Me he enterado de que el poeta Adonis (Qassabin, Siria, 1930) ha cumplido el primero de enero 91 años. He procurado tener de lectura cíclica su obra poética, íntima prospección sobre el denominado ser humano en todas sus travesías de espacio y de tiempo. Su obra, escrita en árabe, tiene ecos de toda la tradición anterior, tan secular como sensible. Tiene una vasta producción literaria pero me apetece destacar especialmente sus dos volúmenes, de distintas épocas, de la obra titulada Al Kitab / El Libro, editada por Ediciones de Oriente y el Mediterráneo. Dice el filólogo Federico Arbós: "El Libro nos remite, más que a una Escritura sacra, revelada -que también-, al concepto esencial y cultural de escritura humana. Un intento de obra total que busca conscientemente la mixtura y descomposición de los géneros literarios codificados, un proyecto quizá imposible, irrealizable, como esa perpetua aspiración de Mallarmé cifrada en Le Livre o de Pessoa en El libro del desasosiego".
Adonis tuvo que exiliarse de Siria en 1985 y después huir de la guerra civil libanesa para instalarse en París, desde donde sigue escribiendo. Ha sido propuesto en varias ocasiones para el Nobel de Literatura, nominación a la que no parecen los sabios de Sión de la Academia Sueca haber sido receptivos hasta la fecha. Pero el verdadero premio lo obtiene quien se acerca a su obra, sin los condicionamientos de títulos y reconocimientos de las vanidades de este mundo.
Leo en la prensa también que una serie de gente interesada y seguidora de su obra, le han querido felicitar enviándole escritos y vídeos, e incluso abriendo una web:
Y a mí también me ha apetecido hacerlo desde este blog. No puedo evitar homenajear al don de la palabra y a quienes la inventan. Tomo dos poemas que una vez escribí, hace mucho, bajo la influencia de algunas lecturas de poesía árabe tradicional y moderna. Ahí van.
El sol caminaba hacia el cénit del día.
En mi paseo di con un solar donde unos albañiles
apuntalaban un edificio maltrecho.
Aquí se acumularon muchos libros, me dijeron.
Pero un descuido prendió sus anaqueles
y el fuego abatió también las huellas del saber acumulado.
Reconozco que aquella novedad hirió mi alma.
¿Cómo se reconocerán los habitantes de la ciudad,
me pregunté, si de su herencia quedan ahora solo cenizas?
Cogí al azar uno de los textos demediados y maltrechos.
Las llamas había devorado el nombre de su autor
pero su obra era transparente y así escuché aquellas palabras:
Ese palmo de tierra bajo tus pies es tu propiedad.
Esa luz que te permite leer no rinde tus ojos a la ceguera.
Esa nube pasajera alivia tu camino.
Ese aire que sopla remueve tu cuerpo y con él tus pensamientos.
El agua de esa fuente limpia tus impurezas.
Y los ojos que se fijan en los tuyos toman algo de ti
y si tú los correspondes calmarán tu inquietud.
¿De qué te quejas si la vida se te entrega en toda su bondad?
Sé generoso con los elementos
pues ellos podrían prescindir de ti y seguirían siendo aunque no estuvieras.
Pero tú los necesitas para ser tú mismo.
Me llegaron como revelación aquellas palabras
y percibí que no hay otra verdad sino la que se comprueba,
aquella que la naturaleza concede y se debe aceptar.
Aquella que transforma nuestro saber
y que nos dice que con el saber se crecen nuestras vidas.
Agradecí al infortunio el encuentro con las cenizas
y acaricié las páginas salvadas como un amante acaricia
a la mujer que se instala en su goce.
La higuera
Hallé al poeta anciano sentado debajo de la higuera.
En mi ignorancia le pregunté qué hacía allí en soledad
mientras los demás venerables se hallaban a las puertas de sus casas
si para comer las brevas bastaba con desasirlas del árbol
si para tener sombra era suficiente el toldo de la calle principal
si para escribir poemas cualquier lugar era cómodo
con solo extender el cálamo y el pliego
si para agotar los días consolaba una apacible compañía
El anciano poeta me miró desde sus ojos turbios
y permaneció en un recogido silencio. Luego balbuceó con lentitud:
no pretendo acompañamiento alguno pues los días pasados son mi séquito
ni busco bajo este árbol dadivoso el cálamo
ya que su savia escribe acerca de los hombres mejor que mi tinta
ni me interesa la ficticia sombra de las tiendas que borra la llama cenital
que aún me permite ver mis límites
y puesto que a mi edad he saboreado todos los frutos del árbol y del cuerpo
no requiero de otro cuidado que no sea aquel que emana de mí mismo
Me miró con benévola dulzura y yo me incliné ante su prudencia.
La que sólo posee cual tesoro quien verdaderamente ha sabido sopesar la vida.
