"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





martes, 21 de abril de 2020

Mirando al mar soñé




"Ella lo ha hecho por mí. Se ha quedado absorta contemplando un paisaje de nieve. En un mes en que cerca de ella y de mí no hay ni nieve, ni lluvia, ni sol, ni nubes, ni claros, simplemente porque mirar tras los cristales de lo que hay solo deja ver imágenes opacas. Una realidad inmediata aún tétrica. Una contención turbia. Una confusión en la que quien se contempla se confunde más. Unas consecuencias inmediatas sombrías. Una sociedad oscura, en fin, que no dice lo que piensa porque no sabe qué pensar. Porque acabará pensando lo que quien manipule más la conduzca a pensar. Pensar es una broma en este país. Nadie tiene en cuenta que lo que acontece en cada momento tiene su origen atrás. Ni apenas se considera el pasado más próximo, porque todo ha sido vivir alegres y confiados. Pero ¿seguiremos confiando en nosotros? Al rechazar el pasado, temes al futuro, le dice la camarera Hanako a su amante Richard en la película Richard Sorge. Tal vez es una frase zen para una actitud demasiado dicharachera y de vivir al día como la que practicamos por estos pagos. Así que ella, desde su imperturbabilidad, y yo, desde mi apatía, seguiremos estos días contemplando un paisaje de nieve que nos lleve lejos para no estar en el presente".


Este es el mail que me pasa Max desde su confinamiento, tras unos días de silencio absoluto. Por un momento he pensado: mejor que se hubiera callado. Pero cuando releo la carta medito: ¿y si tiene razón?



38 comentarios:

  1. Pensar es una broma en este país.
    Ciertamente.

    Este no es país de pensar, ni dividido en trocitos, tal se llamen País Vasco, Païssos Catalans, País Valencià...

    Damos poder a quien falsifica títulos y los cuelga en el Facebook como si de tomates para secar se tratara. Y ellos, ellas, y sus séquitos, todos puestos a dedo por favores recibidos de aquello del "que hay de lo mío", se aprovechan del sueldo Nescafé, a sabiendas que acabados sus meses en la tienda que llaman Congreso, Congrés o Kongresua, tendrán una oficina detrás de la puerta giratoria que les garantiza eso de "pensar poco" para reclamar por su voz lo que les delegamos por la nuestra en forma de voto.

    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero esa actitud, Miquel, se multiplica entre administraciones de todo tamaño e incluso está la picaresca secular de quien no ha dado jamás un palo al agua -simplemente miembros de familias obreras que ni han estudiado ni han querido tener ni oficio- que se apunta a todo lo que sea recibir sin dar a cambio.

      Sin pensamiento y debate con otros -debate de verdad, no chascarrillo-, sin formación, sin interés por el conocimiento de las cosas, se genera una ciudadanía que se vende al mejor postor de la demagogia. Eso es lo que a Max le repugna.

      Eliminar
    2. Te/os pongo un enlace de un tocayo de nombre y casi de barrio. Él es de Poble Sec, yo de Sant Antoni, y nos separa la Av del Paral lel.
      Miquel Gimenez es un tipo lleno de lucidez.
      Con tu permiso:

      https://www.vozpopuli.com/opinion/no-sabian-gobernar-coronavirus-miquel-gimenez_0_1348066358.html

      Eliminar
    3. Le conocerás personalmente, supongo. Sí, yo había pensado mucho estos días en lo que plantea. Aplicable a cualquier personaje de cualquier partido o institución en los que estén involucrados. Aplicable a cualquier ciudadano también que hemos vivido, no obstante la lucha cotidiana y difícil en ocasiones, en una especie de burbuja o reino de jauja y hemos dado cheque en banco cuando votamos. Y que habríamos hecho lo mismo o peor de gobernar. No se salva ni diós, que diría el poeta. El tema ya lo discutiremos cuando las circunstancias nos permitan vernos. Mientras, calma y controlemos nuestras afecciones porque ya nos vamos curando de espanto de los hombres, aunque aún nos quedará mucho por ver y cabrearnos.

      Eliminar
  2. Mejor contemplar un paisaje de nieve.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El de la belleza, claro, porque contemplar solo el del frió nos puede dejar congelados. ¿Lo evitaremos?

      Eliminar
  3. Mejor tomar del mensaje solo la parte que nos interese, porque se trata de asirse a cualquier fragmento que flote durante el naufragio, así que nos asiremos al trozo grande de madera flotante y seguiremos contemplando el paisaje desde la ventana, pero paisaje al fin y al cabo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es decir, deduzco que solo nos queda tener suerte como náufragos. Por supuesto, el instinto pide el trozo de madero. Pero da miedo que otros en su afán de sobrevivir antes que nadie y en lugar de cooperar nos hundan. Imagina.

