"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





jueves, 24 de diciembre de 2009

Mirar a otra parte


Esta tarde sólo me apetecía ver las nubes y los árboles. Cuando se produce tanto ruido a mi lado, busco otra dimensión. Cuando siento un desasosiego por las venas, me dirijo a otro mundo. Cuando los hombres me transmiten frialdad, palpo lo etéreo. Miro lo que no toco, pero es lo que me habla. Y los árboles y las nubes me lo permiten. Además, ellos, si escuchan algo de nuestro inframundo, no prestan la menor atención. El lenguaje que comprenden lo escribe el viento o el vapor de agua o la aparición de la luna. Yo les pedí permiso durante este atardecer temprano y se brindaron a transportarme. Me abandoné. Las ramas desnudas protegían su savia. Los nimbos, preñados de vida, pasaban veloces hacia un punto cardinal ignoto. La luna emergía lenta y segura, como si no se hubiera marchado durante todo el día. Floté en esa atmósfera donde aún existe la gravedad salvo para el sueño. Yo me alojé en un sueño. En una aspiración, en un reclamo, en una ausencia. Cuando desperté, los árboles me mecían. No me bajaré ya hasta el alba.

6 comentarios:

  1. “Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo,
    es allí donde debería estar.
    Ahora debes construir los cimientos debajo de él.”
    George Bernard Shaw

    ResponderEliminar
  2. La frase es bonita y me gusta. Con ese humor inglés y cierto espíritu tao.

    Nunca sabemos muy bien cuándo hemos construído abajo y hemos edificado en las alturas.

    Las raíces también miran al cielo, aunque se alimenten del subsuelo.

    Gracias por la cita, Aquí.

    ResponderEliminar
  3. No soy muy de citas.
    Desconocemos - la mayoría de las veces - el contexto y la idea al escribirlas.

    La puse para poder hacer la siguiente pregunta

    Es importante saberlo?

    ResponderEliminar
  4. Disculpa, Aquí, no entiendo bien lo de que pusiste la cita para hacer la pregunta.

    ResponderEliminar
  5. Oh, perdona. Me olvidé la mitad de la pregunta. Tiene la culpa los vapores navideños...
    La pregunta era parte de tu contestación
    ¿Donde construimos?
    ¿Es importante saberlo?

    ResponderEliminar
  6. Pues mis vapores no deben ser menores, porque me he perdido un poco. De todos modos, no sé responderte. La vida tiene más de preguntas que de respuestas. Las preguntas siempre son necesidad. Las respuestas, aunque las necesitemos, nunca satisfacen. Y así como las preguntas tienen un tiempor rápido, las respuestas pueden ocupar toda la vida.

    Propseridad de lunes.

    ResponderEliminar