Quien esté interesado en leer más poemas de aquella etapa puede pasar por:
http://lasombradelanube.blogspot.com/
Hermosas lecturas nos proporcionas.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Como ya he dicho en otras ocasiones, son ocurrencias para sobrellevarla vita brevis. Gracias, Alfred.
EliminarHonradamente, no le conocía, pero ahora, de su mano, voy a leerle.
ResponderEliminarPor supuesto, por hacer llegar los textos propios, antiguos o no, porque son vida vivida. Un abrazo
Es verdad que no es un poeta muy conocido, es cultura árabe y no pienses que tradicional sino muy actual. Pero hemos vivido siglos de espaldas a una cultura que también fue de nuestros antepasados. Y hoy el mundo árabe lo tenemos olvidado, sin caer en la cuenta de que forma parte del Mediterráneo.
EliminarCuando me dio por escribir esos poemas de La sombra de la nube todavía no había descubierto a Adonis, pero la poesía arábiga española o andalusí, como quieras llamarla, no tenía pérdida. A veces es cuestión de ser receptivo.
Es un poeta extraordinario. La forma de descripción me recuerda algunos poemas árabes, las imágenes que presenta se pueden dibujar con solo leer sus versos.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Los enfoques que Adonis hace en toda su obra son extensos, está tan marcado por la cultura heredada como por todos los avatares que los diferentes países árabes han sacudido a sus miembros. Tengo un amigo clérigo católico al cual le fascina este autor. Salud, Francesc.
EliminarNo lo conocía. Por lo que leo, su poesía parece ser muy reflexiva, acerca de la condición humana, la sabiduría que da la experiencia, el tiempo y la memoria.
ResponderEliminarUn saludo.
Supongo que lo que lees lo has encontrado en internet, porque los poemas que se incluyen aquí no son suyos, él escribe mucho mejor y con mayor conocimiento de causa y sentimiento. Saludo.
EliminarGracias por traerlo a colación. Me he pasado por el enlace .
ResponderEliminarSalut
Es que me da rabia lo desconocido que sigue siendo Adonis, salvo para los maniáticos que leemos. Pero dudo que muchos poetas jóvenes se interesen. Adonis es profundidad, experiencia en carne y circunstancias. Y un lenguaje que no se presta a zarandajas. Da rabia que con la obra que tiene los de Estocolmo no se hayan interesado lo suficiente hasta ahora. También pasó con Borges. Ya sabes, la política al uso.
EliminarHay mucha lucidez en este escritor que ha tenido que exiliarse de muchas cosas, menos de la poesía.
ResponderEliminarMe ha gustado esa idea. Es que no es concebible a estas alturas que un Adonis se exiliara de su patria poética. De la otra no había más remedio (diez años de guerra en Siria y un Líbano tambaleándose siempre)
EliminarNo es de extrañar que despierte tanto entusiasmo entre los que se reconozcan como parte de la naturaleza durante el tiempo que les haya sido dado para disfrutar de ella. Y pobres quienes se sientan ajena a la misma, o puede que no tanto, porque simplemente nadie echa en falta lo que desconoce.
ResponderEliminarQuienes se asoman a las profundidades nanometricas de la materia, observan lo que que algunos llamarían infierno; pero da igual, puesto que la pura materia no tiene emociones, en el mejor de los casos toma prestada mediante la biología la ilusión del sentimentalismo emocional mientras el calor y la oxidación nos hunden en la “película” de las distinciones. Quienes hayan visto el proceso de rodaje de cualquier película desde sus inicios hasta el producto final quizás comprendan mejor no solo mis palabras, sino lo que de concepto cuántico reside en el proceso del film..
Las frases que he leído más bien me resuenan a filosofía del sentimiento.... pero seguramente se trate de mí “deformación vital”.
Desde mi ignorancia poética creí que hacer poesía consistía en obtener musicalidad de los términos con algún tipo de intencionalidad subyacente, lo cual, escrito sea de paso, se me antoja harto meritorio, lo de la rima libre incluido.
Algunos concebimos la materia en toda su amplitud, a las causas y a los efectos. La materia en sentido extenso es lo existente. Lo bruto desencadena a la especie humana una serie de posibilidades de desarrollo hasta la fecha ilimitadas. El afinamiento de los humanos es también un proceso largo. Probablemente las emociones, los afectos, los sentimientos, las sensibilidades, etc. han existido siempre pero creo que con el lenguaje y las condiciones de vida evolucionadas se han ido enriqueciendo, desarrollando, manifestando hasta hacer de todo ello un tema que se exterioriza, se habla, se expresa. La poesía es una manera expresiva más, abierta a cualquiera, pero como en todas las artes, unos saben ejercitarla más acertadamente que otros. Y con mayor sinceridad.
EliminarLeí una vez una entrevista al poeta, me pareció en sus respuestas un hombre sabio, equilibrado y racional. Pasó de largo en mis lecturas y hoy lo he recordado cuando te leía. Tus dos narraciones poéticas son magníficas, no sé si escritas bajo su influjo del poeta, aunque después de leerte durante estos años, diría que no pierdes tu marca y casi las reconocería entre otras muchas.
