Bruno estaba esperando a Alain y al encontrarse finalmente con él le recibió con su lengua de mil idiomas: tardabas demasiado; pero eso no quiere decir que desease que llegaras. Alain rio con la risa apocada que un hombre provecto como él puede ofrecer. A quien no debemos esperar nunca es a Paul, se le ocurrió al recién llegado. Se quedó en la ciudad blanca donde no puede morir. ¿Crees, Alain, que los marineros son eternos? Son eternos en sus navegaciones, respondió el otro. Entonces, ambos se echaron una mano al hombro y entraron al bar de Rosa. El reloj sigue igual que siempre, el segundero va al revés, se atropellaron entre sí jocosos al advertirlo. Este es el destino imposible que persiguen los hombres, Bruno. Quieren ir hacia atrás como si fueran relojes rotos. Bruno miró al amigo con cierta melancolía. Ni la inmensidad del océano ni la extensión de una mujer detienen nunca para siempre nuestros pasos, dijo. Me lo enseñó una vez aquel marinero que fui antes de encallar en la costa.
ResponderEliminarQuizás Paul les hizo llegar este poema de Andrade en una botella que les acercó la marea...
Ahora vivo más cerca del sol, los amigos
no saben el camino: es bueno
ser así de nadie
en las altas ramas, hermano
del canto exento de algún ave
de paso, reflejo de un reflejo,
contemporáneo
de cualquier mirada desprevenida,
solamente este ir y venir con las mareas,
ardor hecho de olvido,
polvo dulce a la flor de la espuma,
eso apenas.
Saludos
Posiblemente. Un poema que se puede aplicar a los personajes, por los motivos obvios que no pudieron rehuir. Gracias, Francesc. Andrade es un poeta que aprecio mucho.
EliminarEs un texto que nos hace reflexionar. Tal vez el marino que fuimos habría hablado igual.
ResponderEliminarUn abrazo
El texto hace una abstracción y una reflexión, pero tiene que ver con la desaparición de otros personajes del mundo cinematográfico, uno de ellos recientemente.
EliminarMe ha gustado mucho el video y estoy de acuerdo con la camarera: el reloj va bien, es el mundo el que va al revés. Parece que cada día vamos sumando horas hasta completar la jornada pero juraría que es lo contrario, con cada hora vamos consumiendo el tiempo del que disponemos. Y si lo piensas bien, esa forma de gastar nuestro tiempo decide nuestra vida, nos podemos entregar a aquello que nos apasiona, o poner el énfasis en aquello que nos sentimos obligados a hacer, tal vez perdernos en entretenimientos que ayuden a consumir nuestras horas ...
ResponderEliminarA veces le cogemos manía al tiempo porque parece limitar nuestras posibilidades pero ¿no echaremos balones fuera al culpar al reloj? nosotros decidimos lo que queremos hacer en un escenario dado y la riqueza de la obra de teatro depende de su contenido en un decorado auxiliar, creo yo.
También me ha gustado mucho la foto, esa bajada al mar y la puesta de sol, es espectacular.
Buena jornada!!
La foto es mía y Lisboa es un deslumbramiento.
EliminarSí, lo del tiempo es manipulación nuestra. Si el transcurso de los días nos es favorable elevamos el tiempo, si no, lo maldecimos o nos quejamos, simplemente.
La imagen del reloj con el segundero a la inversa es un capricho del director del filme. Y hay más: la cámara va hacia atrás también en el diálogo entre recién llegado (Paul) y la camarera (Rosa)
Es un homenaje por mi parte a los desaparecidos que pusieron calidad a la película.
Me gustaría beber un ron en el bar de Rosa, charlando con Alain y Bruno. Luego hablaríamos sobre los marineros y el tiempo, en mejor estado anímico. Saludos.
ResponderEliminarHabla mejor con Paul o Rosa, porque Bruno ya hace tiempo que desapareció y Alain el otro día.
EliminarHay ciudades de las que nunca puedes salir, aunque te vayas. He ahí una de las pocas razones de inmortalidad que tenemos.
ResponderEliminarY que te reclaman un retorno. Tienes razón, tal vez ahí reside nuestra peculiar e imposible inmortalidad.
EliminarReencuentro de colegas en su marcha hacia el principio.
ResponderEliminarEn el intento de marcha. Los colegas tienen que remitirse a la ficción porque la realidad ya los ha borrado de la vida.
EliminarMe gustan esos versos de Andrade, pero desgraciadamente sí hay otro nombre para los días sin memoria además de muerte; me refiero a esa maldita enfermedad que se llama Alzheimer...
ResponderEliminar¿Dónde está esa ciudad blanca?
Los marineros tienen muchas historias que contar en medida directamente proporcional a los mares recorridos, a los puertos alcanzados (y en cada puerto bla bla bla) y a la tierra encontrada y pisada... huellas en el tiempo por mar y tierra...
