Anselmo Lorenzo (Toledo,1841-Barcelona,1914) fue un importante teórico ácrata español, participó en la fundación de la Asociación Internacional de los Trabajadores e incluso asistió a las reuniones de la Primera Internacional. Sus ideas, discutibles y discutidas en su momento, entre otros por el mismo Karl Marx, estaban muy claras respecto a los nacionalismos periféricos de su época, que han llegado crecidos y desmesurados hasta nuestros días. En el ejemplar del periódico La huelga general, editado en Barcelona en noviembre de 1901, escribía:
"...Al seguir a catalanistas y bizkaytarras, los trabajadores que tal hiciesen por lo pronto sólo conseguirían desvirtuar con los hechos aquella gran verdad tiempo ha reconocida: 'La emancipación de los trabajadores no es un problema local (ni regional añado yo) ni nacional', y se harían enemigos de los trabajadores de otras regiones, incluso los de Madrid, donde también hay obreros, aunque otra cosa quieran hacer creer los catalanistas y bizkaytarras que llevan un madrileño montado en la nariz.
Semejante enemistad, por lo absurda y por lo inconveniente, salta a la vista; se necesita ser burgués incurable o loco de atar para sostenerla y fomentarla, y es dudoso que haya ni en Cataluña ni en las Provincias Vascas un trabajador con dos dedos de frente que la patrocine.
Todo eso aparte de esta consideración que dejo para final: yo no sé cómo anda la administración municipal y provincial en Vizcaya, pero sí diré que en Barcelona no se echa de menos a los madrileños para administrar a la diabla. Catalanes, y bien catalanes, más o menos catalanistas, son los que en el Municipio y la Diputación han manejado el tinglado hasta ahora, y para juzgar de su moralidad no hay más que dar un vistazo a la prensa barcelonesa, y se verá a cada paso un gazapo. De donde se saca la consecuencia que si nuestros gobernantes fueran de los que saben decir setze jutges menjan fetge, igual pelo nos luciría, porque los que estamos dedicados a ser vasallos, súbditos o ciudadanos en lo que existe o en lo que catalanistas y bizkaytarras tratan de implantar, siempre nos ha de tocar roer el hueso de la explotación.
He aquí por qué lo mejor que los trabajadores catalanes y vascos pueden hacer es ir directamente a la huelga general, a la revolución social, y dejar que catalanistas y bizkaytarras saquen las castañas del fuego con sus propias manos."
¿Qué diría hoy el bueno de Anselmo Lorenzo si contemplase cuanto acontece en el ruedo ibérico? ¿Qué diatribas no sería capaz de escribir al ver cómo buena parte de los sectores de trabajadores catalanes se han dejado seducir por causas ajenas? El voto en las últimas elecciones generales a la extrema derecha -aportado sobre todo por gente común y corriente, o popular, digamos- a causa, en gran parte, del vértigo independentista, ¿no expone un cierto tipo de enfrentamiento más o menos latente y manifiesto entre trabajadores y dentro de la sociedad española en general? Y el panorama que Lorenzo dibuja de los gazapos de Barcelona, ¿acaso es un panorama hoy desaparecido del todo? Una de Historia. O cómo un teórico libertario de hace más de cien años aún nos hace pensar, siquiera un poquito. O, mejor dicho, cuestionar.
A la que los trabajadores en general tuvieron su casita, l'hortet i el seat 600, se acabó la reivindicación. Además Lorenzo y los suyos no tenia nada que perder y estos trabajadores de ahora sí.
ResponderEliminarY como los de ahora tienen que perder ¿se creen que un Estat catalá les va a sacar las castañas el fuego y solucionar presente y futuro? Me pregunto, simplemente.
Eliminarno, los trabajadores no estan para eso, no llegan a tanto, és más simple, se han acomodado y no estan para revoluciones. La gente és menos idiota de lo que parece, eso está reservado a los dirigentes políticos.
EliminarProbablemente es lo que dices, pero maldita la gracia de que encimas ciertas aventuras de minorías estén causando tanto trastorno. Si no se cede desde todos los ángulos el diálogo del futuro va a ser imposible. Bueno, habrá que esperar a nuevas tesituras.
EliminarTu lo has dicho: .... de su tiempo..... que no es el actual!
ResponderEliminarNacemos sobre un pedrusco rodado y rodante, sometido al paso del tiempo, gran tirano sometedor. Tiempo y vida se necesitan mutuamente porque no pueden existir el uno sin el otro.
