"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 31 de diciembre de 2011

treinta y uno de diciembre


abrir bien los ojos y observar; mantener la agilidad y la capacidad de reacción; escuchar el rumor; no dejarse seducir por lo primero que te ofrezcan; distinguir y comprobar; roer la cáscara, no obstante sea amarga; ir al corazón de lo nutriente; mantenerse siempre en guardia; refugiarse donde no te hagan cautivo; conservar la calma y ser paciente...¿te parece bien cómo empiezo mi lista de proposiciones propias de la fecha?, me dice con un brillo sospechoso en su mirada; me parece, le digo mientras vacío la segunda de brut




8 comentarios:

  1. Leo el título y pienso: "Zum, zum,zum". Las propuestas .... inteligentes. Luego escucho la musiquita y me pongo a bailar. Bs. y mejor año que el anterior, al menos por dentro.

    ResponderEliminar
  2. Mujer, Emejota. Eso del zumzumzum era para el veinticuatro de diciembre, según la canción. Para esta noche pasada la onomatopeya de los petardos era otra.

    ¿Las propuetas? Mejor una lista cortita, que cada cual la aumente.

    Y la música es de vida cotidiana, cada vez tiene uno menos ganas de celebraciones, y menos en esta Era Rajoy que se anuncia amorosa como pocas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Yo propongo una sentada bajo la luna llena aullando como lobos,una orgía descomunal entre la noche y el alma.
    Romper los moldes de esa cordura insana convirtiéndola en locura sensata.
    En fin,salirse de madre para entrar en uno mismo sin que ningún mandatario
    nos pise la cabeza, mejor dicho, el cerebro.
    Y es que yo soy muy bruta con la ternura.

    En fin, que sea lo que uno quiera.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Gene. Una propuesta entusiasta dotada de un contenido simbólico fascinante. Convertirnos ¿todos? en una inmensa manada. Pero sacarían a sus perros y sus artificios para acabar no solo con el grito sino con quienes alzaran la cabeza para emitirlo.

    Habrá que ver lo que da de sí la biología social ante los ataques que tratan de convertirnos en más serviles.

    Lo de la brutalidad de la ternura es un elemento sobre el que reflexionar.

    Que sea lo que uno y lo que muchos quieran; aunque solo cuenten ciertos datos (de opinión, electorales o no) para justificar la barbarie en su nombre.

    ResponderEliminar
  5. No recuerdad aquello de que la unión hace la fuerza? O aquella sintonía de...no nos moveran?


    Lo malo es que nosotros, la unión inamovible,tenemos el aullido y ellos las armas.
    Me entran escalofríos cuando pienso en lo que son capaces de hacer con tal de conseguir sus objetivos,lejos de ser los que necesitamos.

    Lo de la brutalidad tiene versiones varias, pero la que uso en mis calificativos está desprovista de violencia, es una brutalidad de arpillera cubriendo la seda que hay debajo.

    Pues haber si lo de los Mayas es una leyenda o un principio,dejemos que el resto del año lo demuestre.

    Un abrazo sin arpillera.

    ResponderEliminar
  6. Ja,ja, ya te dije que había tomado una copita de anís. Bs.

    ResponderEliminar
  7. Gene. Recuerdo los viejos lemas, mezcla de mística y entusiasmo, de fe y de realización personal, de acompañamiento tribal y de búsqueda. Qué me vas a contar, pues no disfruté (y me asusté a veces) poco, pero mereció la pena.

    Ahora es otro contexto, otras generaciones, otro entramado. Creo que ahora s emuestran las cosas con más claridad, si se quiere mirar, pero también la ceguera se extiende. De eso ya hemos hablado.

    Sí, ello son capaces de todo. Quien se fíe de las apariencias, va dado. En este sistema, o tragas y te integras, o serás el enemigo a batir. No bastarán aullidos. Sino mucha más inteligencia. Mucha inteligencia y sabiduría. Pero no soy optimista a corto plazo.

    ResponderEliminar
  8. Emejota, vaya colocón, ¿no? ¿Aún te dura?

    Ah, vale, ya sos cuerda, jaj.

    ResponderEliminar