Cuénteme de cuando se le apareció la fachuda de la Catrina no más, compadre. Pues qué le digo, que ella vino y se puso de platicadera conmigo, así, de buenas a primeras. Dos veces he pasado por su lado y no me ha hecho caso, paisa, me dijo la muy pendeja, luciendo con aquel festín de plumas su calavera, y exhibiendo una boca reidora y fétida que tiraba para atrás. No me agradó su confianza, tratando de pichonearme mientras alargaba la mano, como buscándome una debilidad. Pues, ¿y quiubo, socio? ¿Qué le replicó usted no más a la infame? Le dije: primero no me apapache que no es mi día y estoy de chifla. Y ya más severo: le doy por cierto que tampoco le haré caso la próxima vez. Pero ella, tan aguda: ¿se da cuenta de que la próxima vez está siendo esta y no está cumpliendo con su intención? Pues aguanta vara, que te he cogido en falso. Y yo: promesa. Hagamos como que no nos hemos visto, y cada cual por su lado. Y me chispé, dejándola plantada con un palmo de narices. O mejor dicho, con ese seboso esqueleto que va exhibiendo por todos los rincones en busca de los más descuidados. No sé si la cogí desprevenida o cansada de la jornada, pero allí se quedó con su extremada prepotencia, mirando a todos los lados a ver a quién le echaba el ojo. O mejor dicho, el mal de ojo. Puede que pensara: ya te pillaré por sorpresa, coyón. Entonces recordé el dicho antiguo: al que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe. Y como no era mi caso, me dije: que busque la Catrina por otra parte que yo no tengo vocación de espíritu. Ya se ve, cuate, que la Catrina le tiene preferencia. ¿Y con quién no la tiene? Pero conmigo no acierta. La Catrina no logra ocultar su estilo nunca. Segura de sí misma, cuenta con la reacción de cada paisano. A veces solo pasa de largo, pero enseguida huele el nerviosismo del prójimo y le tienta. ¿Sabe lo que le digo? Que más vale verla venir. En ese caso, mejor alzarse.
*Imagen de la Catrina, por José Guadalupe Posada. La Catrina es un personaje creado por Posada, pero que ha derivado en el imaginario popular mexicano hacia una representación de la muerte. Decía Posada: "La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera". Habría que buscar los orígenes de la Catrina en la leyenda y el mito, a través de Mictecacihuatl, la señora de los muertos, o bien la que vigilaba los huesos de los muertos. Mictecacihuatl acabó convirtiéndose en la personificación de la muerte misma.
*Grabado de Leopoldo Méndez representando a José Guadalupe Posada en uno de los periódicos para los que trabajó.
Bien o mal vestida o sonriendo si pasa a tu lado mejor hacerse el distraído, si lo logras, un año más de vida.
ResponderEliminarOriginalmente llamada La Calavera Garbancera, creada por Posada, para los que renegaban de su propia raza, herencia y cultura. luego vino Diego Rivera en su mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" como reconocimiento a José Guadalupe Posada y fue llamada La Catrina
Saludos
En efecto, y creo que se adopta como disfraz para celebraciones por aquellas tierras calientes. La Catrina la llevamos incorporada, me temo. Todo consiste en ir sorteándola.
EliminarTambién lo de garbancera tiene su explicación y qué modelo de personajes tomó Posada, pero es un tema más amplio. Se admiten aportaciones, naturalmente.
En Aguascalientes se celebra cada año el tradicional "Festival de las Calaveras", inspirado en la obra de José Guadalupe Posada, nacido en esa ciudad y creador de la mundialmente famosa "Calavera Garbancera" la misma que posteriormente fue renombrada por Diego Rivera con el mote de "La Catrina". Guadalupe parece que no fué conocido hasta que el marido de Frida Khalo, lo subió a los altares, no tuvo que tener una vida facil, murió alcoholizado.
ResponderEliminarSaludos
Bebía tequila a mansalva, conjuraba las penas pero a la vez concitaba a la Catrina.
EliminarUn texto imposible de traducir a cualquier idioma. Qué riqueza de lenguaje. Ándele, ándele... Saludos.
ResponderEliminarDecía Vinyoli a propósito de la muerte:
Vindrà la mort
Vindrà la mort i els ulls m’arrencarà:
veuré llavors un altre firmament.
La finitud és un vaixell varat,
l’hortalissa que menjo no té cucs,
el silenci m’impregna de clarors.
La mort és purament un canvi més.
JOAN VINYOLI
Domini màgic, 1984
Puede que haya cometido alguna incorrección en el texto, seguramente, pero se admiten correcciones por parte de mexicanistas.
EliminarInteresante poema de Vinyoli, no sé si vendra en una antología suya que tengo, miraré.
