"...como ríos secretos de la noche
que habitan la piel de otros cuerpos"
Del poema Solo entonces el cielo, Victoria Díaz
Usted sabe que aquí no podemos proseguir ni un minuto más, estimado amigo. ¿Quiere decir que un baile que merezca la pena hay que ejecutarlo como ejercicio de libre invención, señora mía? ¿Y en un espacio más desenfadado? Esa es mi impresión, señor desconocido. Continuar en este salón, además de asfixiante sería perder el tiempo. Bien debe saber que dos bailarines no deben verse nunca abocados a desaprovechar la ocasión. Y no me cabe duda de que ninguno de los dos somos convencionales. ¿Quiere decir que mejor dejarnos llevar por una danza menos artificiosa y acompañarla con una música secreta? Salgamos a un espacio más libre, pues. La noche es fresca, pero clara. ¿A quién no le inspira una noche apacible en que se diluyen las obligaciones? Y este firmamento bien vale una contemplación que otros se empeñan en rechazar. El hombre, decidido, no ha esperado respuesta y ha tomado la dirección de salida. ¿No pensaría usted dejarme sola, a merced de esos ebrios de mirada turbia?, le detiene ella. Yo no pienso, no obligo. Si es atrevida preferirá arriesgar una diversión donde se encuentre a gusto. La partida comienza. Podemos intentarlo, si me garantiza...No garantizo lo que usted no quiera, señora. Además usted se pregunta qué propongo. Pregunta vana porque a su vez usted tiene en su cabeza la misma proposición. ¿Qué le parece si...? Los dos se detienen en el parterre, apoyan sus manos en la baranda. El cielo está salpicado de planetas, dice él. Unos se ven, otros hacen guiños. Todos ocultan. Pero nunca defraudan. ¿No ocurre como con el baile de aquellos que se encuentran por azar? Ante este paisaje, tan fantástico como sobrecogedor, uno no se aburre nunca y a poco que distingas la ubicación de las estrellas más próximas te sientes compensado. Le intuyo decepcionado, amigo mío. ¿Por lo que hemos dejado dentro? ¿Por ese escaparate donde ambos hemos sido objeto de comidilla? ¿Con toda esa turba lasciva que la ha desnudado y que a mí me ha envidiado? En absoluto. Simplemente no me entusiasma. Aunque mi experiencia de esta noche es diferente. Nadie lo diría, se muestra irónica la mujer. ¿Usted cree? Parece entonces que usted pretende comparar...¿El universo que se oculta tras otros universos? ¿Con dos meras partículas de otras partículas como nosotros? Sería tan presuntuoso de mi parte...Mas estamos aquí ambos, recién nos hemos conocido, ¿o habría que decir mejor coincidido?, y usted sigue esperando una propuesta determinante por mi parte que acerque algo del firmamento a nuestros sentidos. ¿Oye el rumor de esa corriente de agua próxima que refresca el pensamiento e incentiva el saludable deseo? ¿No le recuerda que las vidas siempre se mueven al borde de ríos? ¿Quiere decir que...? Quiero decir que...
* Fotografía de Vee Speers
Dois desconhecidos à procura de respostas na noite...tudo pode acontecer ou não.... e de manhã resta apenas o vazio...
ResponderEliminarInteressante...
Beijos e abraços
Marta
Tal vez buscar respuestas venga de la mano de plantear propuestas, Marta. Obrigado.
EliminarQué tendrán esas danzas secretas que se proponen, sean rítmicas o contagiosas.
ResponderEliminarAnónimo, acaso sea la atracción del misterio, que tiene su música y su ritmo, pero hay que desafiarlo.
EliminarLa narración invita a seguir leyendo el próximo capítulo...
ResponderEliminarHabrá que ver si sigue lineal o a salto de caballo como en el ajedrez.
EliminarMe gusta cuando la palabra es interrumpida por no ser necesaria; y decirla sería redundante.
ResponderEliminarTal vez hay tiempos separados: tiempos de palabra y tiempos de silencios. Y cuando convergen inauguran un nuevo espacio y un nuevo tiempo que trasciende a ambos, ¿o acaso me equivoco?
EliminarSe lee interesante, no, no creo que te equivoques, Fackel
EliminarEs un imaginar, simplemente.
EliminarEstas danzas son intrigantes, me temo que necesitamos una ampliación, más detalles para comprenderlas a fondo.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre cabe la capacidad imaginativa de cada cual, no sé si el curso de los acontecimientos las hará más explícitas. Saludo.
EliminarConocido o coincidido solo la casualidad lo sabe...
ResponderEliminarEnigmática la entrada de hoy, dan ganas de seguir leyendo. Los versos que abren la entrada son maravillosos.
Un placer siempre leerte, Fackel.
Un abrazo.
La casualidad es caprichosa, conduce a los individuos hacia territorios ignotos por caminos inciertos, gracias por leer, Rita.
EliminarUn intenso diálogo, que parece ser anticipo de algo igualmente intenso.
ResponderEliminarEsos planearon salir de la miradas indiscretas. Y tal vez, de los lectores indiscretos.
Saludos.
No siempre los encuentros que anticipan se precipitan a algo consumado. Ya sabes, aquello de potencia y acto requiere muchas veces una distancia temporal. Me gusta es de los lectores indiscretos. Salve.
EliminarParece un preámbulo perfecto de una historia que imagino intensa.
ResponderEliminarEsta forma de diálogos me sigue pareciendo muy interesante. Un abrazo
Forma, como ves, parte de una serie, sin ideas preconcebidas, así que paso a paso. Gracias por leer y darme tus impresiones.
EliminarAlgo nace en ocasiones en el primer encuentro que te arrastra y es maravilloso.
ResponderEliminarTambién puede ocurrir que sea una debacle. No tengo experiencia de lo segundo.
Me ha encantado como lo trasmites, y queda abierto tal vez a un largo recorrido...tal vez.
Un abrazo Fackel.
Ni siquiera en la vida ordinaria se sabe el recorrido que va a haber en un encuentro, conque en un relato...o acaso se sabe mejor en un relato que se puede articular, algo que en lo que experimentas realmente no puedes prever. Gracias, Ángela.
EliminarA punto está aquí abajo por iniciarse otra danza, comparable quizás a la que se da allí arriba, en esos cielos mágicos.
ResponderEliminarAy, la magia de los cielos, ¿por qué llamar magia a lo que es dimensiones siderales que nos superan? Acaso los humanos buscamos imitar espacios que son caóticos aunque nos parezcan armoniosos.
EliminarLo más maravilloso es lo menos previsible. Prefiero imaginar un final no convencional. Los finales convencionales prometen mucho pero dan poco.
ResponderEliminarIntensa historia la que planteas.
Un abrazo
Lo interesante de un viaje, dicen, es su preparación, no llegar a destino. No estoy seguro pero ha verdad en ello también. Sobre todo si el destino defrauda.
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