      Eliminar
  4. Huir del presente esa una tentación cuando la nieve está gris, y buscamos la otra, la limpia, en la que buscamos el camino para seguir. No hay presente que no esté trazado desde un ayer, así que es menester tener cuidado de que nuestro hoy, triste y medio melancólico no nos haga llegar donde no queremos.

    Un abrazo y feliz día, con la mirada de esperanza, que sienta bien siempre
    Un abarzo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo pienso bien -y Max me hace pensar mucho e incluso dar la vuelta a mis pensamientos anteriores- la albura es tan opaca como la negrura. Sin embargo esta se lleva la palma de lo siniestro. Pero son ambas son tan impenetrables...Me alegra tu reflexión, vamos, me reconforta. La melancolía personal puede llevar a una insalubridad. Lo malo de la melancolía colectiva es que lleva a lo insalubre de otorgar poder a las gentes más siniestras de una sociedad, que están al acecho para hacerse con el voto, destruir lo construido a duras penas y volver a las andadas de las miserias del engaño. Por lo demás, claro, mi mirada siempre es expectante -ni optimista ni negacionista- porque el instinto lo pide.

      Eliminar
  5. Pensar es un broma en este país, por supuesto.
    Prefiero no pensar que pensar es una broma porque, desgraciadamente, no es de risa, sino una realidad.

    Gracias Fackel.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me refería al ejercicio del pensamiento, claro. Y no lo aplico solo a las circunstancias actuales, sino a las permanentes. Si al menos esta debacle sirviera para replantearnos la necesidad de todo lo que implica lo público y se considerasen con inteligencia las inversiones en los sectores que redunden en beneficio colectivo...A ti, Rosa.

      Eliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 1. Toma, y a mí. La del título estaba cantada por Jorge Sepúlveda, se cantaba de fondo en aquella película que causó sensación "Del rosa al amarillo".
      2. Lo que hay aquí, allí y acullá es reflejo de lo que somos aquí, allá y acullá.
      3. Para mí la nieve fue un descubrimiento alterno, había años que caía una simple nevada de urgencia y otros en que ni un copo. Fue en Segovia y La Granja donde descubrí la nieve nieve.
      4.Un privilegio al alcance de la mano, oiga, todo es ponerse a ello.
      5.Doce años de una perra debe ser como ¿cuántos de un humano occidental?

      Cuando salgamos de esta tendremos mono del encierro, jaj.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    3. Y nadie te podrá señalar en esta España Aeterna donde siempre han señalado a los diferentes, y así nos ha ido. Vas a tener mono de casa cuando te permitan andar suelta, jaj.

      Eliminar
  7. El caso es que tiene bastante razón. La moda del presentismo ha hecho mucho daño. Ignorar el pasado y no proyectar el futuro nos ha hecho seres más egoístas.
    En lo de la nieve, ya no me meto, porque parece metáfora personal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La metáfora del paisaje japonés del fondo que es contemplado por la donna inmobile.

      Eliminar
  8. Mientras pensar no llegue a ser delito encontraremos un madero al que asirnos en caso de naufragio. Si dejamos de pensar, si dejamos de ser capaces de pensar de verdad sin decir lo que otros dicen, si dejamos de mirar a través del cristal de la ventana aunque se empañe...

    El paisaje de hoy viene del de ayer; no podemos asegurar que no conocíamos el riesgo. Aceptemos la responsabilidad de nuestras decisiones. Ahora y en el futuro.

    Salud.

    Anna Babra

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero, ojo, Anna. Que pensar conduce a expresar. Y es por ahí, por aquí, por donde los brutos y los necios nos querrían pillar para prohibirnos pensar. Pero el pensamiento ya es una herramienta incorporada a nuestra biología de la cual no se puede prescindir. Si bien quién sabe si algún día no será sustituida. Después de lo que uno ha leído y escuchado del historiador y divulgador Harari, por ejemplo.

      "Aceptemos la responsabilidad de nuestras decisiones. Ahora y en el futuro." Excelente conclusión, para practicar.

      Salud y cautela.

      Eliminar
    2. Seguiré tu consejo.
      Gracias.

      Anna Babra

      Eliminar
    3. Buen día de un abril veloz y diferente.

