Este dulce individuo se ha presentado ante mi casa, ha llamado a la puerta y me ha extendido la patita. Creo que se ha dado por satisfecho cuando yo le he ofrecido mi mano. No me ha mirado con languidez sino con satisfacción. Yo también he condescendido. Como saldando una deuda pendiente. Quiero que sepas que no soy mascota de nadie, le he escuchado decir, sino perro avenido al mundo de los hombres. Si te lo pido en algún momento, ¿me acogerías?
Yo he pensado: ¿hablará solo por él o por todos los de su especie? Como he permanecido perplejo y no solo callado ha esbozado un movimiento de boca que a mí me ha parecido risa. Como aquel can de no recuerdo qué dibujos animados. Luego le he dicho: ¿a ti te parece bien pedir asilo en este mundo neurótico y contradictorio de mi especie? No del todo, ha saltado, pero nos habéis contagiado un poco con tanta domesticación y hemos cogido gusto a vuestros hábitos. Varios compañeros míos vienen comentando desde hace mucho, ha añadido, que solo hay que esperar al tiempo oportuno en que os sustituyamos. Ya hemos aprendido bastante, para bien y para mal, de los humanos.
Después ha seguido su camino, sea cual fuere. No me ha dado tiempo a invitarle a entrar. Será que tendría recados. O saldar otras cuentas con gente tan pejiguera como yo.
(Recordando a Cipión y Berganza, los perros humanos de aquel coloquio tan jugoso de Miguel de Cervantes)
Una delicia leerte, un bonita fabula, creo que con un final triste. Hemos hecho de los perros algo tan semejante a nosotros mismos, que están condenados a extinguirse con nosotros, o volver a ser lobos.
ResponderEliminarUn saludo.
Voy a decir algo duro. Muchos perros están atontados. No parecen perros, son mascotas. Un producto de los dueños y de la industria que gira en torno. Si no has leído nunca "El coloquio de los perros", de Cervantes, no te la pierdas. Es una novela fresquísima, ingeniosa y moderna. Saludo.
EliminarQué bueno y menudos ojazos bajo esas cejas canas. Ay la comodidad , como nos pierde a los mamíferos! Precisamente cada perro tiene su propia personalidad al margen de amos, raza o crianza. Aunque no lo parezca mi compañera canina adivina mis pensamientos y obra en consecuencia, yo la imito y me someto a sus necesidades fisiológicas. Ni te cuento lo bien que sabe espantar al personal para que no me moleste amén de contarme lo que piensa de cada cual ....y en su día comprobé de diversos modos que acertaba la muy.....
ResponderEliminarGuau, guau (suficiente lenguaje, ¿verdad?)
EliminarHas introducido una interrogante sencilla de dilucidar, de cajón, vamos. 1- los cánidos como descendientes del lobo son animales gregarios, gustan vivir en sociedades jerárquicas, 2.- Si el perro se queda solo y encerrado en casa siempre será más feliz si se siente acompañado por otro de su misma especie! 3.- Luego, resultara más tranquilizador para su propietario tener 2 o 3 perros que se acompañen durante sus ausencias. 4.- El único inconveniente: si uno ladra, los demás le harán coro y molestarán al entorno. Ese es un factor muy importante, condicionante y determinante.
EliminarPor supuesto el factor suerte, como en todo, es primordial, por ello siento que cuando me falte Zoleta no me quedarán ánimos para enfrentar otra interrogante perruna inmediata. Además educarlos bien implica mucha disciplina por ambas partes.
Reconozco que me costará adaptarme tras haber vivido alrededor de 8 lustros entre ellos, generalmente en plan manada mixta junto a mis propios cachorros.
Me parte el corazón mirar a los ojos de tantos inocentes infortunados y no puedo poner un pie en los albergues caninos, algo demasiado cruel que me retrotrae a las miserias humanas propias y ajenas.
