"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 15 de febrero de 2014

Obscura memoria, 2.




















Las alertas permanecen despierto o dormido. Y basta una ensoñación agitada o un pensamiento fugaz rebelde o un recuerdo que se cuestiona con cierta obsesión para que pongan al hombre en marcha. Entonces, aquel ser que parecía rígido se vuelve vertical y toma con sus pasos el suelo. Solar donde se extrae la materia. Horno donde se funde su mineral. Crisol donde la consistencia le transformará en válido. No cabe tanto esperar un resultado final perfecto como un proceso consistente que le vaya dotando de significados. Si la materia ha sido de gran pureza, su resistencia será superior. Si el moldeado le ha concedido un grado elevado de coherencia, su solidez le hará duradero. Si el afinamiento último ha sido expresivo, tocará la comprensión. Necesita contrastar el calor de su propia formación con la frialdad a que se verá sometido en su caminar. Ser erguido es un don y en su esfuerzo lo va aprendiendo. Alcanzará los objetos, pero deberá darles carácter. Desarrollará su técnica, pero se irá cuestionando sobre los límites. Los pasos del hombre erguido finalizan en cada fracaso. Su eternidad reside en la ilusión. Más allá, deberá aprender de nuevo, aunque a su vez tenga que dejar de ser. No hay utilidad de sus movimientos si no acierta a definir sus objetivos. La posibilidad de avanzar ilimitadamente puede desembocar en la quiebra. Su aptitud debe reclamar otras dimensiones. Deberá preguntarse constantemente para qué. 




(Fotografía de Toni Catany)


2 comentarios:

  1. El erectus tambaleándose en su siempre insatisfactorio para qué, sin el cual sabe que volvería a gatear entre las inmarcesibles representaciones míticas, oníricas. Releyendo el otro día las reflexiones de Aldous Huxley al respecto, tanto sobre mescalina como las capacidades oníricas mismas -porque como describía Escohotado de tales puertas de la percepción, es como entrar despierto en un sueño, el territorio eterno de los mitos- me acorde de esta saga. Cada vez la escribes con más prescisión quirúrgica.
    Y la música barroca fue la primera en mi vida que me arrancó de mí, con 11 o 12 años, me hizo respirar más allá de mí mismo como el vino al poeta Khayam. Qué voz, y qué piezas: referencias extramusicales al margen, muy buena adquisición para la página. Abrazos

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    1. Uno va descubriendo poco a poco intérpretes y unas voces nuevas permiten nuevas lecturas (audiciones) de las composiciones y conocer éstas llevan a comprender visiones del mundo que no sabíamos...en fin, una cadena, Zenon. El erectus y sus derivados neandertalenes, antecessores, cromañones, sapiens más o menos, etc. tienen que dar otro salto si quieren sobrevivir. Aunque siempre habrá otras vidas y otra especie que continúe a esta, y eso qué importa al presente, lo obvio es el dolor y la no irresolución de los problemas actuales. Pero tiene una espada de Damocles encima que es la in-capacidad del sistema estructural, su sacrosanta economía admitida generalizadamente, que ya no da más de sí SIN DOLOR, y probablemente MUERTE.

      Bella siempre la música barroca para descubrir el alma...

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