Parece que el negocio Tintín sigue buscando nuevos mercados. De ahí que se editen las aventuras del chico en lenguas minoritarias. Dicen que las últimas son en aranés, dialecto del Valle de Arán, y en castúo, dialecto tradicional de Extremadura. Nada que objetar a que la editorial se monte su negocio. Nada que objetar tampoco a que se edite a Tintin en lenguas minoritarias o de vecindad. Pero que se modifiquen nombres de personajes o detalles de escenas me parece un poco del género bobo. Leo que en la edición en aranés se cambian expresiones, tales como señala esta cita: “Los inspectores Dupond y Dupont, por ejemplo, aparecen en la versión aranesa como Bertranet y Bertranon, que son los oicónimos de dos casas que existen en la zona. Otra adaptación es el brindis por los novios Haddock y Castafiore que, en lugar de con champán, se hace con aigua de nòdes, un licor muy popular en el Val d’Aran”. ¿Por qué esta medida reduccionista, de adaptación antiliteraria, que suena a rancio provincianismo? ¿Quién la demanda? ¿A cambio de qué se dan estas concesiones de la editorial? Para condescender ¿con quién, con qué, para qué? ¿Con la moda identitaria? Pero si lo bonito de leer un libro o un cómic es precisamente trasladarse con todo detalle proporcionado por el autor a los escenarios que este traza. ¿Podría leer yo igual "El corazón de las tinieblas" de Conrad, o "Cien años de soledad", de García Márquez" si los textos se reformaran en función de la región donde habito, cambiando los bosques y arbolados exuberantes de la novela original por la flora de la Meseta, por ejemplo? No quiero ni imaginar semejante osadía. Precisamente uno lee -y siempre lo hemos hecho de ese modo y con esa intención- para trasladarnos a marcos de vida y territorios donde dominen otras faunas, otras selvas, otras ciudades, otros personajes. Eso ha sido siempre lo atractivo y lo que nos permitía descubrir. Nosotros íbamos y seguimos yendo a donde el argumento de un libro se desarrolla. Eso potencia nuestra imaginación y fantasía, nos torna soñadores y vivimos durante el tiempo de la lectura en otro paisaje y con otro paisanaje. Pero, en fin, no sé si es que a la postre la gente traga con todo. ¿Traga con todo? Los niños, ¿deben tragar con todo? Si es así qué empobrecidos lectores traerán los años venideros.
https://elpais.com/cultura/2019/07/03/actualidad/1562184064_298500.html
A ver como llaman a los personajes de Tintín en el Congo ¡¡¡, será interesante
ResponderEliminarYa lo creo (Eres la leche de ocurrente)
EliminarUna estupidez sin sentido alguno. Debe ser para enseñar cosas locales a los críos, pero ni así tiene sentido.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que pretenden una aproximación -a mi modo de ver, innecesaria- para que prenda el espíritu misionero. Ay.
EliminarLes falta poco para decir a los recalcitrantes que la línea clara en el cómic la inventaron ellos y no que tuvo un origen franco- belga. No me extraña lo de cambiar los nombres originales por otros "nacionales". Ya digo Puchi I que él no se identifica con esta Europa que no le reconoce como europarlamentario.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
¿Dijo eso? Pues vale, pero si la identidad depende de que te hagan caso y te concedan dice poco en pro del peresonaje. No hay talla ni política ni racional.
EliminarSin entrar en definir qué separa un dialecto a una lengua, es empobrecer el idioma, y con ello, los textos. Tintin me ha fascinado por las temáticas que ha abordado y la exactitud y preciosismo de sus dibujos.
ResponderEliminarPor respetar el origen de los textos. Cien años, por cierto,situado en España sería un bodrio absurdo. Un abrazo
No, no, si yo no me meto con dialectos ni lenguas y menos con definiciones que no vienen al caso. Sino trato de señalar a qué viene a cuento alterar detalles -no sustanciales, por supuesto- para acomodarlos a la idiosincrasia del lector minoritario. De todos modos creo que es una cuestión empresarial, de ampliar ventas, si no, no me lo explico. En fin, tampoco tiene mayor importancia, pero si eso se hiciera con narraciones, cómics, tebeos y demás, parte de la intención y aprendizaje narrativo quedarían alterados. Uno concluye que hoy día se hace de todo, que business es eso, y que se pierden la costumbres buenas y gustosas en que lo que queríamos descubrir otros mundos, no adaptar el gran mundo al provincianismo tradicional.
Eliminarhttps://www.lavanguardia.com/politica/20190703/463257877495/puigdemont-europa.html
ResponderEliminarNada más leer el titular pienso: otros que son extrema derecha, ultranacionalistas xenófobos o simples viscerales. El tiempo nos lo confirmará.
EliminarYo soy del parecer que los nombres se tienen que mantener como en la versión original pero... ¿Acaso no se cambiaron los nombres de Dupond y Dupont en la versión castellana, llamándoles Hernández y Fernández? Parece que eso no molestó a ninguno de los comentaristas de este blog.
