viajera de corazón de pájaro negro
tuya es la soledad a medianoche
tuyos los animales sabios que pueblan tu sueño
en espera de la palabra antigua
tuyo el amor y su sonido a viento roto
(se desliza Alejandra entre las sábanas de la noche cálida, cuando respirar cuesta y el pensamiento se tuerce, cuando el eco de lo nombrado se ha fundido y las distancias se han disuelto, cuando la levedad de las estrellas lejanas son un signo en fuga, quién sabe otear las palabras en medio de la oscuridad pesada y densa, quién percibir un frescor de memorias desatadas en algún lugar de Oriente, quién humedecer su rostro con profundos aromas deseables, quién recibir la caricia de un aliento nuevo, quién mirar cara a cara al infinito, quién esperar, quién resistir, quién nacer mil veces cada día...)
(Connie Imboden desdobla un rostro para un poema de Alejandra Pizarnik)
tuya es la soledad a medianoche
tuyos los animales sabios que pueblan tu sueño
en espera de la palabra antigua
tuyo el amor y su sonido a viento roto
(se desliza Alejandra entre las sábanas de la noche cálida, cuando respirar cuesta y el pensamiento se tuerce, cuando el eco de lo nombrado se ha fundido y las distancias se han disuelto, cuando la levedad de las estrellas lejanas son un signo en fuga, quién sabe otear las palabras en medio de la oscuridad pesada y densa, quién percibir un frescor de memorias desatadas en algún lugar de Oriente, quién humedecer su rostro con profundos aromas deseables, quién recibir la caricia de un aliento nuevo, quién mirar cara a cara al infinito, quién esperar, quién resistir, quién nacer mil veces cada día...)
(Connie Imboden desdobla un rostro para un poema de Alejandra Pizarnik)
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