Cada generación aparece para descubrir el mundo e intentar comérselo y se enlaza entre sí, pero cada enlace resulta diferente por más que la naturaleza humana permanezca de fondo y se replíque.
Nada más que añadir porque la información técnica al respecto es abundante.
Es obvio que son tiempos MUY diferentes, pero ¿se habrá perdido el Norte para siempre? Sigo insistiendo: ese Norte, ¿depende solo de tener un nuevo o viejo Estado, suponiendo que uno sea nuevo y el otro no?
EliminarApoyo totalmente la filosofía de la última entrada del blog del “Crash oil”. Ese es el nuevo Norte que nos ha tocado ahora!
EliminarMe pasaré a leerlo. Gracias.
EliminarPor estas tierras el anarquismo tuvo mucho predicamento, no así en las tierras de donde venía.
ResponderEliminarUn saludo.
Siempre late algo del pensamiento ácrata, heredero del librepensamiento ilustrado. Aunque acaso no influya demasiado.
EliminarSiempre lo sostuve: la izquierda ha de ser internacional, nunca local, y menos con esas ínfulas de ser gente superior al resto porque caería en la misma trampa de quienes inventaron el nacionalismo identitario: la burguesía. Por eso no sé a qué juega la ERC. Cómo es posible que anteponga un sueño irrealizable, el de la independencia, al de las mejoras sociales de su pueblo. Me parece una incongruencia.
ResponderEliminarSaludos.
Pues porque dudo que la ERC tenga algo de E. Les importa un pito el proletariado de nuestro tiempo, las ideas internacionales y la mejora colectiva de la sociedad concreta. Dudo que aporten algo distinto a las clases tipo PP.
EliminarAmigo CAYETANO. La respuesta es sencilla, y para quien no resida en Cataluña le es complejo de captar. ERC jamás ha sido de izquierdas, porque históricamente siempre al margen de los partidos de izquierdas, de origen sindical y de filiación socialista o marxista. Siempre les ha pesado la religión como espada de Damocles, y hoy en día, con el Sr Junqueras al frente, les pesa un poco más.
EliminarTipo este de misa diaria, y amigo personal del expapa, tanto que llegó a ocupar el cargo de bibliotecario de la biblioteca Vaticana durante casi tres años que duró su tésis en Roma. Llamar a ERC un partido de izquierdas es mucho llamar.
Una cosa es la querencia de englobar a todo partido que quiera una Cataluña independiente.
espero haber resuelto tus dudas.
Un abrazo
Interesante tu información, Miquel. Yo ya había oído cosas en ese sentido. Aviados estamos, que decimos por Castilla la Vieja.
EliminarERC, se fundó como un conglomerado de partidos de caracter "separatista" en terminologia de la época, ha tener en cuenta que siempre ha defendodo los intereses de las clases medias, de los "botiguers". Su máxima era que había que conseguir la caseta y el huertecillo por familia. De espíritu o ideologia marxista, anarquista o cualquier tipo de izquierdismo conocido, nada de nada, como mucho una cierta idea de proteccionismo hacia el pobre desde el prisma humanista de Leon XIII. No me enrrollo más.
EliminarSaludos.
Pues has aportado bastante, me viene bien; reconozco que del pasado del invento apenas sabía. Gracias, Alfred.
EliminarPor cierto, FACKEL, ¿sabes como le llaman los capitostes neo-convergentes (Puigdemont, Torra...) al Sr Junqueras?, el "mossén" ( o sea, el "párroco"), con eso te digo todo.
Eliminarsalut
Es que debe estar en olor de santidad casi. De momento es víctima propiciatoria, se querrá como mártir.
EliminarY esos otros clérigos ¿cómo se denominan? ¿Obispos, Papas o Dios en directo? Ay que joderse con los dogmas.
Una de las cosas más decepcionantes y dolorosas es ver que en Cataluña, los sindicatos mayoritarios como UGT y CCOO se identifican totalmente con el nacionalismo siendo una de sus correas de transmisión, no la principal, claro, pero una más para llevar a los trabajadores al enfrentamiento con sus compañeros del resto de España. Me parece tristísimo y revelador de una rendición ideológica y política.
