No me ha dado por el fútbol ahora. Ni me ata especial afecto por motivos de cuna o de pesebre a ese equipo. Pero me dejo emocionar por su actitud de plante contra sus dueños. Veo la foto de los jugadores abrazados al comienzo de un partido que no comenzó y me conmuevo. La rebelión de los humildes, que en este caso son además unos pringaos, pues llevan varios meses sin cobrar, es parte de la cólera social del país. Como en todo, en el fútbol abunda la corrupción, el negocio desmesurado de los ricos que enfanga el deporte (si de esto queda algo) y un tratamiento especial para los equipos de élite. También hay dos Españas en la industria deportiva, y se ahonda la división en clases sociales a todos los niveles. El pan y circo sigue siéndolo, pero hasta los gladiadores modestos, sus reservas, sus sparrings y los cuidadores de los leones pueden demostrar en un momento límite que están llenos de humanidad. Los del Racing ayer escribieron esta palabra, que parecía haber perdido tono, con mayúscula.
El que quiera enterarse puede leer en las noticias de prensa.
(Foto tomada de El País)
Tengo gran curiosidad. Esta tambien es una manera de escribir historia.
ResponderEliminarPor supuesto. Y además de aportar algo a su transformación.
Eliminarun digno gesto,
ResponderEliminarsaludos
Ya lo creo que lo es, aunque la autoridad deportiva institucional ya ha corrido a sancionar al equipo. Vergüenza. La verdad duele a los que mienten en este país.
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