Bruno rebosa añoranza... de mar y amores... pero los relojes inversos no nos revierten al tiempo pasado, tan sólo nos muestran una original idea... (Yo iba a un bar en el pueblo donde vivo que tenía un reloj de esos, y me entusiasmaba)...
Yo creo que buscamos el estar sin tiempo, o sea el siempre... o por lo menos nos gustaría (siempre habría cosas que ver y que hacer, no podemos dar por excesivo y aburrido lo que no conocemos)...
Ay del estar sin tiempo. ¿Cuándo fue eso? ¿Dónde sucede hoy día? Ni el sueño es intemporal. Se suma a la ficción y si corrige el desorden de las neuronas ya es mucho. Si tienes oportunidad de localizar esa película, a mí me gustó mucho, prueba a verla. Me fascinan los personajes con sus soledades y su tiempo a salta de mata, ocasional, accidental que dicen otros. Nos gusta refugiarnos en la relativa seguridad del día a día. ¿Tenemos garantías de que será para siempre?
EliminarOdio la palabra Alzheimer. Un verdadero castigo. Una injusticia del cerebro.
En el corto adjunto está la ciudad blanca.
¿y si en la muerte encontráramos TODA la memoria, la nuestra y la del mundo?
ResponderEliminar¡sensacional el vídeo!
¿Te refieres al instante, a ese tiempo final, al estertor? Ve a saber. En la capacidad mental de cada moribundo debe andar la posibilidad. Después...olvídate.
EliminarLa película me gustó mucho. De los actores ya habrás caído, ¿no?
no, me refiero a que la eternidad sea la memoria del mundo, el pasado y el futuro...
Eliminarno, no se a qué te refieres, no conocía la película.
Ah, la eternidad, ¿o es la Eternidad? ¿O la Etereidad? (Ando deconstructivo, no solo gamberro, lo siento)
EliminarBusca la peli, el actor principal, la mujer, el director...
nooo estás poeta; me sirve Eternidad, también Etereidad, más lírico.
Eliminarbuscaré la peli y todo el cortejo.
Poetas a mí, que soy hombre fácil (C.M. Dieciocho brumario de un poetari)
EliminarKarl Marx? creo que me he perdido...
EliminarNi por asomo, solo era una broma disruptiva.
Eliminarhttps://librosdelnorte.com/inicio/4530-el-dieciocho-brumario-de-luis-bonaparte-9788434406544.html?gadsshop&gclid=CjwKCAjwg5uZBhATEiwAhhRLHvukJCW5wzQLQZr11P5tvb4y2UQXN8FEm1WMkITxhfrTNYBNtOQGDRoCk1kQAvD_BwE
Eliminarcoincidencia? feliz tarde!!!
Pues es un libro muy interesante. En él se dicen cosas así:
Eliminar"Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 1795, el sobrino por el tío".
O esto otro: " Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal. Así, Lutero se disfrazó de apóstol Pablo, la revolución de 1789-1814 se vistió alternativamente con el ropaje de la República romana y del Imperio romano, y la revolución de 1848 no supo hacer nada mejor que parodiar aquí al 1789 y allá la tradición revolucionaria de 1793 a 1795. Es como el principiante que ha aprendido un idioma nuevo: lo traduce siempre a su idioma nativo, pero sólo se asimila el espíritu del nuevo idioma y sólo es capaz de expresarse libremente en él cuando se mueve dentro de él sin reminiscencias y olvida en él su lenguaje natal."
¿No se disfrazó la revolución rusa de revolución francesa, por ejemplo? ¿No se siguen disfrazando hoy otros y queriendo repetir experiencias históricas frustradas? Etcétera. Por supuesto, la historiografía posterior a Marx podría precisar muchas cuestiones pero en su tiempo puede que la visión que tenía de las cosas no fuera descaminada.
Mi reloj camina hacia delante en el tiempo. Y por eso no puedo preguntar al marinero que fuí. Quizás si al que seré.
ResponderEliminarNuestros relojes no tienen marcha atrás. La melancolía puede pretender que la tenga.
Eliminar“Amo el amor de los marineros que besan y se van.
ResponderEliminarDejan una promesa, no vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.” (Neruda)
Siempre el hombre en su intento por la eternidad. Los marineros algo tienen de aquello. Es tal vez sentir que el reloj no avanza con la misma velocidad que en la tierra. Navegar y ver olas y mar transmuta el sentido del tiempo.
Abrazos Fackel
Hoy los versos de Neruda serían vistos políticamente incorrectos. Los marineros sabían y podían, si el alcohol no lo impedía, amar a la mujer accidental (qué fino me ha salido) Pero a mí Neftalí Reyes me sigue gustando, aunque no esté de moda.
EliminarMe haces pensar: el oficio de marinero, sobre todo en otros tiempos, ha sido siempre durísimo. También el de los mineros, pero estos no gozan del favor de las metáforas como aquellos. Y ya ves: unos se sumergen en las procelosas trampas de la mar y otros en las de la tierra. Y sin embargo en el avance y desarrollo de la humanidad -en sus actividades productivas y comerciales- fueron fundamentales ambos oficios. Lo de la eternidad...otro eufemismo para indicar que siempre hay que intentar ir y llegar más allá.
