"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 31 de diciembre de 2025

Mi particular angelus novus

 


Los años pasan que vuelan. Quienes hemos llegado hasta la fecha vivos, que no sanos y salvos del todo ni mucho menos, cuyo guarismo está a punto de cambiar miramos atrás y contemplamos imágenes que se van devaneciendo. Hasta las más recientes ya no las recordamos con la precisión y atractivo de las que latían dentro de nosotros hace décadas. El presente tiene un interés relativo. Y para lo que vaya a venir ponemos mirada escéptica e incrédula pero no torpe. Ya no nos creemos todos los cuentos. Los hemos visto (casi) todos, ya nos lo recitó León Felipe en su día, que había visto tanto y tan duro. No es fácil saberse los cuentos. Se repiten los de siempre pero disfrazados y con nuevas caretas que pueden despistarnos. Mas si eres buen observador y mejor escuchante te das cuenta enseguida que no merece la pena oír a los voceadores ni mirar los juegos de trileros. Mi angelus novus musical también lo sabe. Mi angelus novus tiene inmediatamente detrás, en el estante, el bagaje de la historia de Genji, el de los héroes griegos, los libros proféticos de William Blake, mitos y dioses de India, el arte mágico de Breton, el complejo universo del Ramaiana, las amenas aventuras de Giacomo Casanova el veneciano, las máscaras divinas de Campbell, los haikús de Matsúo Basho...Podrían ser otros libros, pero el mensajero cayó justamente ahí. Mi angelus novus no tiene nada de talmúdico y está alejado de los sones de trompeta apocalípticos. Mi angelus novus no es estrábico ni de sexo confuso. Mi angelus novus está resabiado del pesimismo de quien dejó enterrado en Portbou. Mi angelus novus no ha llegado hasta aquí guiado por ninguna estrella monoteísta. Mi angelus novus avisa con su tañido sensible y recurrente de que olvidar el pasado nos condenará a no saber andar los siguientes pasos del camino. Mi angelus novus no quiere mutarse en exterminador. Mi angelus novus llega para consolar, acaso respaldar, mis dudas y por fortuna no me ofrece verdades inmutables. Mi angelus novus no desea ser el angelus novus sino un zagal que quisiera competir con aquellas vidas que hubo tras las korai y los kuroi. Mi angelus novus se ha plantado ahí, me desafía con la inocencia de su mirada, como si dijese: qué soy para ti. Mi angelus novus (y caigo de pronto en ello) ha sido enviado por cierta emotiva y sensual poeta de Mitilene para que yo cante sus versos al son de la siringa:


Quédate frente a mí como un amigo
y despliega tu gracia ante mis ojos



NB. Buscaros para 2026 un angelus novus que no sea destructor ni para vuestros propios cuerpos ni para la convivencia con la humanidad ni para la relación con la naturaleza física.

 

11 comentarios:

  1. El angelito tiene cara beatífica. No sé si es bueno o está en Babia. No acabo de fiarme del todo. Tal vez mi recta formación en las filas del agnosticismo me haga desconfiar, porque, como decía Rilke, "Todo ángel es terrible". Habrá que volver a leer a Alberti, a ver si entre sus àngeles encontramos alguno que nos ilumine a todos con un poco de sensatez.
    En todo caso, feliz año.

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    1. Qué lejos me quedan aquellos tiempos en que me parecía una conquista el agnosticismo; qué corto me resultaría hoy; Rilke debía estar en una onda a lo Walter Benjamin para considerar lo terrible de lo angelical; el ángel exterminador bíblico me pareció siempre el más terrible, lo sigue siendo; por eso hay que inventarse uno personal basado en la sensatez y cómo no, en el buen gusto estético. Porque hay que ver lo que se ve. Pues avanti al ritmo que el cuerpo lo permita.

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  2. Me gusta ese Ángelus Novus, que nos presentas, pero témome que el que viene, es uno de esos con la trompeta del apocalipsis, sonando desagradablemente. Somos un país sin memoria, o quizás es mejor decir poco leído, y más, sobre su propia historia, aunque nuestra vieja Europa, no se anda muy lejos. Ni siquiera nos valdría un angelito de Rubens.

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    1. Los ángeles, como todas las fantasías literarias e ideológicas, son duales, o múltiples. Recuerda que incluso el diablo, según la mitología cristiana, es un ángel caído. ¡Y dicen que era el más hermoso y el más inteligente! Tema aparte: probablemente los ángeles, en todas sus categorías y mutaciones, sean lo más representado en la historia del arte occidental de influencia cristiana. Y los hay, con otros nombres y formas, en los mitos orientales.

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  3. Y me viene a la memoria Blas de Otero y su Ángel fieramente humano.
    Salut

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    1. "Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
      Ser –y no ser– eternos, fugitivos.
      ¡Ángel con grandes alas de cadenas!"

      Del poema Hombre, de Blas de Otero.

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  4. Fáckel:
    la iconografía de los ángeles me parece fascinante. De pequeño me llamaban la atención esos angelillos que sólo tienen cabeza y alas. ¡Me preguntaba cómo podría vivir alguien con la cabeza nada más! ¡Y esos que tienen un cuerpo grande y unas alas diminutas ¿cómo se las arreglan para poder volar?! O al revés, esos que tienen una alas inmensas ¿no será un inconveniente tanto peso para volar?
    Recuerdo vagamente una novela de tu paisano Gustavo Martín Garzo (El lenguaje de las fuentes) , un episodio en que un ángel se hace humano y no se termina de adaptar a su nueva condición. Me ha venido a la cabeza.
    ¡Que tu ángelus novus te ayude a tomar las mejores decisiones!
    Lo dicho, feliz 2026!

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    1. En mis tiempos lejanos de asistencia a misas, rosarios y demás conjunciones para místicas, que no lo eran, dedicaba parte de mi tiempo de asistencia obligatoria desde la bancada a contar los querubines, serafines y demás ralea de los retablos barrocos. Innumerables hasta la extenuación. Mira, no recordaba lo que cuentas que sale en esa novela de Gustavo, hace tanto tiempo que no leo a este autor...Ay, las mejores decisiones, Diego, que nunca sabes si conviene las meditadas o las espontáneas, por aquello de que todo lo que elijas tiene su haz y su envés. Salud y un abrazo, hombre.

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  5. A mí se me aparecen los angelitos negros de Machín. Al menos estos han nacido en la tierra.
    Salud y feliz 2026

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  6. Un placer leerte, como siempre. Feliz año y ojalá que entre todos encontremos la forma de hacer de este mundo, un lugar mejor para todos. Un abrazo fuerte desde Murcia.

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  7. No quiero saber nada con los ángeles. No se puede ir por la vida sin sexo. Es todo lo que tengo que decir. Además, eso de los ángeles es más propio de gentuza como aquel subnormal con ministerio que tenía uno, de nombre Marcelo, y que le ayudaba a aparcar.

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