No tengo ganas de escribir hoy. Me abandono al arrebato que me causa la acústica, la vocalización y el ritmo de la cantautora feroesa Eivør Pálsdóttir. ¿A qué tiempo, a qué paisaje, a qué humanos, a qué vida, en fin, me traslada?
LE CAMP DE JUDES... UN NOM PRÉMONITOIRE ?
Hace 36 minutos
A veces, los sonidos transmiten más que muchas palabras. Este parece un canto ceremonial, casi un lamento, con fondo rítmico muy básico de corcheas. Evoca algo tribal y primitivo, como de otros tiempos y de lugares lejanos.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues tal me parece a mí también. Desconocemos tanto de otras culturas. Al principio pensé que tenía que ver más con cultura indioamericana y me sorprendió que fuese de territorios muy nórdicos de Europa. De todos modos se ve que ella pone una creación intensa de su parte.
EliminarFabulosa, maravillosa, no la conocía. Gracias por darla a conocer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Voy a añadir embriagante, aunque en esto de las sensaciones todo es muy subjetivo. Un abrazo.
EliminarA mi me ha trasladado a tiempo pasados, cuando aún no había instrumentos y el hombre solo se acompañaba de la voz y de golpes en el suelo.
ResponderEliminarSaludos
En efecto, culturas ancestrales, de la Edad del Hierro, por ejemplo, o propio de celtibéricos, y es que la percusión está tan extendida por el planeta...Acaso sea, junto a la voz, el medio más antiguo y generalizado.
EliminarLo de escuchar música, es un placer en sí mismo, y no sé si pude solaparse con el placer de escribir.
ResponderEliminarBuena elección. Un abrazo
Es un placer enajenante y, como en este caso, en ocasiones lo breve llega más profundamente a la comprensión racional y al espectro onírico.
EliminarMe ha ocurrido lo mismo, este calos me ha aplastado, dejándome en modo asfixiado.
ResponderEliminarEsta pieza me retrotrae a un símil de música étnica.
Saludos.
Me pillas a mano. Ya veo que todos los que comentamos vamos coincidiendo en analogías y asociaciones. Debe ser que todos tenemos un profundo respeto por lo ancestral y por la pervivencia de esta transmisión, y las adaptaciones pueden servir perfectamente a mantener una llama de cultura primitiva. A las que tanto debemos para llegar a donde nos encontramos.
EliminarBuena pieza has escogido, Eivor es una cantante a la que escucho desde hace un par de años y la verdad que tiene una voz magnifica.
ResponderEliminarLa canción que has escogida es una de sus piezas más conocidas y más singular.
Un saludo.
Ha sido un hallazgo casual. No conocía a la intérprete, así que a la novedad se suma la calidad y he querido difundirla. Gracias, Ángel.
EliminarGracias por dármela a conocer.
ResponderEliminarEl ritmo y la voz, qué maravillosa expresión de la música que llevamos en los genes.
Y además qué enérgica y plural en su vocalización.
EliminarMe sucede igual que a FRANCESC PUIGCARBó
ResponderEliminarGracias ¡
Salut ¡
Y a mí.
EliminarAmigo Fackel, no tienes ganas de escribir, escuchas la música y ya está. Te entiendo perfectamente, ya sabes que yo también lo practico, me detengo y escucho música, mucha música.
ResponderEliminarAbrazos
Por supuesto, yo no escucho tanta música como tú ni por el forro, pero hay que escuchar también los sentidos, y a veces estos piden serenidad.
EliminarNo conocía a esta cantante. Me ha parecido una música muy primitiva con un ritmo ancestral poco elaborado. Quizás podría interesar a Bela Bartok.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Tiene otras composiciones que recuerdan a otras creaciones tradicionales de zona irlandesa. Supongo que los vikingos tendrían mucho que ver en la cultura de las Feroe.
Eliminar... Un viaje al pasado. Estoy acostumbrada a este tipo de música, elemental, básica... que te lleva a la mas primitiva naturaleza, a paisajes inexplorados de verdes montes cerros, y aguas cristalino. Al sonido del tambor indio, de la quena, de la baguala... Esa música, esa armonía que está en las raíces del ser mas primitivo. Gracias, F.
