Mascarón insomne.
Avanzando contra las horas
de los días perdidos.
Como sagrado numen
nos salpicas de espuma
y enfilas intrépido el rumbo
irreversible.
No concedas descanso
a los vivos
ni mudes el sereno paisaje
de tu rostro
Avanzando contra las horas
de los días perdidos.
Como sagrado numen
nos salpicas de espuma
y enfilas intrépido el rumbo
irreversible.
No concedas descanso
a los vivos
ni mudes el sereno paisaje
de tu rostro
mientras envejecemos.
Mi mascarón sería el dragón
ResponderEliminarNo tanto por vikingo sino por pirata
Libre y liberador…
Naufrago de pensamientos propios y ajenos.
Ya sabe Fackel
Las arrugas son inevitables pero son experiencia
Las ojeras, en cambio, si se duerme…
Salud y buenos vientos
Sabias son tus palabaras, Kalíkrates. Lo de Libre y Librepensador me gusta, aunque ya sabes lo relativo que es...
ResponderEliminarY ten cuidado con lo de pirata, que está muy mal visto el tema últimamente. Claro que...¿quiénes son más piratas? Porque los pescadores vascos y en general multinacionales en aguas índicas ¿qué hacen? ¿O esquilmar el océano no es una de las abundantes formas de piratería? En fin...
Gracias por tus deseos de vientos de bondad.
No consigo sacudirme cierta tristeza cuando contemplo los mascarones. Hay algo de desgarradora soledad en su avance pionero. Y en tu poema.
ResponderEliminarBuen Norte!
Probablemente, Rat. El oleaje y el viento y las tempestades y el sol... agrieta mucho a los mascarones y... a los humanos.
ResponderEliminarAcaso porque se navega al igual como se nace y se muere...en soledad.
Buen rumbo, seguro que sí.
¡Otro mascarón! Esta imagen me recuerda a la imaginería. Beso.
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