"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





viernes, 4 de junio de 2021

Un apunte sensitivo sobre aquel cuento de Tokio

 




Tras dedicar dos buenas horas a ver Tôkyô monogatari -título traducido al español como Cuentos de Tokio-, el filme de Yasujiro Ozu realizado en 1953, he sentido un acceso de calma. Me ha parecido increíble que a estas alturas de mi vida una película de tantas décadas atrás me haya dicho tanto. Cada vez creo más en el modo en que se desarrolla un filme. En el sentido del tiempo que un director sabe desarrollar a partir de lo que existe en la vida misma: el silencio. No entiendo de cine. Sí de las sensaciones y de los estados emocionales que se desencadenan dentro de mí. Y las vías que un argumento determinado -adobado a la perfección con una interpretación ajustada y expresiva, sin concesiones a lo sobrante- se abren en la mente. Como si uno quisiera participar de la obra que acaba de ver. Y que no puede por menos que relacionar con la propia historia personal. Se me grabaron dos frases. "Con el tiempo los padres y los hijos se alejan", dice la dulce Noriko. Mientras que uno de los personajes varones apostilla en otro momento: "Nadie puede ayudar a sus padres más allá de la tumba".


Luego descubrí un enlace en el que flota cierta referencia aquel tiempo, a aquel lugar, a aquella mujer..., pero simple y caprichosa ficción.



Adjunto enlace del filme.


26 comentarios:

  1. Habrá que ver la película.
    Gracias por el enlace.
    Un saludo.

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    1. A mí, además de gustarme, me ha resultado útil.Gracias a ti.

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  2. Con el tiempo los padres y los hijos se alejan", quizá la frase más cierta de esta película, en que todo ella es cierta, pues yo que no entiendo de cine, la pude entender a la primera.
    Salvando las distancias, es un neorealismo oriental, más lento que el italiano, cierto, pero con los mismos problemas sociales, el mismo paraguas colgando detrás de la puerta , las mismas carencias y el mismo problema cuando nos hacemos viejos.
    Me ha agradado volverla a ver.
    salut

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    1. Probablemente es tal cual dices, pero cómo está llevada la película me ha parecido magistral. No es Hollywood aunque el director mirase a Occidente en todos sus filmes. Pero eso fue propio de la posguerra en Japón. Que la situación de la ancianidad queda magníficamente retratada, sin necesidad de muchas palabras ni de situaciones excesivas, es obvio. Al final la Humanidad acumula el mismo tipo de problemas y conflictos sea cual sea la cultura, el país, el tiempo histórico. Un abrazo.

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  3. Esas viejas películas japonesas siguen impresionando.

    Saludos.

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  4. Esa frase de padres e hijos es correcta, y perdurará siempre. Un bonito film, que puede verse más de una vez sin cansarse.

    Un abrazo y feliz día

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    1. Cinematográficamente hablando es magistral. Buen domingo, A.

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  5. Boa dica, não vi o filme... Mas retrata uma realidade comum à Humanidade, o tempo separa as pessoas, há outras prioridades e perante a morte, ficamos impotentes.
    Bom domingo
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Ciertamente. Aunque la película trate estos temas lo que más me ha interesado de ella es que los trata en 1953 un director proveniente de cultura tan diferente a la nuestra -aunque muy influenciado por lo occidental- y la manera estética y técnica como desarrolla el filme. Bom domingo, Marta. Abraço.

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  6. Tendré que ver la película. No puedo opinar sobre ella. Cuando estudiaba en Francia, tuve ocasión de estudiar y llegar a conocer a un japonés, que me hizo conocer su cultura y muchas de sus costumbres. El pueblo entero, adultos y jóvenes -en general- tienen un sentido de la belleza, de la vida, del sacrificio e incluso de la muerte, que transmite sosiego, serenidad y paz. No es extraño que se plasme algo así en una película, y supere mejor el paso del tiempo que las de los directores españoles de la misma época.

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    1. Por supuesto, dos mundos -aquel y el hispano- con dos tiempos, dos culturas, dos aprendizajes de la vida. Me interesa esa época posterior a la guerra mundial en Japón, aunque no es el objeto principal del filme también tiene sus referencias. La aparición de las chimeneas en varas secuencias o ciertos comentarios de los ancianos sobre la magnitud de la gran urbe hacen pensar en aquellos cambios que tuvieron lugar en base a un esfuerzo productivo y laboral extraordinario. Por supuesto que el peso de las creencias religiosas, y su estela de conductas, con su enfoque más pausado, está a mil años de lo que había aquí en aquella época. Recuerdo una conversación de unos señores con mis padres en un viaje cuando yo era niño en que hablaban del amor que tenían los japoneses con los niños y la atención que les prestaban, y mis padres se maravillaban.

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  7. No conocía el film y menos a la actriz (que tan bien parece haberse metido -también- en la protagonista de la novela) Tampoco sé de cine, sí lo disfruto en forma nada metódica. Otro abrazo

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    1. Sepamos o no de cine se trata de aquello de carpe diem aplicado a todo lo que pasa ante nosotros. Tomarlo si nos gusta y más si nos cautiva. La actriz Setsuko y su generosa sonrisa.

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  8. La he visto un par de veces, lo increíble es que no se hace larga a pesar de durar más que una película normal; lo otro que me pasó es que la segunda vez pensé al principio que era la versión antigua de la película ya vista, uno pierde la noción de la época exacta en la que se desarrolla. Totalmente recomendable, seguramente la vea una tercera vez. Gracias

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    1. Pues sí, las películas magistrales es lo que tienen: una invitación a ver de nuevo. Siempre captamos lo que antes e nos había pasado de largo. Más el deleite.

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  9. gracias, Fackel, me ha encantado!

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    1. Gracias a ti, hay cosas que debemos compartir.

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    2. ¿Por qué no sale el apartado de comentarios en tu entrada sobre Maiacovski?

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    3. ayss se me había olvidado dar el ok genérico

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  10. Es curioso, aquel cine en el que se nos mostraba un Japón de la postguerra también me ha interesado mucho. Percibo en él un reposo de análisis social que es todavía válido. Incluso me siento cada vez más atraído por el tiempo narrativo de estas películas, que tan poco gustarán al público mayoritario.

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    1. A mí hasta hace pocos años tampoco me atraía la medida de ese tiempo narrativo. Que no solo se da en autores japoneses sino rusos o húngaros, por ejemplo. Pero creo que mi receptividad a esa otra manera ¿menos peliculera? de narrar viene con la edad. Y con la necesidad de que para ahondar en el conocimiento hay que huir de lo vertiginoso, líquido, fugaz.

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  11. Gracias. Veré la película. Has hecho que me entre la curiosidad.

    Abrazos

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    1. Me alegro. Pero hay que entrar en un territorio de calma para verla.

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  12. Fáckel:
    sinceramente, no sé si podré ver la película, pero, de cualquier modo, muchas gracias por mandar el enlace.
    Un abrazo.

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    1. Por supuesto, no hay ninguna obligación, yo solo pretendía transmitir algo valioso. A mi entender. Salud siempre.

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