"Y otros amantes, alcanzados por su dulce propagación
pensarán que ese hálito es suyo, y bello otra vez será el engaño".
Javier Lostalé, Los amantes, de Jimmy, Jimmy.
He oído que la alfarera te ha regalado una hermosa copa, salida de sus propias manos, dice la hetaira a Naxos. ¿Es para beber entre los dos o daréis a probar a más invitados? Naxos, que entiende la indirecta, le responde con tono amable y divertido. Ya sabes, Therasia, que el que ama es siempre bienvenido. Ah, ¿crees entonces que es posible, más aún, factible compartir el amor?, replica ella arteramente. Pero el joven no se achica. Eso depende de lo que pueda y quiera dar cada cual. La hetaira: Y dirás que uno da según lo que siente y que desea recibir lo que solicita, ¿no? Naxos: si uno no siente, mejor que no dé, incluso que no se ofrezca, pues es preferible no arriesgarse a la insatisfacción y dejar a otros descontentos. Therasia se sorprende. Me admira tu saber, muchacho, y sobre todo tu prudencia. ¿Has sido siempre así? Él no se amilana. ¿Pensabas que por ser joven y un zafio remero iba a ser menos insensible? Además llevo suficiente tiempo entre vosotros como para valorar lo que hay de aventura y lo que aporta de reposo la vida apacible de cada día. Aquí no me ha faltado ternura y he conocido el amor tranquilo. Los tiempos de la urgencia y el desahogo quedaron atrás. Y la pasión puede ir más allá de la posesión pasajera de un cuerpo. También de la disposición exclusiva entre dos cuerpos. Pero creo que si no encuentras en los otros un poco de ti el calor queda en una sensación tibia y la aproximación es insuficiente. Si en la entrega admites al ajeno y te reconoces de alguna manera en él, ¿cómo negar al que lo pide que calme su sed entre nuestros brazos? No debemos ser propietarios de otras vidas ni permitir que otros pretendan esclavizar la nuestra. Therasia ni afirma ni desmiente, pero le gusta escuchar al remero. Ríe. Therasia es culta, refinada, capaz de ahondar en el pensamiento de los hombres. No solo está dotada de conocimientos, sino que estila sus recursos oratorios y principalmente cautiva por el trato. Nada es tan sencillo, nada es nunca definitivo, dice al joven. Pero lo que tú descubras es lo que te va a guiar, añade con la sabiduría de la mujer madura y en extremo experimentada. Lo que tú obtengas te consolidará en el carácter. Aprenderás a distinguir entre lo que anhelas ciegamente y lo que aporta beneficio a tu temperamento. Por cierto, Naxos, dime, ¿esperas mucho del amor? Sinceramente, de lo que espero sobre todo es del placer, afirma él contundente. Después, de un cierto grado de entendimiento. Y poco a poco de una contemplación donde la belleza, por más humilde que esta sea, nos habite entre el asombro y la atracción. ¿Qué otra cosa puede ser para nosotros el amor si no ponemos en juego nuestros instintos, intercambiamos sensaciones y ejercitamos las habilidades que el saber del cuerpo, el nuestro y el de los demás, nos ha ido enseñando? La hetaira le mira con sonrisa complacida. También comprensiva. Pero todo tiene desgaste, precisa. La edad dispone de otros rostros y reduce las energías. Y entonces ¿qué queda de las antiguas afinidades, de las pulsiones que ahora, en tu plena juventud, te agitan y a través de las cuales te sientes poderoso? Pero no me hagas caso, no pienses ahora en ello. Vive el día a día. Exorciza los males. Conjura la muerte. A todo esto, Naxos. ¿Para qué has venido a verme?
(Fotografía de Toni Catany)
Me quedo con Hechos 20/35. Lucas no es mi preferido, pero esta frase creo que es magnífica.