Ya ves, se puede ser muy sentimental en un sentido y todo lo contrario en otros! La vida...... y dando gracias por haber tenido la oportunidad y capacidad de disfrutarla tanto hasta la fecha, Zola mediante!, jaaajjjj!
!. ¿Es verdad lo del punto 2 de quedarse en casa...? Soy un desconocedor del mundo cánido, algo menos de lobos y lobas que de perros y perras.
Eliminar2.Un solo perro en casa porque su dueño va a trabajar y no hay nadie más puede preparar una zapatiesta de órdago, lo he vivido en mis propios oídos y sistema nervioso. Hay algo que no aguanto de los perros, no sé si porque emulan a los humanos, pero es su sentido de repetir los ladridos con el mismo tono y sin fin.
Cuando se te muera Zoleta debes pensarte bien el rol que va a jugar para ti un nuevo animal o tú para él, jej.
Sobre las últimas conclusiones que sacas prefiero no entrar al quite, sería tema prolijo y en estos momentos tampoco tengo yo una actitud maravillosa respecto a los humanos. Me hizo gracias hace unos años un libro de la escritora Paula Pérez Alonso titulado No sé si casarme o comprarme un perro, una curiosa disyuntiva.
Huy si, la experiencia patética con perros ajenos mal educados marca mucho negativamente. Zola (más de 30 kg.) no ladra en casa , pero si lo hace fuera para saludar a sus amigos caninos y a las personas que le molestan, es decir casi todas, y su ladrido es fuerte y grave. No se lo impido porque desde siempre me viene bien que nadie se me acerque por la calle, no solo en estos tiempos. En casa sabe pedirme por señas comida, micción, deposición, etc. Tenemos nuestras propias reglas establecidas. Eso sí, se muere de alegría cuando ve a mis hijos y nietos y a sus perros.
EliminarMi perrinieta, ( un Westy) también centenaria, se adapta perfectamente a “ las reglas de la casa de la sidra”(la peli) , cuando mi hijo menor se tiene que ausentar de su casa por trabajo y me la trae. Ahora acaba de intercambiarse cama con Zola. Bueno, lo hacen instintivamente por costumbre ( cosas de familia!)
Espero poder vivír , en su día, perfectamente sin canes cerca. Se trata de otra etapa vital en la que cualquier dependencia resultará enorme inconveniente y me parece saber
vivir sola desde la más tierna infancia. Siempre tendré miles de cuestiones pendientes mientras la curiosidad no desaparezca, de lo contrario a dormir! Mis padres sin enterarse lo propiciaron y la vida me amaestró .
Ahhh si, tras algún análisis circunstancial , también considero más sana la convivencia perruna que la humana, hijos incluidos. Otra cuestión es sentir la natural presión biológica de la reproducción, pero ese es solamente un ciclo en la vida presente. Luego ya....
Jaajjj, No es una curiosa disyuntiva para algun@s tal y como está el mercado por ambos bandos! Eso sí, toca madera para que tus vecinos no se agredan, ni tengan niños berreones ni chuchos ladradores y destructivos. Mira por donde siempre tuve suerte en ese sentido!
Es verdad, malo es que te toque vecinos sin perro pero con broncas. Creo haber tenido suerte hasta la fecha.
EliminarPue sí, ellos, los perros tienen su vida, y sus ocupaciones, por eso, aunque nos saluden con la patita, pueden seguir su vida, porque han sido condescendientes con un humano. Pobres bichos :-) deben pensar.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde
Pues resulta que a lo mejor saben más de los humanos que nosotros mismos. Bueno, eso los canes listos.
Eliminar
ResponderEliminarSimpático, cálido, entrañable... se me ocurrió instantáneo, al ver a ese perrillo, tan parecido a uno de los dos que tengo en casa, y al hermoso texto que lo acompaña. Y es que todos los "individuos" vagabundos, me caen de maravilla.