ResponderEliminarNo sé hasta qué punto hoy es así, probablemente, pero en los tiempos en que conocí a las organizaciones obreras catalanas se tenían muy claro quién era quién. Y al nacionalismo lo veían a distancia y les calificaban de burguesía. Claro, en aquellos tiempos había otra actitud, otros conceptos, otras respuestas: Todo fue absorbido y de sindicatos y demás organizaciones a la ofensiva pasaron a ser encuadramientos negociadores, que jugarán su papel, no lo niego, pero cuyas aspiraciones hoy son muy limitadas. Posiblemente los vientos actuales sean análogos a los europeos en general. Nada permanece, todo cambia...en todas las direcciones.
EliminarQué diría hoy Anselmo Lorenzo, qué haría; probablemente echarse a llorar con ganas de desaparecer del mapa. Los tiempos han cambiado y muchas personas que desaparecioron no hace demasiados años, no reconocerían el panorama actual, creerían vivir en una distopía inexplicable. La acracia teórica ya no es reconocida por nadie y solo interesa a algún estuadiante raro que se proponga hacer una tesis sobre esto "tan raro", la luchas de clases suena a algo "viejuno", el racionalismo obrerista, la emancipación de los trabajadores..., nada de nada, todo ha sido engullido por el espectáculo y por las ideas reaccionarias y ramplonas de unos nacionalismos que no ven más allá de sus pequeños corralillos. Es inconcebible que un trabajador, consciente de su pernencia de clase, pueda entender el supremacismo y los discursos talibanes de los líderes nacionalistas.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Por eso titulé Una lección de historia, aunque debería ser en plural. Lección la de lo que conoció el teórico Lorenzo, lección lo que vino después con consecuencias dramáticas, lección todo lo que vivimos en nuestros tiempos jóvenes y lección esto de ahora que no se sabe qué es. Ni los movimientos espontáneos (pienso en el "famoso" 15M) dieron mucho de sí, ni lo que salió de ellos cuajó en algo más claro, y encima se lleva el gato al agua la ideología conservadora tanto nacionalista como españolista, mientras la apisonadora sigue funcionando. El concepto de trabajador ha cambiado, el sentimiento de pertenencia a una clase ha desaparecido prácticamente, la gente o se entrega al consumo de pan para y hoy y mañana el señor proveerá o se pone en manos de trasnochados planteamientos que no llevan sino al desastre colectivo. ¿Somos demasiado pesimistas? ¿Por diablos o por viejos?
EliminarSalud.
Pues entonces, ¿qué son en Francia los chalecos amarillos? ¿qué representan si no es una revolución social?. ¿y en Chile, con esa oligarquía que machaca a la mayoría?. La clase trabajadora se ha acomodado, cierto, pero eso no es óbice para que enseñe los dientes y las uñas. Tengo fe en la revolución social, desde luego. Otra cosa a parte es la cuestión nacionalista que divide, obviamente, perturba y oscurece el objetivo básico: reparto más equitativo de la riqueza, precios de la vivienda no sujetos a la leyes del mercado, cobertura social y educativa de calidad, trabajo digno y en condiciones justas, etc... yo creo que estamos en ello.
ResponderEliminarSalud
Participo de ese objetivo básico que queda oscurecido por las ideologías perturbadoras, que es objetivo latente de toda la vida, al menos yo siempre lo he conocido como tal. Y logros parciales ha habido, y muy importantes. Y entiendo que parte de la batalla de sindicatos y asociaciones varias de hoy día sea por no perder lo logrado y por aumentar seguridades. Pero coincidirás conmigo que tanto en España como en el resto de Europa occidental al menos la composición y expresión de las clases sociales ha mutado mucho. Y no sabría decir qué tipo de futuro se depara.
EliminarSobre los chalecos amarillos está por ver lo que son, de momento un movimiento que ha querido ser monopolizado por distintos partidos, tal vez sea solo una manifestación fuerte de protesta pero hasta la fecha no he conseguido saber sobre su entidad clara. De todos modos en Francia el tema está muy revuelto, pero también parecía estarlo en mayo de 1968... Y lo de Chile tampoco es nuevo: sigue arriba la misma clase de siempre, tal como dices, y supongo que la respuesta de la calle tiene sus razones de fondo. De todos modos allí no se da el grado de domesticación -relativo también- que se ha venido dando aquí.
En España lo que parecía un movimiento de gran ruptura, bastante incierta, lo del 15M, ¿en qué quedó? No es fácil analizar el fenómeno de los movimientos de masas y menos sobre la marcha, soy cauto al respecto. Pero cada cual puede tener la fe que quiera, aunque para mí no es ni puede ser cuestión de fe. Además, lo que tú llamas revolución social es un efecto, nunca una causa, de un maremágnum de rupturas cuyo alcance para ser denominado revolución solo se conoce a posteriori.
