La ternura que ambas figuras -que parecen una sola- expresan es exquisita. Tal vez los autores de estos amantes de Gumelnitsa, Rumanía, del quinto milenio antes de nuestra era, solo pretendieran manifestar la unión de los sexos. Ambos tienen sus atributos perfectamente identificados y pueden conformar la imagen ritual de la fusión de los agentes de la fertilidad y la progenie. Pero hay algo más en la pose de estas figuras. El gesto de sujeción de uno sobre otro está cargado de cuidado y entrega. Y tienes la sensación de que es correspondido. Emoción. Ambas figuras se dejan llevar como los personajes de carne y hueso que podrían haber inspirado al artista. Y que hacen que me pregunte: ¿ya se manifestarían entonces de ese modo entregado, en apariencia cariñoso, los amantes? Pienso que un artista siempre transmite su propio sentido de la existencia en la obra que realiza, sea un sencillo exvoto o personifique una representación superior o reproduzca de manera naturalista lo que le rodea. Entonces, ¿cómo no iban a trasladar aquellos primitivos artesanos de la belleza en esa pequeña escultura todo un bagaje de sentimientos, emociones, ideas y significados? Nacidos para situar como excelsa la fecundidad producida por dos partes, los Amantes de Gumelnitsa transmiten algo más que una mera función biológica. Y esa ternura activa, acogedora e íntima, que rezuman a mí me enternece.
Sobre esta escultura las investigadoras Anne Baring y Jules Cashford, autoras de El mito de la diosa, dicen: "Es la más temprana imagen del matrimonio sagrado entre la diosa y el dios, que perduró durante cinco mil años hasta su muerte formal con el monoteísmo hebreo y cristiano. La ternura en la actitud de las figuras enmascaradas de una mujer y de un hombre -él rodeándola a ella con su brazo derecho- es intensamente humana; no es ni remotamente divina. Se subraya la fertilidad de su unión sexual, pero aparece como fundamental la cualidad humana del sentimiento transmitido por la posición de la cabeza y los brazos, y la estrecha proximidad de sus cuerpos"
Un desiderátum formal de aquello que queremos hacer creer, de algo puramente artístico.
ResponderEliminarPero siempre hay intenciones, significados o simbolismo más o menos ocultos. En este caso da la impresión de que el arte no solo se explica por advocaciones pretendidamente "superiores" sino por sentimientos íntimos. ¿Les saldría así por las buenas?
EliminarTrasmite ternura...
ResponderEliminarSalut
Sorprendente. ¿Sorprendido?
EliminarLa simbología de estas obras puede ser intensa, lo que si es cierto es que esta imagen se repite en las múltiples culturas pasadas.
ResponderEliminarSaludos
Incluso de esa época hay más estatuillas análogas, con poses semejantes. Lo cual me hace pensar en una simbología específica y una moda. Como el dios triste o dios pensante de hace unos días.
EliminarFlota en el imaginario colectivo, una cierta tendencia a pensar que "los antiguos" eran menos civilizados. Sin argumentos; solo el prejuicio de que lo eran por antiguos. Menos listos, menos sensibles, menos imaginativos, menos calculadores, etc. etc.
ResponderEliminarUn error que afortunadamente va desmintiendo la antropología tanto biológica como cultural y sus ramas arqueológicas y paleoantropológicas.
El imaginario colectivo puede o suele ser muy reaccionario, que es tanto como ignorante. Ahora bien, tal vez no tuvieran todos los matices de los que actualmente hacemos ostentación. Pero ¿serán mejores los nuestros? El de la sexualidad y los afectos en tiempos primitivos es un tema que sigo indagando, así que no me atrevo a afirmar nada.
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ResponderEliminarQué ternura...
Mirándolos, podemos entender que los sentimientos: amor, ternura, protección... no se aprenden, sino que son inherentes al ser viviente, ya pensante, por mas elemental que sea, no?
Salutem.
No lo sé, no sé hasta qué punto aquellas gentes pensarían -o sentirían- como los Homo actuales. Sigo preguntándome y buscando respuestas. Sigo, sigo...
EliminarNo sé por qué siempre han de parecernos dioses los seres humano. He aquí dos amantes que han perdurado. Dicen que el amor supera todos los tiempos.
ResponderEliminarPues seguramente por nuestra presuntuosidad, soberbia y creernos más que nada. Nos proyectamos en exceso más allá de nuestra realidad y limitaciones.
EliminarLO que sucede es que conceptos como amor y tiempo son efímeros también. Cuando no quebradizos.
Un tema apasionante. Se tiende a menospreciar las capacidades artísticas de nuestros más antiguos ancestros, y hay cientos, diría que miles de ejemplos que demuestran sus sobradas capacidades y su necesidad de plasmar mediante el arte su mundo. En este caso una figura que refleja la intima relación entre una pareja ya sea amistad o amor, y que posiblemente tuviera un significado profundo y de gran importancia.
