Es al despertar cuando la luz tiene nombre
y deja atrás los tibios destellos del insomnio.
Voy directo a ella y la nombro en cada objeto.
Aquí eres libro, digo. Ahí, taza de café. Más allá
eres mi mirada abstraída que apenas distingue el día.
Cama has sido, las estrías de las sábanas
aún portan la luminiscencia de mi cuerpo.
Este cuerpo, ay, que se resiste a entregarse
al tiempo oscuro y frío
y al que también nombro luz.
Bajo el agua que desborda mi piel
te siento luminosa caricia
y yo me engaño ingenuamente
como si tu presencia me estrenara.
De pronto he extendido la palma de mi mano
y te has posado en ella.
Es al despertar cuando tu nombre
y el nombre de todas las cosas
se hace luz.
Es al despertar cuando tu nombre
ResponderEliminary el nombre de todas las cosas
se hace luz.
Poético final para un bello poema.
Saludos.
Como la luz, a veces un poema -que es algo eminentemente subjetivo- se hace espontáneo, destella e ilumina siquiera un entorno y unas horas. Gracias por seguir. Sigamos.
Eliminar"Es al despertar cuando la luz tiene nombre".
ResponderEliminarLeo ese primer verso y ya atisbo lo prometedor del texto que le seguirá. Y así es.
Y al leer no percibo un poema con la luz como objeto de su poesía, sino que lo que percibo es ya directamente la luz. Este tu poema lo es. Luz.
Saludos de nuevo año!
Siempre persiguiéndola, aunque no siempre tenga la misma intensidad. Incluso en la noche hay un fuego oculto, que decía Claudio Rodríguez. Debe manyenerse una brasa.
EliminarComparto la opinión de Francesc.
ResponderEliminarSalut
Gracias, Miquel.
EliminarLas cosas no existen hasta que no les ponemos nombre, ¿verdad?
ResponderEliminarA veces eso parece. Al nombrarlas toman carta de naturaleza de uso al menos. O se las sublima.
EliminarQué estimulante y muy real para mi, esa luz que describes al nacer a un nuevo día, lleno de posibididades, y hasta alguna habrá que aprovecharemos. Podemos poner en nuestra mirada una lente de diamante tallado y ver esa iridiscencia a nuestro alrededor, o un cristal tintado en gris o negro, es nuestra elección y no cambiará lo que suceda ese día aunque si nuestra percepción y cómo vamos a experimentar todo lo que nos venga.
ResponderEliminarLuz y lucidez te acompañen en esta nueva jornada Fackel!!
Pues tu comment es también poesía. Pero cuántas veces el cambio de luz del día influye a su vez en nuestro estado de ánimo y visión de las cosas. Luminosa jornada a su vez para ti.
EliminarGracias por lo de poético, y ya me conoces, hace tiempo que decidí revisar el cristal por el que percibo la realidad, las posibilidades son enormes y diría que hay tantas realidades como personas, que ya es decir ji,ji.
EliminarEn un sentido, sí, pues la realidad es el todo con su generalidad y sus particularidades. Y por lo tanto, sus diferencias, y ahí es donde hay que estar atentos y buscar la concordia y la comprensión.
EliminarAté mesmo a sombra pode tornar-se luz e encantar os olhos....
ResponderEliminarE instala-se a leveza do tempo por segundos, minutos...
Beijos e abraços
Marta
El tiempo y su levedad, qué importante aunque sobrevuele y sea corto. Obrigado, Marta.
EliminarBello y profundo poema. Te felicito, Fackel
ResponderEliminarSensaciones del instinto, supongo, gracias, Luis Antonio.
EliminarLa luz se difracta alborotada al topar con nuestra atmósfera en su largo trayecto desde el Sol y lo vuelve a hacer, más alborotada aún al atravesar el cristalino de nuestros ojos. Entonces, parece explotar en mil rayos y lo llamamos resplandor. ¿Quizás pueda haber otro sol en nuestro interior? —Sin duda; el que mueve tu pluma.
ResponderEliminarLos interiores ocultan resplandores que llegan del exterior, pero también luces de otros fuegos cuyos orígenes se pasa uno toda la vida tratando de descubrir. Y en esa persecución uno se deja llevar por el instinto.
EliminarCuando amanezco antes que el sol, sé que todo es falso.
ResponderEliminarNo en vano los hombres primitivos se sentían tomados por el sol y lo adoraban.
EliminarHay gente que tiene luz dentro
ResponderEliminares buena y maravilla al mundo
Hay gente gris con envidias internas
esos se mueren primero
Pues yo he visto de todo, he visto los segundos llegar en edad más lejos que los buenos. No se sabe.
EliminarComienza el día y la rutina.
ResponderEliminarSaludos
El día, o la luz, propicia también la alternativa de la imaginación para combatir la rutina; a mí me funcionó en mis tiempos laborales y sigue en vigor para afrontar la decadencia.
EliminarEsa luz, casi abrazada en la mano, como una invocación, qué belleza de poema te inspiró.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Es que la luz debe verse reflejada también en nuestras palmas: cada cual sabe si contemplarla, volar con ella o cerrar el puño para que siga invadiéndonos la luz.
EliminarBello ejercicio poético, Fackel. Hágase la luz, pues (resplandezca).
ResponderEliminarSe hará (a pesar de la oscuridad que por parte de algunos se intenta expandir)
EliminarAquest poema comença i acaba com un cap i cua!
ResponderEliminarCasi, aunque lo parezca.
EliminarY nos inspira a reintentar ...
ResponderEliminarLuz y despertar es siempre nuevo intento, de todo.
EliminarMientras hay vida hay esperanza. Cada objeto que nos rodea es nuestro amigo: libro, manta, cama, lámpara... Todo es un milagro.
ResponderEliminarLos objetos son pasado y presente, no nos garantizan sino esa complicidad que hay que seguir alimentando y que protegen y estimulan nuestros sentidos.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarpoco más se puede añadir. La luz nos da seguridad.
Salu2.
Sí, solo que a veces es engañosa o poco duradera.
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