Gracias por saltar y comentar, Ginebra.
Muy interesante. Me ha gustado el blog que trae Emejota y el dato de Tot.
ResponderEliminarGracias a todos
Adriana
Toma y a mí. Oiga, es que saben mucho esos chicos, sí.
EliminarEstamos en un tiempo de transformación, una revolución tecnológica que arrastra un cambio social incomprensible para los esquemas del siglo XX. No diría nada porque le resultaría inaudito que trabajadores -los proletarios de antes- voten derechas y populismo nacionalista. Ni siquiera nosotros que vivimos aquí y vemos los cambios a tiempo real, podemos vislumbrar en qué dirección va la marcha. Qué tiempos tranquilos vivieron nuestros antepasados comparados con la velocidad de hoy.
ResponderEliminarDesde el punto de vista del transcurso del tiempo y de cómo se percibía este puede que nuestros antepasados vivieran más en calma. Pero también eran más miserables, más inseguros (aunque la inseguridad nunca falta) Pero que la vorágine de cambios técnicos y por lo tanto de adaptación social es vertiginosa e imparable no me cabe duda. Por lo tanto son cambiantes las circunstancias sociales y cómo perciben los miembros de la sociedad estas circunstancias, estos cambios. Bueno, como todo va tan rápido no creo que tardemos muchos años en ver perfiladas las sociedades del entorno de otra manera. Pero temo que contamos poco los ciudadanos de a pie frente al gran montaje y a los que controlan las potencias cada vez más en litigio. Me siento impotente para imaginar el próximo futuro. ¿Será porque los árboles me impiden ver el bosque?
EliminarSuficiente para cada época es su propio afán...
ResponderEliminarEl mundo está lleno de nacionalismos... ¡qué digo! es todo nacionalismos... la única diferencia entre unos y otros es el tamaño y el territorio que se pretende o se defiende... ¿O acaso la UE no es una suma o confrontación (según intereses) de nacionalismos en busqueda de sus intereses y en lucha, a veces dramática, por ellos?
Yo, no sé por qué, cuando pienso en los nacionalismos, siempre se me viene la imagen de leones meando marcando territorio, de osos frotando sus lomos en los árboles marcando territorio, y de muchos otros animales marcando territorio a su manera instintiva... y nosotros los humanos hacemos lo mismo... cuando lo lógico, lo inteligente, sería compensar las carencias de unos territorios con los excedentes de otros... pero esta "maravillosa vida", pensada por humanos para humanos, transcurre vertiginosamente hacia el abismo en una continua lucha por posesión y posición... porque al fin y al cabo, como decía Groucho "partiendo de la nada, hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria"... nación, patria, feudo, parcela, estamento, clase, gremios... y todos con sus intereses... porque, de eso se trata, o, mejor, eso tratan desde ciertas alturas, fragmentar ("divide y vencerás")... ponemos la vista fija en los nacionalismos, pero ¿y todas las demás divisiones sociales, qué?
Claro que "emancipación de los trabajadores no es un porblema local (ni regional, añades tú) ni nacional" ... debería se universal... pero a través de "la educación" se crea el sentimiento de identidad (territorial y laboral)... y, una vez divididos, lo demás se nos impone por añadidura...
Abrazo
Impecable argumentación la tuya. En efecto, los nacionalismos, entendido el fenómeno como "barrer antes de nada para la propia casa" probablemente es un fenómeno transtemporal y extendido por el orbe. Pero puede haber una tendencia -algunos la hemos creído ver en la UE- a superar de mutuo acuerdo políticas nacionalistas y generar un supra Estado de concordia y bien hacer. Llámame idealista si quieres y ya sé que también ese Estado agrupador sería a su vez una especie de nacionalismo frente a otros. No vamos a entrar ahora a precisar el concepto y término nacionalismo, sería largo.
EliminarLo del problema regional lo dice entre paréntesis el mismo Anselmo Lorenzo, yo no soy quién para enmedar la plana a un texto suyo. Lo de emancipación de los trabajadores es otro tema que hoy ya no se debate, que acaso ha pasado al mundo de los mitos, o que acaso es algo pendiente que ahora mismo permanece oculto porque la gran masa vive abstraída por los cantos de sirena de la sociedad consumera.
Pero qué temas tan interesantes planteas. En fin. Buen día.