"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 25 de agosto de 2019

Art Spiegelman, autor de Maus, censurado




Parece que cada día que pasa más peligra el oficio satírico. ¿Será síntoma de algo más profundamente grave? Esta vez Art Spiegelman, autor de la célebre novela gráfica Maus, denuncia que la todopoderosa editorial Marvel le ha censurado por comparar a Trump con los villanos de Capitán America. Transcribo de Les inrockuptibles:

"A Art Spiegelman se le pidió en junio que presentara el libro Marvel: la edad de oro de 1939-1949 a The Folio Society. Este es un libro sobre la historia de los superhéroes. En su introducción, el autor pone en perspectiva el nacimiento de superhéroes, concebidos por 'jóvenes creadores judíos de superhéroes (que) han inventado salvadores míticos, casi dioses-laicos', para evocar la Segunda Guerra Mundial. Como recordatorio, Maus contó la historia del padre de Spiegelman entre 1930 y 1944, antes de su deportación. En conclusión de su texto, el autor escribió, con obvia referencia a Donald Trump: 'En el mundo de hoy, el mundo real, el villano más abominable de Capitán América, el Cráneo Rojo, aparece en vivo en la pantalla y una Calavera Naranja atormenta a América ".

El editor propietario de Marvel parece ser un donante generoso en la campaña presidencial de Donald Trump para 2020. Este dato, nada baladí, lo explicaría todo.  





10 comentarios:

  1. No olvides que la censura es el modo más espectacular de promocionar algo. Nunca la censura ha podido impedir -solo provisionalmente- la difusión de ideas, de imágenes, de obras de arte, más en un mundo aburrido como el nuestro que precisamos de algo que nos despierte del sopor. Yo he sido profesor de literatura y ahora mismo anhelaría que la literatura fuera prohibida y perseguida como en Farenheit 451. Solo lo prohibido y censurado sobrevive. Asi que Art Spiegelman conseguirá en otra editorial ser publicado. O si no, correrá por internet y será universalmente difundido. La censura es un error mayúsculo, pero, ojo, la censura la practican la derecha y la izquierda, especialmente la izquierda cuando ha tenido ocasión de ello. Lenin criticaba durísimamente la censura del zarismo, pero cuando se hizo con el poder, la censura siguió mucho más dura y peligrosa y en setenta años jamás dejó de existir. Muchos perdieron la vida por intentar crear. Sin embargo, la historia, pese a los muchos crímenes y padecimientos, ha dejado a cada uno en su lugar.

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    1. Hombre, no es mala idea la de prohibir para leer. Ayer lo comentaba precisamente con amigos. La seducción de lo prohibido en nuestros tiempos nos llevó a catar de todo.Algunos cataron hasta sustancias nocivas, pero el veneno de la lectura nos llevó a cierta gente a la perdición. En el caso de Spielgeman no creo que necesite censura para vender sus cómics. Además su obra de Maus es harto conocida. Y de acuerdo en que la censura puede ser ejecutada por tirios y troyanos. Es el Poder quien lo exige a los que lo controlan y temen que las cosas no vayan por donde desean. Que la censura ha sido puesta en práctica por rojos y azules no me cabe duda, hay sobrados elementos que lo demuestran. Por cierto una censura espectacular y menos conocida por la sociedad-masa es la eclesiástica. Visitando una biblioteca histórica, con libros de varios siglos en su fondo, descubres las tachaduras, párrafos enteros eliminados, etc. Lo comprobé una vez aquí en la extraordinaria Biblioteca del Palacio de Santa Cruz erigido bajo la égida del Cardenal Mendoza. Coincido contigo en que la Historia deja a cada cual en su lugar, pero relativamente, a veces el lugar es anónimo, no se sabe. La gente de nuestro tiempo debería saber más de las fechorías del Poder. Pero ya ves, aún hay tanto oculto y que parece ser tabú...

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  2. No tenía ni idea de la operación, pero los millonarios compran todo lo que les moleste ver.
    Del presidente americano no me extraña nada. La fuerza es su razón de ser.
    salut

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    1. Además vivimos una etapa -en USA más agravada- esquizofrénica, enfermiza, desquiciante. Sus problemas nos los trasladan al resto de la humanidad. Y luego los negocios y las pugnas de poderes están tan entremezcladas que nunca sabes qué es primero si el huevo o la gallina. A mí ese personaje que critica Spielgeman me produce cada vez más pánico.

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  3. Pues que a día de hoy haya censura solo denota ausencia de verdaderos valores. Desconozco este caso pero no encuentro normal en la actualidad ninguna censura cuando existe libertad de expresión. O eso se dice.

    Saludos.

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    1. Las censuras concretas han existido siempre. Los regímenes totalitarios las aplican sistemática y generalmente. En las democracias los que ejercen poder -poder político o poder empresarial o institucional- las practican ante situaciones concretas. Probablemente de manera más común que lo que nos pensamos. La libertad de expresión va perdiendo fuelle también porque se practica la auto censura en muchos casos. Lo curioso es que se estén dando tantas situaciones de censurar o perseguir de diferentes maneras a los autores satíricos o caricaturescos en Occidente. Mala noticia que no se sepa situar el humor y la crítica mordaz a personajes y situaciones que se lo merecen.

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  4. Efectivamente se trata de una sociedad cada vez más enferma por ponerlo suave y todos sus miembros somos portadoras de ese germen al margen que en nuestra parcela vital tengamos ocasión de sacarlo a paseo o no.

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    1. Si cruzas ese criterio con que los poderosos -sean prepotentes presidentes o egoístas empresarios- van a sus negocios y no quieren que nadie se cruce en el camino llegamos a la conclusión que lo democrático le importa un carajo a cierta gente. Cosas veredes...

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  5. No estoy nada versada en este estilo, pero tengo claro que lo molesta, o se amputa o se compra para corromperlo o envilecerlo.

    Muy buen apunte. Un abrazo

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    1. Yo tampoco estoy muy versado en cómics y expresiones satíricas de prensa, simplemente que admiro y considero necesarias cuantos enfoques contribuyan a la crítica en aras de mantener una defensa de las libertades democráticas. Gracias, Albada.

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