Sí, es una experiencia única y enriquecedora, tener invitados voluntarios contigo. Tengo dos perros de esos, los dos invitados voluntarios de la calle, que se han quedado para acompañar, cuidar y avisar de ciertos peligros.
Eso sí, inscritos en su registro civil, con su libreta sanitaria.
Y podría decir tantas cosas de ellos... de su comportamiento y actitudes, de su mirada que dice tanto, tanto y de su inimaginada inteligencia, quien sabe si no superior a la de tantos humanos...
Enhorabuena, Fackel, un texto original y maravilloso. Buenatarde.
Se admite la experiencia. Tienes que enterarte a ver qué se cuentan entre ellos, que dicen de ti y de los humanos del entorno. Fácil que en su mundo su inteligencia tenga una altura que los humanos no entendemos, pero que sí aprovechamos. Utilizamos todo lo que se presta en el planeta, para bien y para mal. Saluda a los txakurras de mi parte, no permitas que se entontezcan.
Eliminar(Asociación de ideas: Me parece que es en el filme "Bleu" -qué peliculón- donde una señora de posición se baja de un coche, recoge a un flautista vagabundo, pero joven, de una calle de París y se lo lleva..., bueno pues eso, que se lo lleva y luego en otro momento lo devuelve a la misma acera)
Buena noche y mejor amanecer.
Mis txakurras te mandan saludos y te dicen que les gusta estar conmigo, que somos amigos y nos entendemos muy bien. Y que eres bastante incrédulo.
EliminarQué ricos ellos. Es que en otros tiempos fui excesivamente ingenuo y crédulo y ahora tengo que probar su antítesis. Guau.
EliminarTiene una mirada que te hace sentir culpable. tendrás que dejar la puerta abierta y que pase cuando quiera.
ResponderEliminarTiene una mirada que juzga. Qué habré hecho, Señor.
EliminarHe tenido que googlear pejiguera. Me has sacado una sonrisa
ResponderEliminar=)
En realidad pejiguero en masculino no existe. Habría que haber dicho: actitud pejiguera, por ejemplo, pero en términos coloquiales solemos decir: qué pejiguero eres, si nos dirigimos a otro macho.
EliminarEs precioso el amiguito; yo tengo cuatro, uno de ellos está siempre al lado mío, pero quizás es porque lo dejo que vaya a su aire, si se me acerca me tiene, si quiere su espacio, lo tiene, a veces viene y se acurruca conmigo buscando cariño y nuevamente lo tiene, al final él pone las reglas.
ResponderEliminarMe gustó tu texto, FACKEL
Pues me parece bien que sea él quien marque las reglas -no te creo del todo, pero bueno- pero tampoco les mimes en exceso. Oye, una pregunta, que soy muy curioso (para bien): ¿por qué se tienen tantos perros en casa?
EliminarCanina noche, Black's woman.
Entiendo que no me creas, pero es cierto, él [ellos] decide cuándo comer, cuándo dormir, cuándo acercarse o alejarse, lo único que yo decido es cuándo los llevo a bañarse y lo que necesiten, vacunas, etc, nos entendemos tan bien de esa forma, cuando vuelvo, no cabe en su pequeño cuerpito la alegría de verme, un par de minutos, luego toma distancia, no mucha, lo suficiente para estar cerca, sin estarlo tanto.
EliminarSe tienen porque tengo espacio más que suficiente, pero también porque están bien cuidados y queridos, porque a dos de ellos los rescaté de un albergue, los iban a dormir, tenían como mes y medio; ya tenía uno, sumaron tres, todos de raza grande, el último y de raza pequeña me lo obsequiaron y evidentemente no iba a rechazarlo, tenía su carita de asustado y estaría mejor conmigo que quién sabe dónde y con quién.
Bueno, ahora ya te creo más. Y agradezco la explicación que seguro que no merezco.
EliminarBuen día y mejor estar.
