Allá donde se expande una espalda abunda un recorrido. No, no te muevas, aguanta un poco más, le he dicho a Vera. He conseguido que de un solo trazo continuo su cuerpo se recoja en el pliego. Qué tiene un dorso que me recuerda un territorio vasto. Si es cálido pienso en el desierto. Si gélido, una estepa. Al contemplarlo y medir con mis ojos su extensión tengo la sensación de que no tiene principio ni finitud. Mientras esbozaba he podido alterar sus límites. Pero me gusta respetarlos. Hay tanta expresión en una espalda desnuda. Sea robusta o delgada, consistente o frágil, siempre me embelesa. Vera se quejaba, no sin razón. ¿Voy a tener que estar así mucho tiempo? Le he respondido que ya casi había terminado. Pero no era verdad. Ni el lápiz era capaz de acabar de perfilar su perímetro inagotable ni mi mirada deseaba abandonar aquella duna tan sugerente.
(Dibujo de Egon Schiele)
Es una lástima que no se pueda tener así, todo el tiempo necesario, una buena espalda que contemplar.
ResponderEliminarBien por Egon.
Tampoco todas las espaldas permanecen inmóviles y con la misma contextura siempre. Saludos.
EliminarQué maravilla!!!
ResponderEliminarMe ha encantado y lo seguiré disfrutando.
Qué vasta su obra y qué creatividad tan sorprendente!
Gracias Fackel por compartirlo y dármelo a conocer.
Un abrazo
Hay que dejar volar a las ocurrencias, no creo que perjudiquen. Gracias por leer.
EliminarDisculpa Fackel.
EliminarEquivoque la entrada al enviar el comentario, era para la entrada anterior referente a la obra de Manolo Sierra que me sorprendió gratamente.
Oh, no importa, sabiéndolo quien lea el comentario se dirigirá al lugar oportuno; gracias por precisar.
EliminarTu estás seguro de que ese dibujo es de un solo trazo? Una espalda moderna, como dios manda, con sus tatuajes desperdigados y sueltos por la vasta e tensión del desierto, habría dado sl traste con lo del monotrazo.
ResponderEliminarVVera tiene poca paciencia.
La espalda tiene una magia
Acabo de comentar un texto en que salía 5 adivinanzas, justo antes que el tuyo , y la respuesta de una de ellas era la espalda, para que luego digas que las coincidencias no existen
Abrazoo
Claro, no solo no solo existen las coincidencias, sino que son habituales y a veces extraordinarias, la casualidad está a nuestro alcance en todo momento. Los trazos no tienen fin mientras una mano los dibuje.
EliminarEnvuelta sobre sí, desnuda, parece vulnerable y a merced de los ojos que recorren su línea silenciosa sin tocar.
ResponderEliminarTiene la suavidad de tu mirada
A veces la vulnerabilidad es apariencia. Quién sabe si lo vulnerable no es la mirada que tiene siempre que estar aprendiendo.
Eliminarsolo cuando ando aburrida vengo a leerte
ResponderEliminarSi compensa el aburrimiento será positivo.
EliminarEl estilo de Egon es sumamente inconfundible, aunque no faltaron quienes pretendieron imitarlo.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Personalísimo estilo, José, pasa con muchos de los expresionistas. Todos tienen su impronta. Obviamente, hay muchos imitadores por doquier.
EliminarLas modelos son, en muchos aspectos, el fiel reflejo de quien ha conseguido el control total de sus emociones e impulsos nervisos. No puedo imaginar la clase de recursos de los que echan mano para mantener la inmovilidad. Esa espalda que dibujó Egon es una invitación para ponerle una mantita a la modelo, se nota que pasa frío.
ResponderEliminarO un acceso de pudor, Marga, ve a saber. Y no todas las modelos son de autocontrol y sumisión al dictado.
EliminarUn lloc on descansar la vista.
ResponderEliminarY la mente y los sentidos...
EliminarNo es fácil la sencilla complejidad de un dibujo com este. Schiele era un maestro en este sentido.
ResponderEliminarY fecundo, Francesc.
EliminarMuy bello.
ResponderEliminarY tantos otros suyos.
EliminarEs extraño este escorzo inacabado, más allá de la firma que da por terminada la obra. Y digo extraño porque pareciera que son varios cuerpos los que componen la figura. La cabeza casi pegada a la rigidez de un cuello, la mano más rígida aún, y esa pierna que corta con una línea recta otorga a la obra un sufrimiento perturbador. Tu texto es precioso, has dejado volar la imaginación con sensualidad y delicadeza.
ResponderEliminarHay tanta belleza en los bocetos u obras inacabadas...Me obligas a nuevas observaciones.
EliminarToda aportación al arte y a la cultura es y debe ser bienvenida, pues demuestra un espíritu vivo y capaz. Gracias por publicar y darnos a conocer el contenido de tu blog.
ResponderEliminarPara el arte y la cultura no hay fronteras; cada individuo debe valorar lo que tiene cerca y lo que otros humanos han realizado en cualquier lugar del planeta. Eso proporciona sentido de existir y permite convivencias.
EliminarHay mucha belleza en este cuadro. La postura, la espalda, la contención. Bella modelo. Bella obra. Bello proceso creativo.
ResponderEliminarGracias por darnos a conocer estas pinceladas sobre el proceso creativo de Egon Schiele.
Me agrada que compartas la observación de la imagen. Pero no creas en el proceso que yo me invento para Egon Schiele. Ve a saber cómo lo sentiría él. Pero yo trato de homenajear su obra a mi manera y ficción, qué se le va a hacer.
EliminarPuede haber belleza en una espalda desnuda, en una posición fuera de lo usual, mantenida con esfuerzo por una modelo.
ResponderEliminarY es un mérito hacerlo de un sólo trazo.
Tiene sentido ese proceso que imaginaste. Saludos.
La verdad es que lo real puede ser de otra manera, pero como no dibujo al menos imagino coagulando palabras. Hay belleza en todas las espaldas, incluso con ropa se percibe por la calle.
EliminarCreo que más bien esto último que dices... :-) ( "ni mi mirada deseaba abandonar aquella duna tan sugerente". Abrazos.
ResponderEliminarCuerpo-dunas. Movible, cambiante, suave, deslizante. Ay.
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