La vida siempre tiene precio. Antes o después lo pagamos. Pero si al menos se acompaña con dones tan significativos como las composiciones musicales que Ennio Morricone nos brindó en las bandas sonoras de muchas películas siempre será un precio bien pagado. Supongo que habrá sido de sobra estudiado cómo el cine potenció por una parte un tipo de composición musical, pero por otro cómo convirtió a la música en objeto de conocimiento y disfrute para amplias masas que jamás habrían asistido a un concierto en directo. Nunca olvidaré cómo descubrí al brillante Prokófiev a través de Alexander Nevski, de Eisenstein, allá en los lejanos tiempos juveniles de cineclub. ¿Y cómo olvidar innumerables bandas musicales de los años cincuenta y sesenta que todo el mundo tarareaba o silbaba después de ver un film? Algunas verdaderamente icónicas.
Ennio Morricone fue uno de los grandes. También uno de los nuestros. De los preocupados por el mundo y sus tiranías. De los que vivimos la confraternización entre ese otro mundo de las imágenes de butaca de patio y el de las realidades cotidianas. Hoy, al leer sobre su fallecimiento no solo me viene el tarareo de algunas músicas sino innumerables recuerdos que acompañan. Cines que ya no existen, personas con las que íbamos a ver películas y que han desaparecido, filmes que hemos olvidado, inquietudes desechadas, aspiraciones relegadas para siempre, modos de vida que no se parecen, circunstancias vitales que han mutado. Recordar hoy a Morricone es enfrentarse uno mismo con los fantasmas gratificantes del pasado, es decir con lo perdido. Y es que la vida tiene un precio. Bueno, muchos precios. Pero uno indiscutible, que no se puede regatear jamás. Adivinen.
(Fotografía tomada del diario La Repubblica)
Me gustan los western, mucho. Y si tienen música de Ennio Morricone, más. Se ha ido un grande.
ResponderEliminarHay un film con música -poca pero impresionante- de él y de Gravas: La batalla de Argel, una gran película, la revisioné hace poco y me sigue pareciendo de na entidad fílmica brillante.
EliminarMe quedo con dos maestros, este , por supuesto, y Henry Mancini.
ResponderEliminarSon mis predilectos.
Salut
Pues no te quedas con maestros flacos, no. Salut.
EliminarTenemos una edad, con su carga de recuerdos y principios, que ya no casan con las inmediateces actuales.
ResponderEliminarSe nos ha ido un referente para muchos de nosotros, pertenecientes a varias generaciones por supuesto, pues tuvo una carrera larga y prolífica.
Yo puse el solo de oboe de la misión, en ni pequeño homenaje al maestro.
D.E.P.
Si tuviéramos que elegir composiciones de Morricone lo tendríamos muy difícil, de ninguna puedo decir que no me guste, la de la Misión es soberbia. Hayd dos asunto que se unen en una figura y obra como la de Morricone: la calidad de sus composiciones y el tiempo en que nosotros las hemos recibido, que es también nuestro tiempo, y así la nostalgia.
EliminarFantástica música
ResponderEliminarSaludos
Cualquiera de la que puso en películas lo es. Saludo.
EliminarMe gusta pensar que nuestra generación, se distingue de otras por tener una "banda musical" muy rica. En mi caso (y supongo que en el de muchos más) me resulta casi imposible evocar episodios de mi vida, sin que al mismo tiempo suene en mi interior su música de fondo. Desde Nino Bravo, Feliciano y los Brincos, hasta la Creedence Clearwater Revival, los Beatles, Rolling Stones, Pink Floid, Dire Straits, pasando inevitablemente por los grandes compositores como el que nos ocupa, pero también John Williams o el que últimamente me tiene más que fascinado Hans Zimmer cuya banda de la película "Interstelar" aparentemente muy sencilla lleva camino de convertirse en la pieza mas estudiana e incluso "analizada" del siglo XXI transcurrido.
ResponderEliminarSe me ocurre añadir que de Morricone, las mejores piezas, no son precisamente las más conocidas y populares.
Que descanse en paz, allá donde esté.
Pues sí, te doy la razón, suerte de nuestra generación, pues hemos vivido unas décadas -con ecos aún de las anteriores, ya sabes, mambos, rumbas y otras cosas que había- de estallido musical variado, revolucionario. Mamamos una internacionalización a través de la música cuando aquí era de una cutrez la cultura que te morías de asco.
EliminarVoy a mirar Zimmer, lo he escuchado poco.
👏👍
ResponderEliminarParte de nuestro o nuestros tiempos, Emejota. Una cosmología.
EliminarDeixou-nos músicas inesquecíveis... que vamos cantar, mesmo sabendo que estamos fora de tom... Ou imaginar que estamos a voar, a seguir o Vento... Tudo na vida tem um preço... o de Morricone foi proporcionar-nos momentos felizes...
ResponderEliminarBeijos e abraços
Marta
¿Fuera de tono? Todas tenían alta calidad, nos llegaban, las tarareábamos después, fueron muy populares, sobre todo las músicas de sus filmes más de masa, tipo películas del Far West. Pero ya digo, películas como La Misión o La batalla de Argel tienen músicas sensacionales. Sí, a mí al menos me proporcionó antes y ahora momentos felices.
EliminarPrecioso homenaje a un gran maestro. Hay películas que sin él serían otras en nuestros recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que es imposible pensar en un film en el que haya aportado su trabajo sin el mismo. Creo que recordamos menos el argumento que la música, al menos a mí me pasa. Ayer vi un trozo de "El bueno, el feo y el malo" y me acordaba de la banda musical pero nada del argumento.
EliminarLograba enlazar perfectamente el espíritu de la película con la música que, a su vez, lo identificaba personalmente en su estilo. Será recordado por mucho tiempo.
ResponderEliminarUn artista que vinculaba el argumento con la expresión musical. Un clásico indudablemente. Por lo tanto se le recordará siempre.
EliminarMúsica buena y asequible para los que, como yo, no entendemos de "música".
ResponderEliminarSalu2, Fáckel.
El entendimiento musical sigue otros canales no necesariamente racionalistas; seguro que la entiendes, o mejor dicho, la comprendes.
EliminarEnnio y sus bandas sonoras y mucho más... Creo que este año le habían dado ex aequo el premio princesa de Asturias de las artes...
ResponderEliminarEn todo ese tiempo transcurrido tanto la vida como la muerte han subido considerablemente de precio...
Que la tierra le sea leve y que su música suene en homenaje suyo...
Abrazo
Cierto que muchos estamos perplejos por la de caídos importantes que se están dando en los últimos meses. Pero descontextualicemos del tiempo, normalicemos en nuestra mente que es algo a lo que estamos abocados a ver con mayor frecuencia o acaso experimentar en nosotros mismos. Me estoy dando cuenta de que últimamente en este blog escribo muchos posts con el tema reconocimiento por causa de la muerte. No es ánimo necrófilo, por supuesto, es admiración por las obras o las cercanías. Un abrazo.
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