Saludos nerudianos (también de parte del otro, Jan, el chico de Praga)
Tal vez para algunos la muerte sea eso, un mar por el que el tiempo fluya hacia atrás, y navegar por él no implique envejecimiento. Pero si al hacerlo, los recuerdos se disipan, la propia esencia se perdería al navegarlo, y sería otra forma de morir. Un abrazo
ResponderEliminarEs la edad provecta, Neo, la que, desvariando o no, persigue un retorno imposible. Muerte es el gran eufemismo -real como ningún otro- para designar el no estar. La esencia, sea lo que sea esta, se perderá entonces también. Por supuesto, el que yo lo vea ahora así no quiere decir que no existan otras versiones, otras miradas.
EliminarPues como es un homenaje veremos la peli, que no esta en youtube. Tendre que buscarla. Tiene buena pinta, dice que hablan poco. Bruno ganz recuerdo la del angel, que no me acuerdo del titulo, ( es raro, eso son cosas que consideraba grabAdas.) Aunque no entiendo el dislogo, el reloj no va para atras, el tiempo que marca avanza porque los numeros estan al reves.
ResponderEliminarDe hecho, en el hemisferio sur, por el efecto coriolis, los relojes funcionan asi. Que lo diga neogeminis...
Felicidades por la foto
Alain ya no podrá marcar las horas, el bolero hizo que se encontrara con Bruno el otro día.
EliminarBueno , lo delos relojes en el hemisferio sur, igual no es completamente exacto
ResponderEliminarDa igual, lo importante es habitar en buenas condiciones los hemisferios cerebrales.
EliminarHola, Fackel, buen texto como siempre e interesante la variedad de temas que abarca, la eternidad, el anhelo de los tiempos de juventud, la existencia tras la muerte... Veo que todo está en relación que una película que no he visto, espero haberlo interpretado bien.
ResponderEliminarEn un sentido sí, salvo en lo de la existencia de la muerte, algo que no se da. Pero también a cuenta de la desaparición el otro día de Alain Tanner, porque Bruno Ganz ya se fue hace tres años.
EliminarTengo un pequeño problema , el desarrollador de bloger en ocasiones no me marca tu página en el lateral de la derecha , y para saber si has escrito o no he de entrar por Crome.
ResponderEliminarNo es la primera vez que sucede, y no es contigo solamente, me pasa con Francesc y otros blogs más.
Por lo demás decir que a mi también me gustaría que los relojes no marquen tan rápido el paso del tiempo, quizá por ello vale más que no funcionen.
Un abrazo
La cuestiones técnicas de Blogger son materia divina y, por lo tanto, un misterio, yo tampoco entiendo a qué pueden deberse esas dislocaciones.
EliminarLo de menos, Miquel, es que nos guste o no que los relojes avancen. Son nuestras percepciones: un cólico renal, por ejemplo, te parece una eternidad. Una situación placentera te parece poco. Y así todo. La cuestión es una leve sensación que algunos vamos percibiendo de una cuenta atrás no tanto por lo que nos falte de vida como de ejercicio e intento de aprehender un imposible: el tiempo transcurrido cuando aún teníamos todas las posibilidades por delante. Pero es un terreno resbaladizo.
O relógio não volta atrás...Não se sabe onde termina o oceano, mas podemos sempre apreciar o pôr do Sol...pessoalmente, acalma-me...
ResponderEliminarApreciei o verso de Eugénio de Andrade...um poeta que viveu ao pé do Mar, na mesma cidade onde me encontro.
Obrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
Un gran poeta Andrade, ya sabía que era de Porto. También autores como Lobo Antunes, Sophia de Melo Breyner, Bessa Luis, Nuno Júdice, Joao de Melo. Y parece que Lídia Jorge y Gonzalo Tavares empiezan a ser muy conocido aquí. Por citar a autores actuales más o menos.
EliminarEl fotograma del reloj le da sentido a todo lo demás. Que tengas un feliz Domingo
ResponderEliminarPor supuesto. Y el movimiento de la cámara hacia la entrada al bar, la idea de volver atrás.
Eliminar"Ni la inmensidad del océano ni la extensión de una mujer": és curiós de trobar aquests dos elements junts.
ResponderEliminarPercepciones, Helena, percepciones.
EliminarQuiero un reloj que corra hacia atrás, para volver a cometer los errores que ya conozco.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Muy sabio tú, porque mientras cometemos errores quiere decir que seguimos viviendo.
EliminarAdoro la poesía de Eugenio de Andrade.
ResponderEliminarEsos marineros conocen el tiempo y saben que en algún lugar se esconde el verdadero tiempo. El de la vida, el de los recuerdos, el del mar...
Y no olvides que el tiempo...fugit.
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