Anda, un perro que habla, como si fuera un personaje de Murakami. Aunque a este le van más los gatos.
ResponderEliminarYo tuve un par de experiencias con mascotas y voy bien servido.
Un saludo, Fackel.
Pues lo que comentaba antes, una vez leído "El coloquio de los perros" cervantino te das cuenta que no hay invención posterior original al respecto. Cómo sabían interpretar aquellos canes los comportamientos del mundo zoológico humano.
EliminarInvitalo a entrar, al igual encuentras alguien más inteligente que los humanos.
ResponderEliminarAl menos más razonable que algunos de nuestra especie, ya lo creo.
Eliminarestos días me he enterado de que Poncio Pilatos tenía un perro, Bangá, el único ser viviente al que tenía cariño, al que acariciaba con suavidad entre las orejas mientras le contaba sus batallas existenciales, sus terribles dudas... entiendo a Pilatos...
ResponderEliminarNo o había oído nunca, ¿dónde se cita eso?
EliminarPero teniendo en cuenta que en esa mitografía conocida le hacen a Poncio P. responsable de la muerte del muerto, que vaya usted a saber cuántos otros muertos habría habido, cuando todo el relato viene hablando constantemente de la actitud de la población y de las autoridades paralelas de Israel, que parece que se hubieran ido de rositas, yo ya no me creo nada. Cada vez menos. Pero me resulta más verosímil tener un perro que no el resto de la historia que nos contaron para afianzamiento posterior de un poder omnímodo y universal. Lo siento, soy un descarnado incrédulo.
Mijaíl BULGÁROV
Eliminar"El maestro y Margarita" Cap. 2
Se editó en 2002 en una colección DE CLÁSICOS DEL SIGLO XX en EL PAÍS. Extraordinaria, recomendable; los rusos es lo que tienen que escriben como los ángeles. Si no lo tienes, te recomiendo la traducción de Marta Rebon.
Pues mira, la tengo, y comencé a leerla hace tiempo, pero me costaba situarme y la abandoné. No recordaba lo del perro. Es que la literatura rusa es muy rusa, unos escriben como ángeles y otros sobre los demonios, jej (Fíodor, por ejemplo) Cuando en los 80 le pregunté a un amigo muy ilustrado que me sugiriera lecturas rusas me dijo sin dudar: lee a Dostoyeski. Tal vez porque en su perspectiva de sociólogo y revolucionario español se había asombrado siempre con los relatos de las tierras y la clase popular rusa, siempre tan hundida. Bueno, tu comentario es un acicate para que me retome al maestro y etc. Nunca es tarde para algo mientras se respira. Gracias.
Eliminaren esta novela el diablo es el gran protagonista!!!. el principio es un poco enrevesado pero dale un par de capítulos, lo vas a pasar muy bien
Eliminaryo llevo la mitad de la pandemia leyendo rusos, Valerie Grossman, (Vida y destino) Andrei Bely (Petersburgo). (Dostoivski es un pelín intenso, pero claro, es el propio Universo de la humanidad lo que nos cuenta).
A la espera de las Meditaciones de M.A. En Logroño tenemos todo cerrado.
El libro citado de Vasili Grossman es un monumento, pero ¿quién lee a estas alturas estos libros que hacen pensar y además informan de un tiempo y unos lugares y unas personas y unas situaciones...? Vaya ya veo que lo ruso te encandila. Te felicito.
EliminarMe gusta el relato y esa interacción imaginaria que describes en el mismo no está tan lejos de lo posible. Después he leído los comentarios y he visto muchos matices en los comentarios y en tus respuestas...
ResponderEliminarSobre el mundo de los perros se han dicho muchas cosas, y algunas de ellas desde el pedestal científico como si fuesen dogmas empíricamente contrastados... Últimamente, he visto que muchos de esos dogmas del pasado están siendo rectificados por evidencias del presente vistas a la luz de la tecnología y de la experiencia de quienes conviven (convivimos) con perros, gatos, etc. (no me gusta nada la palabra mascota)...