      Eliminar
  9. —¿y si tiene razón?—preguntas.
    Y repregunto ¿Y si la tiene? ¿Qué? ¿La tiene y ya está?
    Arquímedes dijo aquello de dadme una palanca lo suficiente larga y fuerte, un punto de apoyo y moveré el mundo.
    Yo digo: Dásela a un imbécil y verás al mundo rodando rumbo al quinto coño (que nunca he sabido donde está, pero que seguramente existe)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De hecho ¿en cuántas ocasiones no han tomado la palanca los necios y los malvados, creo que pueden ser lo mismo, y ha saltado el mundo mutando vidas en cadáveres?

      Eliminar
  10. Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que dice... Soy de esa parte de ignorantes que no cree en la existencia del tiempo, sino en un presente continuo que no dominamos... miro con frecuencia a lo que llamamos pasado (siempre presente en la memoria, y supongo que la memoria (nuestro disco duro) también forma parte de nuestro presente... y será compañera, si no mal vamos, de nuestro futuro…

    No hace mucho pensaba yo en esta cuestión y me vino a la mente, como convicción personal (nunca han casado muy bien con las convecciones sociales) que yo entendía: el pasado como experiencia, el presente como oportunidad y el futuro como expectativa...

    Y una vez leí en el blog de Svor algo así como que: "la vida no es más que una suma de brevedades sostenidas por un hilo de memoria", y no sólo me gustó esa afirmación, sino que creo que es cierta, por eso si le cerramos la puerta de la memoria al pasado ¿qué nos queda de nuestra vida?

    Abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando íbamos saliendo de la juventud y nos incorporábamos a eso llamado madurez solíamos rechazar el pasado, como si solo por el mero hecho de renegar de él se hubiera perdido para siempre. Los avatares, los años y las reflexiones traen que practiquemos más la memoria como una especie de llave que nos descifre claves y nos abra puertas y nos traigan personas desaparecidas y situaciones que nos fueron gratas. Por ejemplo. Hoy todo es tan vertiginoso que resulta que el pasado no es hace treinta o cincuenta años, que también, sino que prácticamente resulta ser la semana anterior, y me refiero a efectos de sensaciones. Pero sin ánimo de melancolía y controlando un halo de nostalgia que por otra parte no conduciría a nada que no sea refrescar recuerdos pienso que en el pasado está lo que fuimos y vamos siendo todavía, no solo como individuos sino como colectividades sociales. Pero no hay que hacer de ello banderas ni ideología alguna. Simplemente se trata de reflexionar y advertir enseñanzas para a ser posible seguir aprendiendo a conducirnos en la vida. Esas dos frases, la tuya sobre el pasado y presente y etc. y la de Svor me las voy a tratar de digerir esta noche. Me gustan.

      Te soluciono la pregunta. No hace falta hacerla. Es imposible cerrar la puerta al pasado en situaciones normales y ojalá la memoria no se nos desboque -enfermedades neurológicas acechan siempre- y entonces el recuerdo trataría de asentarse en un presente que no controlaríamos y traería en jaque a nuestras familias. Un abrazo.

      Eliminar
    2. Rectifico: mejor escrito: ...convenciones sociales...

      Eliminar
  11. No se el porqué, pero hay la extendida practica de considerar como personas que no piensan a quienes no piensan "en linea" más o menos de nuestras inquietudes. Pienso que es un error, que nunca hay "falta de pensamiento" sino que este se dirige en diferentes direcciones promovido por distintos impulsos. A miles, millones de personas a las que "nuestras profundas inquietudes" les parece un chiste o un aburrimiento, y tendrán sus razones para pensar así...
    Creo que me he ido por los "afamados y nunca bien ponderados Cerros de Ubeda", la culpa y responsabilidad es del coronavirus, que nos hace pensar, incluso algunas veces bien.
    Un saludo y salud.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que hay personas que tienen pensamiento que no es el nuestro en mayor o menor medida. Y que lo admitimos. Tal vez existe esa práctica más tajante en considerarlo como no pensar, pero creo que la idea o el calificativo va por otro lado. Hay pensamiento producto de una mayor reflexión y maduración personal, por una parte, y pensamiento adquirido por copio y pego de la opinión dominante, la generalizada, la de los demagogos o la de la televisión. Si a todo lo llamamos pensar, pues bueno. Sin duda que otros -o cualquiera o todos- tienen sus razones para tener sus opiniones o incluso para no tenerlas, hay mucha abulia también. Pues tus maneras de irte por esos cerros me han servido esta noche para meditar en ello y buscar otro tipo de precisiones menos radicales de lenguaje. Bien estar, Temujin.

      Eliminar
  12. Pensar, reflexionar, cuestionar son tareas fundamentales siempre. Todo ello es lo que nos hace humanos, no simples miembros de un enjambre.

