cíngulo. Cuando me dispongo a ello compruebo que su cuerpo no tiene calor, que las facciones de la cara se han paralizado y que las manos sostienen sin energía la negra testa de un toro.




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