Las estrellas que habitan en ese peristilo
han provocado siempre el asombro en los sabios;
no extravíes el hilo de la cordura, ¡ojo!
los auténticos sabios son los que están perplejos.
Omar Jayyam, Robaiyyat
Buscaba la ciudad amarilla y te cruzabas en mi destino. Contigo llegaba todo lo nuevo para mí. Nos tumbamos bajo aquella cálida intemperie a contemplar las luces del firmamento. ¿Seremos tan fugaces como ellas?, preguntaste. Yo, desde mi asombro, solo supe responder: Nuestro camino está aquí y las estrellas serán asombrados testigos. ¿Abandonarías por mí la búsqueda de la ciudad amarilla?, insististe. Solo acerté a decir en mi gozoso desconcierto: Tal vez ya he llegado a ella, si tú permites que atraviese la puerta. Solo dentro nos será dado disfrutar del conocimiento. Entonces el simún sopló rebelde y acarició con fuego nuestros cuerpos. Yo traduje su crepitar:
Donde las dunas se detienen, en la cima
de las palmeras, allí
os buscaréis
Guau!... Que momento mas poético, mas íntimo y sublime...
ResponderEliminarEnhorabuena,F.
Glup, no sé, me dio por ahí; c'est la vie. Gracias, miss.
EliminarCreo que ya no nos hacemos preguntas sobre el firmamento y lo que en el se ve, precisamente por eso, ya no vemos nada, la contaminación lumínica lo ha suprimido, es lo mismo que los olores y sabores de las frutas y verduras, no hay. ¿Será por eso que ni vemos ni olemos, lo que nos está haciendo más tontos?
ResponderEliminarAl menos mantenemos viva la llama de la metáfora, aún válida si la sinceridad impregna aún nuestros sentimientos.
EliminarTe doy la razón. En las ciudades es ya imposible ver el firmamento, a veces creo que nos hemos desgajado del todo del Universo y nuestra materialidad -la producción, los objetos, el mercado...- es nuestra única ubicación. Y lo de comer productos supuestamente agrarios que ni saben ni huelen es un drama, no digamos cierto pan sin pan ni miga que fabrican algunos. Claro, nos denuncia siempre la memoria que conservamos de otros tiempos en que los productos sabían, nutrían y no se estropeaban del mercado a casa, como ahora. Resístete a que nos hagan más tontos.
Continuo a procurar as estrelas, a imaginar histórias escondidas no brilho...Há segredos nunca desvendados...porque o que nos preocupa hoje é o racional, o material...
ResponderEliminarObrigada pela visita e concordo: todas as cores são belas, existem e não devem ter rótulos. Como as pessoas.
Beijos e abraços
Marta
EliminarYo pienso que lo racional, lo material, no tiene por qué estar reñido con la ficción, todo ello forma parte del mismo Universo, pero a veces los humanos dividimos la visión de lo existente.
Hace poco he leído una entrevista con un estudioso y editor de la obra de Pessoa. Si te interesa te paso el enlace:
https://www.asymptotejournal.com/interview/an-interview-with-richard-zenith/spanish/
Me suelo cruzar con estrellas, cometas, planetas, asteroides, soles y lunas llenas cuando paseo por la ciudad.
ResponderEliminarSiempre al caer la tarde, antes de las cinco.
Las estrellas llevan pantalón corto, o faldilla, y suelen ser enanas; giran alrededor de planetas con patio interior. Hay soles brillantes que vienen a buscarlas, e incluso alguna Luna llena, con cara apesadumbrada.
Todo es tan rápido, tan descaradamente rápido que a veces no nos damos cuenta de la belleza de los planetas que giran en derredor, y con ellos los demás astros que pueblan la ciudad.
Salut
Y es que estamos hechos a imagen del Universo, por lo que se ve. Tus visiones no precisan de la oscuridad. La sociología urbana te concede una cosmovisión gratificante.
EliminarEls savis són els que només saben que no saben res. Sempre a tocar del cel on les dunes s'aturen.
ResponderEliminarAunque la máxima socrática ha tenido suerte por su capacidad reductora -cuánto gusta a la gente la simplicidad de los conceptos, que de sencillos no tienen nada- creo que los sabios de verdad son simplemente los que tienen conciencia de las limitaciones.
EliminarEn la cima de las palmeras, y es un mero ejemplo, muchos pueden buscarse siquiera poéticamente porque el conocimiento es variado y se despliega en múltiples direcciones, incluidas las afectivas.
Abrasados en ese momento pasional, el cielo puede esperar.
ResponderEliminarMundo flotante, que el cielo y el infierno esperen, Alfred.
EliminarIf storm clouds won't let you see the stars, close your eyes.
ResponderEliminarSi nubes de tormenta no te dejaran ver las estrellas, cierra los ojos.
(Proverbio irlandés)
Los escoceses lo dicen un poco diferente:
If the storm clouds don't allow you to see the stars, drink a good whiskey and close your eyes.
:))
Un matiz importante, pero me extraña que los irlandeses no lo hagan suyo a su vez.
EliminarSi; compiten por el cajón más alto en la Maratón del "dale que te pego" pero en cosas como ésta, creo que está la demostración que las gentes de los clanes de las Tierras Altas, se llevan el laurel.
EliminarNunca he sido experto en consumo de esa pócima, solo la utilizamos para combatir el frío y la humedad en una cueva en cierta ocasión, y tiramos de DYC. Hace de esto una eternidad. Eso sí, guardo botellas que me han ido regalando por sus diseños, pero ese es un tema estético.
Eliminar¡Vaya!¿qué tendrá esta luna de agosto que nos está abriendo el cuerpo a las estrellas?
ResponderEliminarFeliz semana!!!
Memoria, seguramente memoria.
EliminarBien estar.
Se requiere una ceremonia de iniciación, sin ella resulta imposible atravesar la puerta y acceder a la logia. Dentro está la piedra tallada: la razón.
ResponderEliminarSaludos
Una piedra que habrá que seguir tallando, pues no tiene principio ni tendrá fin. Al menos no mientras los seres humanos no salgan de su estado salvaje.
EliminarOuroboros
ResponderEliminarSin embargo está en continuo cambio.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarpresenciar el vuelo de una estrella fugaz es un regalo impagable.
Este verano he visto cinco.
¡Maldita contaminación lumínica!
Salu2.
Pues has visto más que yo.
EliminarLuego hay a lo largo de nuestra vida otras estrellas fugaces, cuantitativa y cualitativamente hablando.
Que bonita inspiración bajo las luces del firmamento! Deberiamos apreciar la belleza y la magia que provocan los astros y sorprendernos seria bueno.. un abrazo
ResponderEliminarEl firmamento ha sido un referente, o inspiración, que dirían otros, desde los tiempos primitivos. Tal vez los primeros vates se inspiraran en los astros y en el medio natural que les rodeaba, por supuesto. Por supuesto, estaría bueno que no apreciásemos lo bello. No hay duda para mí. Gracias por comentar, Hanna.
EliminarUn texto de prosa poética maravilloso. Un camino que podrías transitar más porque se te da de maravilla.
ResponderEliminarFelicitaciones y abrazos
Ana, pero si lo he practicado bastante. No siempre tienes tu propio tiempo y lugar para esa práctica, pero de vez en cuando sale. Nunca es un ejercicio de voluntad, sino de sentidos, sentimientos, recuerdos y deseos pendientes. Pero siempre es una puerta abierta porque mi casa personal solo la cerrará la muerte.
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