ResponderEliminarPues apúntate a escuchar los tambores japoneses de kodo, aunque no son muy dulces precisamente. A mí también me gusta todo lo que sea prospectar en artes del pasado, pero hay mucha reconstrucción que ve a saber si era como dicen.
EliminarLlega bien profundo.
ResponderEliminarGracias
Embriagadora, enajenante.
EliminarVer a Eivor por los blogs me encanta, llevo siguiendo a esta feroesa desde hace años, y de hecho ha aparecido por mi blog en varias ocasiones precisamente por lo que dices; difundir una cantante tan extraordinaria, pocas veces se puede escuchar una voz tan portentosa como la suya.
ResponderEliminarSi no lo has escuchado, Fackel, ye recomiendo encarecidamente "Min Modir", espectacular canción ( y vídeo) hacia su tierra, las Islas Feroe... te gustará.
Un saludo.
Te he hecho caso y he escuchado la composición que señalas, y ya se ve que es muy étnica. Me ha gustado. Seguiré escuchando otras que haya por la red. Saludo.
Eliminarsorry, siento discrepar, no me gusta, (no por arcaica y remota), si no por agresiva, forzada, impostada...
ResponderEliminarAy, pobre, y yo que creo que tiene su misterio (lo de impostada no lo percibo, pero bueno)
Eliminarno me hagas mucho caso, que hoy estoy un poco puñetera!
Eliminarpar de besos
Ningún problema, me parece formidable saber que cada cual percibimos las cosas de manera diferente. Y en este caso no nos jugamos nada.
EliminarLa cuestión es expresarse directa o indirectamente
ResponderEliminarSí, señor, participar en otras señales expresivas. Al fin y al cabo, hablando o con silencios, todos influimos en todos.
EliminarEl sonido de culturas anteriores, posiblemente tribales, se hace eco en su voz y tambor...
ResponderEliminarNo sé por qué, estos sonidos y voces armonizan mi espíritu... me gustan mucho...
Abrazo
Tal vez es que somos propensos a dejarnos armonizar por tantas interpretaciones...La música opera constantemente sobre nuestros estados de ánimo y sobre nuestras quietudes o inquietudes intelectuales. Es enajenante esta mujer, al menos en esa interpretación.
EliminarFáckel:
ResponderEliminaresta música, estos gritos desgarradores y ese ritmo le vendrían muy bien de fondo al cuento de la señora japonesa que pasó de sierva a ama en el amor.
Salu2.
Vaya, D., te has dejado llevar por asociación de sensaciones, ya te veo.
EliminarMe ha gustado. Hay que dejarse llevar. En América, esa música sigue viva. Es un regalo. Y recordarlo, como tu haces, es darnos una oportunidad para apreciar que el pasado está más cerca de los sentidos que lo que creemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando el pasado deja huella, genera secuela y estimula creaciones en su onda suelen surgir novedades. Pero todo lleva su tiempo. No sé el futuro. La historia de la Humanidad ha acumulado tal cantidad y nivel de aportaciones que a veces pareciera agotado lo nuevo. Otros lo verán más adelante.
EliminarMaravillosa música, cantante, ritmo. Tiene una voz hermosa y su idioma es muy bello. Parece música chamánica. Una especie de canto ceremonial para acompañar ritos de paso.
ResponderEliminarGracias por compartir tanta belleza. Además la cantante es muy guapa.
Escuchar este tipo de canto da energía y nos conecta con nuestro pasado ancestral.
Un abrazo
En efecto, en parte la música, la cadencia de sus cantos, el uso de la percusión, al principio de descubrirla me recordaba alguien de una tribu india de Norteamérica. Es de las Feroe, y algo de ancestral, no sé si vikinga u otra cultura, tiene que haber.
EliminarSiempre traslada este tipo de música, canto y en definitiva interpretación. Mira, aprovecho y me pongo a escucharla de nuevo. Gracias a ti por recordar. La belleza siempre sana la mente.