Mi perro es mi compañero de vida, un miembro más de la familia que se expresa según su propia naturaleza y aprende a convivir dentro del núcleo familiar, asumiendo rutinas y costumbres, como lo hacemos los demás... Los animales que viven en compañía estrecha con humanos entienden su leguaje más de lo que pueda creerse, y los humanos entienden los matices del lenguaje fonético y corporal de ellos de igual forma...
Supongo que cada cual tiene sus pensamientos y sus sentimientos con respecto a los perros y a otros animales en general o en particular... A mí me gustan mucho los perros, me hacen mucho bien, y el tiempo que he compartido y comparto con ellos entra dentro de ese tiempo que nunca tienes por perdido y sí por muy disfrutado... En general me gustan todos los animales, soy vegetariano porque no me gusta matarlos ni comérmelos, y puedo decir que el amor de un perro (por ceñirme al tema de tu post) es incondicional...
He leído en una de tus respuestas que lo que no aguantas de los perros es que repitan su ladrido con el mismo tono y sin fin... El ladrido es su lenguaje y tienen varios tonos de ladrido, según el tono así es el mensaje que lanzan... el que tú dices, por lo general es disuasorio, es para decir: eeehhh, estoy aquí dispuesto a defender mi territorio... cuando llaman o piden, suele parecerse más a lo que llaman lloro... y cuando van a atacar también se nota bien, gruñen, enseñan los dientes y erizan el pelo del lomo...
Y lo de las razas peligrosas es otra tontería, no hay razas peligrosas, sólo dueños irresponsables y peligrosos...
En cuanto a su inteligencia, todos son muy inteligentes, aunque algunas razas más que otras...
En fin, que yo estoy encantado con mi perro, él respeta mi humanidad y yo su perrunidad y convivimos como mejor sabemos... llegó a casa de madrugada en brazos de mi hijo, no sabíamos que lo iba a traer, pero lo posó en el suelo, me miró, lo miré... y le entregué mi corazón... y hasta ahora nunca me ha defraudado...
Perdón por la chapa, el mundo animal es mi debilidad...
Abrazo
Si entiendo todo lo que dices. Si seguro que yo estaría encantado de tener uno cerca, pero no para asumir responsabilidades, por supuesto ni complicaciones especiales. De niño en mis veranos del Norte vivía intensamente con los perros que había en aquella venta, y ellos conmigo. Pero la vida urbana es otra cosa, y tampoco soporto lo de mascota.
EliminarCuando me referí a que los perros ladran en un sin fin me refería al hecho de que hay propietarios de perros que los dejan solos durante horas, yo entiendo que ello se sientan como se sientan y lo manifiesten con su lenguaje ad hoc, pero como cualquier ruido es algo que rompe los nervios. Por supuesto, culpo a los caraduras de sus dueños, que los tienen al pairo. También esto es cuestionable respecto a que mucho "amor" teórico por un animal, dicen los propietarios, y un desprecio olímpico por las molestias que pueden causar a vecino, ¿o no? Algo huele mal en Dinamarca entonces.
Pues sí, supongo que los perros serán conforme quieran sus dueños. Si estos los tienen y preparan para la defensa violenta o simplemente les dan un ejemplo incívico -seguro que los perros lo detectan y lo aprenden- pues los animales saldrán tan bestias como los dueños.
Nada de perdón, te comprendo, me par4ece todo bien siempre que sepamos conducirnos paralelamente bien con animales perros y animales humanos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa sabes que lo que no pongamos de nuestra parte no lo trae providencia divina alguna. Se agradecen siempre los buenos deseos, R.
EliminarTengo muy buena impresión de las personas que aman a los animales con actos más que con palabras
ResponderEliminarEn efecto, te entiendo. Pero por extensión se puede aplicar con respecto al género humano.