    En este momento la realidad es un "simulacro", por eso despista tanto. Un simulacro con agente real. No una simulación sino un simulacro. Pero... ¿acaso en el pasado la realidad era real? ¿No fue siempre Un simulacro? Pero este simulacro es más fuerte. Tan fuerte tan fuerte que chirría. ¿Y qué podemos aprender de ello. Mucho. Cada momento es una oportunidad para aprender, discernir, aprender sobre la no linealidad de los eventos y...abrir los ojos. Después ya podremos contemplar la nieve, los callejones oscuros o lo que sea. Estamos viviendo tiempos interesantes. Eso nadie lo pondrá en duda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Simulacro de otra igual o alguna peor? Porque yo he llegado a hacer simulacros en mis actividades profesionales y era simular que se daba una situación que no se daba y que podía ser de urgencia o catastrófica. De los simulacros no se aprende mucho porque siempre acaban bien, pues eran un ensayo de algo potencial que luego no sucedió. Se aprendía a ver si los mecanismos de reacción y defensa funcionaban. Pero no te quito razón de que se pueda aprender de esto que llamas simulacro. Se puede, pero ¿qué se aprenderá? ¿Cuántos aprenderán? Y aprender, ¿para qué? ¿Para seguir parecido o para cambiar comportamientos, actitudes, políticas, economías, etc.? Perdona que persevere en mis dudas, pero quiero alinearme con quienes aspiren a cambiar, por supuesto. Y a exigir a los poderes públicos que cambien. Los patógenos estarán siempre. Corre or ahí un vídeo con unas palabras del presidente Obama en 2014 sobre los riesgos de pandemias. Es decir, que en USA y probablemente en todo el mundo ya se era consciente de riesgos en activo que podrían activarse como suceso.

      https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/en-2014-obama-alerto-pandemia-habia-prepararse-nid2355368

      Luego uno se pregunta, si los patógenos nos han acompañado y lo harán siempre, ¿dónde radica el problema? ¿En ellos? ¿O en el sistema de beneficio despiadado que vivimos al que le importa un carajo la humanidad? ¿O a los dirigentes que solo preservan sus políticas frente a otras? Todo esto, Ana, es lo que habría que replantear, con efecto cascada hasta el último habitante para que se implique en formas de vida más ¿humanas?

      Un abrazo.

      Eliminar
  13. Supongo que cada uno elegimos un paisaje que mirar en estos días para no mirar el presente. Yo lo hago, aunque no siempre el mismo. Y sólo miro afuera, a la calle, cada atardecer, porque me siguen llenando de luz, de color y de confianza (sí, ésa que el resto del tiempo no se atreve a presentarse, no vaya a ser).

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque no elijas -el paisaje se ns suele imponer- el paisaje está ahí y la metáfora no se libra. Luego cada cual elige cómo hace revertir lo exterior en algo que le nutra y le permita seguir ilusionándose -como ilusos o no- y si eso basta...Buen día austral

      Eliminar
  14. Por fortuna, por ahora, yo puedo mirar y recrearme en el paisaje de siempre: verde sobre verde, pájaros, cielo -aún mas azul y limpio- , compañía... Pero el paisaje interior, francamente, lo veo de un negro muy negro... Simulacro o realidad, un mundo nuevo, sí, pero será como el que estaba en los sueños?... O será aún peor que el que ya teníamos?... Aprenderemos la lección, sobre como vivir un estilo de vida, mas en armonía con el medio ambiente, por ejemplo?... Seremos mas humanos? Habrá mas justicia? El conocimiento, el saber, la ciencia, estará al alcance de todos?...
    Sí, ya sé que me llamarán...bueno, ya sabes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes que hay paisajes exteriores, interiores y...semipensionistas.

      El paisaje va a ser con temporal y también sequías, supongo, pero habrá que ir aprendiendo sobre la marcha a adecuarnos a él. A ver cómo nos pilla a cada cual. Poco te puedo responder a esas preguntas con las que yo también me identifico. Solo una precisión: ¿qué es ser más humanos? Porque ser humano es serlo todo, el haz y el envés de nuestras conductas. Capaces de lo bueno y de lo malo, todo es ser humano. Tendremos que repensar cómo lo precisamos. Voy a ver si cuelgo otro cuento.

      PD. ¿Qué te llamarán? ¿Agorera? ¡Ni caso!

      Eliminar
  15. Quizás el confinamiento nos enseñe a mirar mejor a través de las ventanas.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizá. Y también a saber DÓNDE NO HAY QUE MIRAR.

      Eliminar