ResponderEliminarMuy interesante. Un abrazo.
En efecto, tal como dices. Lo curioso es que el arte siempre ha estado imbricado con el medio y los objetos cotidianos. No era representación solamente de conceptos abstractos, mágicos o religiosos, sino que tenía que darse junto a la función del lugar donde se habitaba, los medios productivos o los ornamentos corporales. Si eso se llama búsqueda de la belleza quiere decir que los humanos han perseguido siempre una estética exultante que les dignifique y les haga sentir. Saludo, Jorge.
EliminarA mi no me parece que representen dioses. Como alguien ha apuntado, no creo que se dedicaran a hacer representaciones únicamente trascendentes y que si se hacían obras de entretenimiento, no nos llegará ninguna y que solo nos lleguen las trascendentes. A mi no me transmiten ternura ni amor, ( no se transmite amor enmascarado).
ResponderEliminarMe parece la representación de una fiesta más sexual que otra cosa. Algo parecido al carnaval.
También podría ser la foto de novios de una boda o emparejamiento y las máscaras parte de la vestimenta ceremonial.
Bueno solo es lo que me parece a mi. No encuentro significado a la diferenciación de las máscaras, más que para sexuslizarlas. Tampoco entiendo la poca, (por no decir ninguna) definición de las piernas. Incluso podría pensar que esta inacabada.
Bueno saludos Fackel
Puestos a diversificar posibilidades, desde la óptica del presente, todo podría ser. Su significado real de hace siete mil años permanece ambiguo, misterioso, no alcanzamos su dimensión. No sé si los especialistas en investigar los esquemas mentales de aquellas gentes pueden aseverar que los hombres y las obras son como les parece. Saludos.
EliminarNB. ¿Que no se transmite amor enmascarado? No estaría tan seguro.
Es cierto. Transmiten con tierna inocencia una gran emotividad del vínculo matrimonial, más allá de lo físico se leen como uno en el plano emotivo. Una estatuilla muy singular, sin dudas.
ResponderEliminar¿Sabes lo más curioso de observar este tipo de esculturas de hace tanto tiempo? Que no tenemos más ojos sino los presentes, con nuestros criterios actuales, y acaso vemos más de lo que hay en ellas, o de otro modo, adecuamos sus conductas siempre supuestas a nuestras maneras de conducirnos en el presente. Me pregunto hasta qué punto sabemos y hasta qué punto intuimos o deducimos del pensamiento y comportamiento de aquellas culturas abuelas. Los especialistas tratan de estar en ello, basándose en imágenes y otros restos, pero siempre la duda de la interpretación.
EliminarA mi em recorda El petó de Klimt! Pura tendresa.
ResponderEliminarCon ojos del presente no sé si nos aproximamos al pasado (me lo digo a mí mismo con frecuencia)
EliminarCuriosa pieza. Puestos a especular, a mi resulta tan familiar como el posado para una fotografía actual, como si el que las realizara no buscase más que inmortalizar un momento feliz, él y ella, ella y él transcendiendo el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Estaban lejos entonces de una visión como la nuestra actual. Pero si respondía una obra así -y hay más de ese estilo- a un grado de conciencia sobre la unión biológica, la fertilidad y el poder femenino de la naturaleza ya podemos reconocerlos y descubrirnos ante aquellas gentes.
EliminarSe percibe la ternura. Creo que desde hace miles de años el amor y la ternura han existido entre los humanos. Que no solo han practicado sexo y tenido hijos.
ResponderEliminarEs bella la escultura.
Sigo preguntándome sobre ese tipo de manifestaciones hace miles de años. Trasladar nuestras expresiones actuales al pasado puede ser un error de cálculo. No sabremos nunca cómo sintieron ellos.
EliminarDesde luego. Es simple imaginación lo que me lleva a pensar eso. Podría estar equivocada. ¿Quièn sabe?
ResponderEliminarPodría estarlo yo. En la especie humana ha evolucionado todo. También las emociones, los afectos y las maneras de expresarlos. Al igual que la constitución de las sociedades, sus funcionamientos y sistemas de obtener recursos, sus culturas. Pero eso, quién sabe.
EliminarMe inspira ternura, respeto y simpatía.
ResponderEliminarGracias, Fáckel.
Y salu2, claro.
Pues no es poco lo que te inspira, eso quiere decir que tú llevas dentro de ti una carga análoga. Si no, no serías sensible a ello.
EliminarGracias por pensar eso de mí.
ResponderEliminarSalu2.
Incluso en la entrada de los hijoputas que escribiste, jaj.
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