ResponderEliminarDebo puntualizar que el aranés no es un dialecto, es una lengua reconocida.
Y el castúo, no es ni lengua ni idalecto, es una modalidad lingüística propia de extremadura.
En cambio, el valenciano sí es un dialecto del catalán, y cabe decir que esta versión de 'Las joyas de la Castafiore' es mucho mejor que la catalana, bastante obsoleta, y que la traducción es mucho más fiel al original.
En cualquier caso, son divertimentos para coleccionistas y una forma muy bonita de mantener y dar a conocer la multiculturalidad lingüística que, como seguro que todos sabéis, está estrechamente vinculada a la identidad... algo que con la globalización estamos perdiendo a pasos agigantados.
Saludos y mucho Tintín.
Pues tomo nota de todas las consideraciones del anónimo y me informo de lo que no estoy informado.
EliminarEl tema más discutible es el de la identidad. Tal vez la misma Historia no revela sino la pérdida de los siglos de unas identidades que fueron sustituidas por otras. Mediante invasiones, reconversiones, desplazamientos, etc. No me atrevería a juzgar a la globalización en plan negativo. Porque anda, mira cómo estamos los españoles en materia de no aclararnos con nuestra identidad/identidades, sin necesidad de sentirnos todavía totalmente globalizados.
Tintín y Rin tin tín, dos personajes de mi pasado. Ahora me queda solo el recurso al retintín, y gracias.
Pudiera que quieran trasmitir a través de las aventuras de Tintin, mensajes a los niños del lugar en concreto...¿digo yo? porque si es de otra manera me resulta bastante incoherente.
ResponderEliminarAbrazos!!
Asumimos lo incoherente, simplemente porque se impone o se nos impone, y nos acaba pareciendo coherente. Los niños deberían viajar a través de las palabras y la literatura, incluida la imagen de los cómics. Pero si algunos quieren que volvamos siempre a la aldea...ya sabes, hay una aldea global, que diría Mc Luhan. Gracias, Rosana.
EliminarEl planeta de los simios en un click.
ResponderEliminarY el botón nuclear también reside en un clic, oiga.
EliminarSincermente tenemos un problema de "egocentrismo españoloide". Os invito a todos a leer Tintín en francés, la lengua original de la obra) y os daréis cuenta de todas las modificaciones que se hicieron en su dia al español(nombres propios, apellidos, productos, marcas, nombres de pueblos). Es más en otras lenguas como el alemaán o el ingles incluso tintín no se llama Tintin o Milou no se llama milou.
ResponderEliminarFelicidades a la editorial y abajo los ignorantes e involucionistas!!
Gracioso el egocentrismo españoloide, con sus derivados egocentrismo vasquista, egocentrismo catalanista, egocentrismo vallecanista o egocentrismo melillense. Si usted cree, Anónimo, que yo iba por ahí... Fíjese que mi crítica no iba por el lado de los nacionalismos españoles o contraespañoles, sino por lo que me parecía un reduccionismo de aldea, un asunto puramente cultural y abierto. De la versión francesa a la española seguro que el término CHAMPÁN se mantenía, ¿o no?
EliminarBueno, me gustaría ver cómo se escribe Mony Dick en el ambiente de Burgos...
ResponderEliminarCreo que utilizar la razón en estos casos no está de más. No soy muy de traducir los nombres de las personas, ni de los personajes, si en cambio los nombres de las ciudades y países.
No sé cómo se traducirá de la lengua valenciana al dialecto catalán, pero supongo que no será muy díficil. Por lo que yo sé el dialecto catalán muestra muchas similitudes con el idioma valenciano.
Un saludo.
Lo que yo interpreto es que en este caso no es una traducción de nombres, sino una traslación: se inventan nombres que hagan juego para el pequeño país o región donde se edite el libro, hay una traslación a formas típicas del lugar, superando las originales, se busca una concesión al marco autóctono de una lengua minoritaria para que enganche, supongo, aunque no veo necesidad de ello, etc. Bueno la información que uno deduce del artículo en cuestión. Supongo que la editorial daría respuestas a todo esto, pero sus respuestas solo serían sus respuestas. Saludo, Temujin.
EliminarRecuerdo unas clases en la universidad muy interesantes sobre la traducción. ¿Hay que traducir literal o literariamente? Supongo que como todo en esta vida, mandan las circunstancias.
ResponderEliminarCreo que en la versión de Tintín en español los siguen llamando Hernández y Fernández. Es una forma de acercarlos al público. A veces la traducción (al español) es más efectiva que el nombre original (por ejemplo los Pitufos /schtrumpfs).
Alterar otros elementos (como los que citas) sí es sumamente grave.
Otra cosa son las reinterpretaciones, pero en estos casos, habría que decirlo bien clarito. "Se trata de una versión libre del original y nos hemos permitido hacer todos los cambios que nos ha dado la gana", así, en mayúsculas en la portada del libro.
Salu2.
Muy buena esta sugerencia tuya, pero no van a hacer caso.
Eliminar