Hoy no ha podido venir Vera. Como no ha querido que mi jornada estuviese perdida me ha enviado a Anja. Lo primero que me ha dicho Anja al llegar nerviosa al estudio es que jamás había posado. Se ha sorprendido cuando le he dirigido una sonrisa complaciente. Al aclararle que la prefiero inexperta se ha calmado. Es poco habladora pero sabe escuchar. Su espalda no es como la de Vera, pero la flacidez exhibe ángulos que siempre voy buscando. En un cuerpo lo interesante no es lo más superficial y visible sino otros planos, ordinariamente ocultos, que son generados por posiciones imprevistas. Aliadas con la propia contextura, por supuesto. ¿Quiere decir, preguntó Anja, que no me va a permitir estar quieta? Admirado por su perspicacia asentí. Y añadí lacónico: más o menos. No tuve que darle más indicaciones. Para mi estupor, la mujer tomó la iniciativa en improvisadas poses. Cuando una de ellas me estaba pareciendo más significativa y precisa un gesto mío bastaba para que detuviese su ejercicio. Los cabellos ocultaban a veces el rostro, ofreciendo otra perspectiva. ¿O acaso era imaginación mía? Me agradan las distorsiones espontáneas de su cuerpo. ¿Cómo sabes moverte con tanta gracilidad?, se me ocurrió. No sé, dijo Anja. Puede que así usted me vea de una manera que no me consigo ver yo.
(Dibujo de Egon Schiele)
Posar ante un pintor ha de ser una experiencia curiosa. No obstante me haces recordar, sin posados, a Dora Maar, la que acabó pasando a la historia como la llorona. Creo que lo habitual , posar para alguien, ha de captar a quien posa y su esencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Una experiencia dura también, no solo por lo que se le pida sino cómo se le pida. El carácter del artista decide mucho.
EliminarDiria que Anja posa con mucha naturalidad, la misma que Schiele plasma en su dibujo.
ResponderEliminarSaludos.
La naturalidad de una modelo suele admirar a los artistas. Naturalmente si estos aceptan la iniciativa de los modelos.
EliminarLos artistas saben ver cosas que se encuentran ocultas bajo la capa de lo cotidiano. Una sombra, una pose, ahí es donde se detienen.
ResponderEliminarUn gesto, una mueca, un escorzo, una abstracción de la mirada...Al menos lo buscan.
EliminarConocí hace muchos años un chico que hacía de modelo. Allí, en Bellas artes, la gran mayoría de alumnado era mujer. Él se desnudaba con toda naturalidad.
ResponderEliminarEn mi caso hubiera sido imposible.
Todo se supera, pero tengo la impresión de que nosotros no procedemos, por mor del tiempo y la moral conocida, de la naturalidad.
EliminarLo que observamos cambia si modificamos la perspectiva. Ayuda a tener una visión más completa.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Y los objetos móviles cambian más, por lo tanto nos exigen más. Vista así la vida resulta interesante. Cordial.
EliminarCreo que todo se sucedió después de la sonrisa complaciente. Lo primero que pensé al ampliar la imagen es que se percibía a una mujer cómoda, servicial, que buscaba conectar con la mirada para obtener aprobación.
ResponderEliminarSolo en una ocasión me he sentido cómoda con una mirada, sentí que me veía como soy, fue extraño, todo fluyó de forma natural.
Con una mirada exterior. entiendo, ¿no? (no del espejo)
EliminarSí, una exterior, ando distraída, me disculpo por no ser clara en los comentarios
EliminarY acaso yo torpe al interpretarlo.
EliminarInteresante diálogo entre modelo y pintor. La complicidad entre artista y modelo es siempre un misterio. No sé si ahora se posa para un retrato o se ofrece una fotografía. La verdad es que no tengo ni idea. Los tiempos han cambiado.
ResponderEliminarCuando alguien te ve bello te conviertes en bello. Cuando alguien te ve horrible te conviertes en horrible. La mirada participa en la construcción de la realidad.
"Cuando alguien te ve bello te conviertes en bello. Cuando alguien te ve horrible te conviertes en horrible. La mirada participa en la construcción de la realidad", dices. Sesuda tú. A veces la mirada construye toda la realidad, al menos muchas realidades particulares y minúsculas.
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Un tema que me fascina, el de un pintor o dibujante y una modelo posando. Es algo que propicia la inspiración, siendo la modelo con una musa.
ResponderEliminarSin pretender ser como los grandes, es algo que he experimentado en algunos talleres de modelo vivo.
Interesante lo que plantea Egon. Y la visión de Anja, que tiene un lindo nombre.
Saludos.
¿Has experimentado como pintor o como modelo? Tu testimonio en cualquier caso puede resultar muy interesante y clarificador.
EliminarComo dibujante, que suele experimentar con el color.
EliminarY que borra mucho, por eso suelo usar un lápiz duro, que permite borrar sin dejar muchas marcas. Lo usual es usar un lápiz blando, que permite sombrear, pero manchan, sobre todo cuando se borra mucho, por no acertar con las proporciones en un primer intento, cuando la línea queda sucia.
Saludos.
Al menos controlas el oficio, o el ejercicio. Eso está muy bien.
EliminarDa la impresión que las poses que busca el pintor son contorsiones en las que el cuerpo de la modelo luzca "anudado", complejizando la interpretación de las formas. El trabajo que después asume el pintor es desanudar las para reinterpretarlas en la comunicación con el observador. Esa es mí impresión. Un abrazo
ResponderEliminarPodría ser, no te extrañes. Cuantas más contorsiones más ejercicio del dibujante, buscando un final feliz del dibujo.
EliminarEs que no hay como una mujer para improvisar poses y sorprender los ojos de un pintor. ¿Verá este lo que ella no puede? Abrazos.
ResponderEliminarSiendo un pintor, puede ser. Un hombre no muy observador (y mira que los hay) seguro que no descubre nada nuevo que una mujer no sepa para sí y de sí. La mujer es un mundo total. Y eso molesta mucho a los hombres y a las ideologías reaccionarias.
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