Posada dice que la muerte es democracia. Lleva toda la razón. En mi parco entender lo asumía como el verdadero partido comunista.
ResponderEliminarNo hay distinción de clase.
salut
Ni democracia ni comunismo ni riqueza ni pobreza ni odio ni amor...Catrina se lo lleva todo de un plumazo.
EliminarComo la catrina anda por México y con esas carnes no creo que sepa nadar, por este lado del atlántico, tranquilos.
ResponderEliminarhe buscado los apuntes de lengua del cole y donde las contracciones solo había "al " y "del'. ya he añadido "quiubo"; para entre cuando pierda la memoria y la catrina aprenda a nadar.
Abrazoo
Un argumento excusa el tuyo sobre la Catrina y el Océano de por medio, ya te vale. El quiubo es de allende el Océano. Si se piensa bien es lo que quedará de reflexión (o no) a nuestros descendientes cuando no estemos.
EliminarCarajo!
ResponderEliminarAunque no tenga mucho que ver, de golpe recordé aquellos escritos en que dialogabas con la parca. De eso ya hace unos años. ¿Será la fragancia a muerto que flota en el ambiente?
Espero que no sea ni fragancia simbólica por las fechas ni porque ronde próxima la tristemente célebre. En una ocasión que tuve que estar presente ante un cuerpo que se corrompía el único e insoportable olor que percibí fue el de una dosis extraordinaria de formol en aquella morgue que nos sacó corriendo al viudo, a sus hijos y a mí porque nos afectaba, no solo la mujer muerta, sino los ojos y las vías respiratorias. El único que aguantó a pie de difunta (era además pleno verano) fue mi padre, que había hecho la guerra y había visto de todo. Me lo has puesto a güevo para contar en breve una experiencia de infancia.
EliminarLa espero
EliminarLo importante es cómo.
EliminarFáckel:
ResponderEliminar¡maldita Catrina, pendejona!
Salu2.
¡Maldita hija de la chingada!
EliminarUn abrazo.
¿Existirá esa dama oscura que se pasea por ahí?, a saber...
ResponderEliminarEstaba dentro de un auto con otra persona, era de madrugada, tres o cuatro, al observar por el retrovisor vi una mujer detenida en una esquina, toda de negro, sin moverse, lo hablé con mi acompañante, estábamos fuera de un hospital esperando las siete, al darse vuelta y verla dijo que le dio miedo, a mí me intrigó que estuviera parada en esa soledad y frío, a las siete que pudimos entrar al hospital murió su madre, la tuvieron detenida en una pequeñísima habitación porque había una confusión en un dato del nombre, acento o algo y mi amigo tuvo que ir a casa de su madre por su identificación oficial para que pudieran extenderle el acta de defunción, en algún momento de ese par de horas, una mujer toda de negro se puso a sus pies, en esa ocasión me dio un escalofrío que me recorrió la espalda, al voltear y verla, no sé, era tan inexpresiva y antigua, cerré los ojos y al abrirlos, mi amigo estaba allí preguntándome asustado si también la había visto.
No lo sé, fue una noche y día raros.
Los humanos hacemos representación de todo, a nuestra imagen y semejanza. De lo vivo y de lo muerto. De lo existente y de lo inexistente. De lo que nos gusta y de lo que no. De lo que nos da sentido y esperanza y de lo que nos da pánico por nuestra inseguridad, Maia. Basta con recurrir a observar el arte del Paleolítico, muy primitivo y abstracto en los comienzos de su expresión.
EliminarTu relato, basado en una experiencia personal, parece, es curioso. No obstante he recordado lo que decía el poeta español Campoamor: "En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira". Un abrazo.
Usas un lenguaje mejicano bien tramado para esta aventura de esquivar a la Catrina. Nos encontrará, eso es indudable, pero si entretanto pasa o pasamos de largo...mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
Claro, es que Catrina solo puede desenvolverse en el ámbito de tierra cálida. Aquí la llamaríamos de otro modo.
Eliminar¿Nunca has visto el filme de Bergman "El séptimo sello"? Yo la he visto por internet. Es extraordinaria para meditar sobre el tema. Si la encuentro te paso el enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=LANLLSbkKvk
EliminarLa encontré.
Més que morir, el que em fa por és com. A bona part del món no hi ha dret a morir sense dolor, ni a tota classe d'anestèsia. Ja no cal dir el que passa a les guerres. I els malalts mentals no tenen cap opció de sortir-se'n en aquests països. Aquí tenim una sort que no ens l'acabem.
ResponderEliminarSí, coincido contigo. El cómo, que es doble: por una parte si el proceso es largo y doloroso; por otro lado, la angustia del fin. Pero es que morir es eso, naturalmente hay un arco de situaciones en el proceso. Invoquemos para el momento al menos la serenidad.
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