ResponderEliminarEn el tiempo de la sombra de la nube no había leído aún a Adonis. La primera vez que escuché hablar de él fue por boca de un amigo mejicano que vivía aquí. No sé siquiera si en España se había publicado algo de él. Yo esperaba que este amigo me indicara lecturas pero se marchó fuera de la ciudad y luego murió. Tardé tiempo en dar con obra del poeta sirio.
EliminarNo conocía a este poeta, pero, después de leer tu texto, me ha entrado un gran interés por su obra...
ResponderEliminarA ello se añade que la fecha de su cumpleaños coincide con la fecha en la que mi padre también los cumplía (falleció hace cuatro años, le faltaban dos meses para los 100).
Me gustan mucho tus dos poemas (leeré más en el enlace que nos dejas), ¡son tan lúcidos y tan sabios!
Abrazo
Lo que yo escribí no tiene una brizna de la experiencia y conocimiento en propia carne de lo que suele escribir Adonis. Adonis nos remite a las mitologías, a las culturas que le han fraguado a él y a sus pueblos, a la mística incluso, al diálogo con el acontecer sufriente del hombre sobre la Tierra. Abrazo.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarotro poeta que no conocía.
Tampoco conocía tu veta poética.
Salu2.
Conviene ejercitar, es higiénico y divierte. Diversión es: enfrentarse con las ideas fijas, diluir el riesgo de pensar en singular, abominar de las obsesiones, dispersar las capacidades hacia mundo no imaginados, establecer puentes con los sueños. La escritura, un ejercicio íntimo y personal, lo posibilita.
EliminarDe Adonis, por ejemplo:
http://www.poesiaarabe.com/adonis.htm
En el siguiente enlace Adonis recita en árabe su poema EL TIEMPO. Su dicción y énfasis son extraordinarios.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=x_JDlws9Dow&feature=emb_logo
Y en este otro enlace la letra del poema en español:
http://www.poesiaarabe.com/adonis_ali_ahmed_said.htm
Gracias.
ResponderEliminarHe leído algunos poemas. Volveré sobre ellos.
Salu2.
A por la noche, que va a ser floja (-6º se esperan)
Eliminar¡Espero que te hayas abrigado bien!
EliminarSalu2.
Pues temo más los próximos días; pero sí, procuro arroparme.
EliminarQué hermoso es el texto del libro dañado, me ha traído a la memoria un poema de Neruda, El amor: Tus pies. Trataré de hacerle un hueco a Adonis y tal vez me de un paseo por la sombra de la nube.
ResponderEliminarAbrazos.
Pasear por textos no implica nunca nada que perder. ¿O acaso el sentido del tiempo? Saludable mirada.
EliminarGracias muchacho por compartir lo que te gusta
ResponderEliminarNecesito tiempo para disfrutarlo y mente tranquila para analizarlo
pero lo haré...
Lo mejor del mundo
en este nuevo año para vos y todo lo tuyo
Eres muy amable, R. Que salga a flote lo mejor de cada uno de nosotros en el 2021.
EliminarHe leído lo que aún me quedaba de tu blog de poesía abandonado. Según avanzaba hacia atrás, tus poemas mas hondos, filosóficos?, intimísimos?, casimísticos?, enigmáticos?... mas me asombraban.
ResponderEliminarPor qué el abandono?...
También leí bastante del poeta Adonis, que no conocía. Magnífico. Lo seguiré leyendo, así como espero leer los que tú sigas escribiendo.
Por la poesía, Fackel.
Si te soy sincero nunca me planteo abandonar sino solo aplazar. Luego el río puede seguir su curso o convertirse en riera o rambla seca hasta que un día la inundación o bien seguir el secano. De cualquier modo se trata de dejar que lo que haya dentro de uno -las visiones, las sensibilidades, las necesidades de expresar- tengan su propio ritmo.
EliminarYo precisaría que más que por la poesía como tal, por la expresión en cualquier de sus imágenes y representaciones. Y ojo, que vienen malos tiempos para la expresión. Agradezco tu sincero comentario.
Tu faceta de poeta es sorprendente. Abrázala como quien abraza a un niño o a un gato.
ResponderEliminarSobre este poeta nada te puedo decir. Investigaré sobre su vida y su obra. No lo conocía.
Abrazos y felicidad
No me veo ni acunando ni poniendo en mi regazo ni mimando a la poesía. Es caprichosa y en ocasiones bastante díscola. Claro que la prefiero así.
EliminarUn poeta Adonis que puede costar leer porque hay que ir a su mundo y su cultura y saber un poco de los avatares de los lugares de donde procede.
Gracias por la dedicatoria, porque ya sabes la pregunta ¿qué es la felicidad? Alguien cantó: oh, felicidad, ilusa y abstrusa felicidad.