EliminarEl coloquio de y con los perros nos hace bien humanos, desde luego. Yo también pienso que se están arrepintiendo y quieren dar marcha atrás, hacia el lobo.
ResponderEliminarAcaso la evolución implica también involuciones. ¿Te imaginas un pacto y una conjura cánida que diera paso a una insurrección? Mira que en Castilla están los montes revueltos y la vieja disputa campesina / lobuna reverdece.
EliminarCon el que ahora tengo, hemos tenido 4 perros. Uno fue hijo de NUBA, la primera, que significa "suerte", según Antonio Gala que siempre tenía coloquios con su Troilo.
ResponderEliminarEstos animales, nos han descubierto mucho de lo mejor de ellos y en gran parte nos han ayudado a sacar lo mejor de nosotros. Escribí algo sobre los 2 años primeros de mi hijo, con Nuba sobre mi regazo. Se titulaba, "Antes de la memoria y la palabra". Y añado, mi hijo desde la cuna, no dijo su primera palabra, "papá o mama", su primera palabra fue "Nuba".
Se pasa bien con ellos, pero sufres como con un hijo, cuando se van.
Tu descripción del vagabundo, es entrañable, pero cuando lo tienes, formando parte de la familia, descubres destellos de su maravillosa
alma, fiel, dulce, serena, juguetona y libre.
Gracias por, descubrir alago especial en esa mirada y en el coloquio cervantino de los perros. No digo que queda mucho por descubrir y aprender, digo que nosotros, seguimos aprendiendo y cada día nos sacan mil sonrisas y mil conversaciones.
En mi infancia, en la montaña, descubrí la caza del lobo y pude tener un momento en mis manos unos lobeznos adorables. El contraste de la belleza y la libertad, Rodríguez de la Fuente, lo plamó.
Pues lo que es entrañable es tu texto, ese testimonio que, al igual que otros que han comentado antes y también tienen canes, es para tener en cuenta y apreciar. Casi le entran ganas a uno de pasar al bando canino, digamos. Pero sigo pensando que la ciudad no es el lugar más adecuado para los chuchos. Gracias, José Manuel.
EliminarQué alucinante. Hace poco yo tuve esa experiencia. Regresaba a casa a las nueve y media o diez menos cuarto de la noche. Un perro callejero me miró y se acercó a mí. Era muy bonito. Tuve la sensación de que quería que lo adoptara. Antes de que pudiera reaccionar siguió su camino como si nada...
ResponderEliminarMe quedé intrigada.
Abrazos
Recuerdo una ocasión en que mi hija pequeña fue a por el pan y se encontró un perro, que tenía dueño y debía de estar este por el entorno, el perro se dejó decir algo y ella pensando que estaba solo lo subió a casa. Hubo que devolverlo enseguida, pero no creas que el amo andaba como loco buscándolo. En fin, hay cada ser...
EliminarTal vez el perro de tu encuentro probaba suerte y te tanteó. Qué cosas tiene la vida, incluso la perruna.
La verdad es que no me gustan los perros. Nada de nada.
ResponderEliminarSalu2, Fáckel.
Estás en el derecho a ello, a la libre elección, gusto, criterio y todo lo que quieras, pues no faltaría más. Y te entiendo. Por cierto, ayer he leído en algún periódico que había crecido la adquisición de perros durante la pandemia. ¿Por qué será será? ¿Qué falla o por dónde va de la psiqué de muchos individuos para que recurran a ellos? ¿O será que se ha casado menos gente? Ay señor, el día que se rebelen los perros contra los humanos...
EliminarFáckel:
Eliminarsupongo que será para tener una excusa y bajar a la calle en caso de confinamiento y restricciones. Más de uno de esos perros acabará abandonado.
Salu2.
De todo ha habido en la viña. Pero me gustaría prospectar más -no está en mi mano- en las motivaciones emocionales del individuo humano.
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