La cautiva duerme. Sueña que hay otro paisaje más allá de aquellos muros. El prisionero mira. Desea soñar como ella y sobre todo entrar en sus sueños. La mujer, en su letargo, se ve saltando con su cuerpo ágil, vibrando en una danza, se deja caer a la orilla de un arroyo, activa con sus manos una obra de arte. Tal vez, aunque borrosamente, conoce el amor. Al bruto, asombrado por aquel rostro apacible, le enerva no poder saber qué está viviendo ella en la oscuridad del silencio. Ignora que para la mujer, en aquel instante, lo que vive es luminoso. Le pediré que me cuente sus sueños, piensa con avidez. Amaga con ternura una caricia que apenas roza el rostro de la cautiva. Pero respeta el estado de bienaventurada postración. Le pediré que me lleve a sus sueños, se le ocurre con alborozo. Pero ¿y si en sus sueños no quiere que esté yo? ¿Y si el valor de los sueños, de cualquier sueño, es librarse de las ataduras y obligaciones del cautiverio cotidiano y ahí no desea reconocerme? Si yo pudiera soñar...se dice con pesadumbre. Si yo supiera hacer de los sueños la forma de rebelarme contra mi condición...Mino se desplaza hacia atrás y desde su rincón observa, intentando traducir las sonrisas de la durmiente. De pronto le invade la apacibilidad.
* Pablo Picasso, de la serie Suite Vollard.
Quizás duerme para esperarlo; y recibirlo apacible.
ResponderEliminarQuién sabe. Los sueños son una puerta entreabierta al deseo.
EliminarMino, respetuoso, decide esperar...
ResponderEliminar¿O acaso se rinde?
EliminarLos sueños de personales e indivisibles, así que al Mino solo puede esperar y seguir esperando,
ResponderEliminarLos sueños son instransferibles, pero puede haber coincidencias en la espera.
EliminarLa escena me sugiere una situación mucho más violenta. Dudo que ese bruto pueda elaborar en su interior otros pensamientos que no sean lujuriosos y en realidad, mantiene una lucha entre su indecisión y las ansias de satisfacer sus instintos más húmedos y oscuros . ¿Sucumbirá al erotismo de contemplar la mujer dormida?
ResponderEliminarNo me cabe duda de que mantiene una lucha interior, pero acaso la lujuria esté contenida por una ternura, a la espera de un signo condescendiente cuando la durmiente despierte.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarmeterse en los sueños y controlarlos, el sueño de todo dictador.
Uno de los pocos ámbitos en los que ¿todavía? somos libres.
Salu2.
Los dictadores siempre han aspirado a un control social e individual. Han contado con la inestimable ayuda de la religión que sabe siempre llegar a la mente y controlarla.
EliminarEl ámbito de los sueños es libre, pero no es la libertad de la conciencia, donde ya no somos tan libres, ¿no?
yo creo que solo podrá entrar en el sueño si ya sale en el sueño involuntario de ella. y con entrar me refiero a ser consciente del sueño y de lo que en él acontece, que no es poco.
ResponderEliminarme sorprende que el mino, con su cuerpo y su pesadumbre no sea capaz de soñar.
y " enervar" , aquí es tensar o destensar, porque las dos cosas puede ser la última vez que mire lo del Rae.
abrazooo
Enervar aquí es ponerese nervioso. El deseo imperioso le tienta y le desespera en su batalla interior, pero la belleza le para los pies. Creo que la conciencia de la belleza nos puede salvar. Quienes no poseen esta conciencia de apreciacióln de la belleza cometerán tropelías, tal aquellos talibanes destruyendo los budas o los del ISIS dinamitando Palmira o Mosul o los cristianos de los primeros siglos destrozando el patrimonio de lo que ellos llamaban paganos.
EliminarMe has dejado pensando. Soñando…Pienso que en ese estado de absoluta abstracción solo una parte consciente aparece, el resto es una mezcla de confusos elementos donde situaciones desconocidas aparecen. Creo que Mino intuye que allí, tal vez, no tendría pertenencia y que lejos de lo conocido de la realidad, en ese estado se vuela a territorios más allá de lo debido.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Si Mino no se considera digno de ella, o ve la imposibilidad de una coincidencia de afectos, no es de extrañar que quiera penetrar en los sueños de la bella, por si allí, acaso, tiene una posibilidad. Pero creo que a él le devora más que la lascivia del momento la conciencia de una condición contra la que quisiera rebelarse. Quién sabe.
EliminarAixò: "activa con sus manos una obra de arte. Tal vez, aunque borrosamente, conoce el amor": ho trobo sublim.
ResponderEliminarPuede que se dé un conocimiento caprichoso de cualquier cosa dentro de los sueños, y ¿por qué no también de la pasión?
EliminarSi, creo había un pueblo antiguo que habían dominado el "ver" los sueños de otros o mejor: no un pueblo, sino una secta en especial en ese pueblo.
ResponderEliminarPodían entrar en el sueño de otros, incluso sueños soñados siglos atrás y ver la escena incluso olerla.
En fin que esa práctica es peligrosa....pero le hubiera sido útil aquí para ver que soñaba la dama.
No solo en la imaginación y recreación literarias se da el intento de acceder a los sueños ajenos. ¿No fue lo que cierto médico austríaco intentó con aquello de la intepretación de los sueños?
EliminarCualquier intento de acceder a la fuerza en la mente humana es peligrosa, sin duda. Dejemos que Mino cavile y se distraiga, no obstante sus crisis personales.
La verdadera libertad es interna. Eso lo sabemos los que hemos vivido bajo un régimen autocrático. Saludos de un venezolano
ResponderEliminarPero la libertad debe salir a superficie, debe expresarse y generar confianza, dentro de uno solamente puede ser una olla exprés.
EliminarSi se rindiera no le invadiría la apacibilidad. Creo que esperaba, no deseaba turbar el sueño de la durmiente.
ResponderEliminarLa espera le permite la contemplación; y si contempla disfruta también y, sobre todo, abre la puerta a la reflexión.
EliminarQuienes ven a los que duermen entienden que el sueño es una condición necesaria de la vida. Debería ser penado por la ley el despertar a un durmiente.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Debería, debería. Pero esto del sueño es muy aleatorio y se cambia mucho a lo largo de la vida. Hoy se considera al sueño crucial para la salud en general del cuerpo.
EliminarEse minotauro pretende lo imposible, meterse en el sueño de otro. Pero quién sabe si ella realmente no sueña con él, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz domingo
En efecto, quién sabe si en los sueños ella no se conforma con la ternura y persigue la lascivia.
EliminarTal vez la bestia no sea tan bestia y se conmueva por el valor de lo que no alcanza a comprender y libere a la cautiva. De ese modo, se me ocurre, hará realidad los sueños de su víctima.
ResponderEliminarTal vez, Neo, tal vez. El problema es que todos vivimos en cautividad y no parece que seamos conscientes. Muchos se creen los reyes del mambo. Si tú no quieres ser cautivo/a tienes márgenes de resistencia.¿Cuántos saben usarlo?
EliminarQuien sueña vive dos veces.
ResponderEliminarSAludos.
Lo que es seguro es que vive de otra manera. Saludos, Manuela.
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