ResponderEliminarSalut
¿Aquello de que hay más dicha en dar que en recibir? El que da obtiene, sin duda, satisfacción emocional,´y el que recibe obtiene un bien material que lo percibe también como provechoso. Yo lo que creo es que en esta vida todos jugamos el doble papel: damos y recibimos, y no están claras siempre las intenciones del dar ni la actitud ante la recepción. También se dice que el generoso recibe antes o después, es decir, es premiado por su actitud. Pero hay tanta ingratitud...
EliminarFackel...intenso relato, muerte, amor, miedos, sabiduría y sobre todo imaginación.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho,
Gracias :0)
Los coloquios entre las personas dan para combinar todo tipo de situaciones, emociones, afectos y sorpresas, Loola. Viene de muy antiguo. Gracias a ti.
EliminarEso, para qué ha ido?
ResponderEliminarUn saludo.
Eso me lo pregunto yo también. Creo que el narrador nos deja con el enigma.
EliminarSolo se que nada se, ni me fío de conocimientos ajenos al respecto porque siempre acaban decepcionando.
ResponderEliminarExigente? Seguramente, pero resulta conveniente no fingir ni engañarse. Parece que la hetaira conoce ciertas realidades y no debe sentir repulsión ni ascos ante el intercambio de fluidos, porque de ello vive por muy aburrido que pudiera resultarle su profesión, como cualquier actividad física repetitiva.No? Son las reglas a las que está sometida la materia que medio razona.
Hecha una excepción a mi modo de ver: la creatividad de cualquier índole no aburre sino que ayuda a que la percepción temporal pase más rápidamente, pero dudo mucho al respecto en profesiones de índole repetitivo, la mayoría. Naxos parece que se aburrió de remar! Ahora corren tiempos para el de nuevos estímulos con sesgos más creativos que el remo pero el paso del tiempo acabará pasándo su factura.
No desestimes el papel de las hetairas, muchas de ellas estaban muy bien preparadas en conocimientos e influían de diversas maneras, no solo amatorias. Probablemente fueran más escuchadas ellas que las pitonisas, aun jugando papeles diferentes. Ciertamente, la repetición mata, salvo que haya saltos de conocimiento que estimulen, eso sucede en todos los trabajos. Tal vez Naxos se aburrió de una aventura programada que nunca conseguía llegar a puerto estable para sus exigencias juveniles. Tampoco te fíes de todos los estímulos de nuestros días, muchos de ellos se convierten en repetitivos e insatisfactorios en poco tiempo. La sociedad del ocio e sun arma de dos filos.
EliminarNo desprecio el valor de las hetairas,solo reconozco que no les molesta el intercambio físico base de su negocio, de lo contrario vivirían en perpetúo tormento. Unas pocas afortunadas que resultan a la postre de lo más inteligentes, supieron pronto en qué mundo vivían lo amortizaron y se lo montaron a su manera, desde luego al final dejaron de vivir de su cuerpo y su mano izquierda. Las más desgraciadas no lo consiguen. Muchas “casaditas florero” también ejercen oficialmente de hetairas bajo manto aprobatorio. No idealicemos profesiones.
ResponderEliminarQué razón tienes en las últimas aseveraciones. Entre "floreros" y en el espectro amplio del mundo laboral ordinario hay mucho trueque donde se venden cuerpos (y no me refiero solo en plan sex) No, mejor no idealizar profesiones; en todo caso, hechos y aportaciones, pero bueno no se trata de idealizar sino, en todo caso, de reconocer (hablo en general)
EliminarSi no quería saber, no se sabe por qué fue. Buen diálogo entre barquero y Thesaria, los gozos del amor y la capacidad e compartir
ResponderEliminarUn abrazo y por un viernes sin dudas
Pero si las dudas son muy sanas...Es la incertidumbre lo que nos aprisiona casi siempre, ¿no?
EliminarY va ella y le dice: déjate de rollos. ¿No habrás venido solo a charlar? Venga, que no tengo todo el día.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
Creo que ambos comparten un placer insustituible: el diálogo tranquilo. Saludo, Cayetano.
EliminarDe Naxos no puede decirse que sea un remilgado, todo le viene bien.....hasta que se enamore ¡ claro!
ResponderEliminarAdriana
Suponiendo que él tenga claro qué puede ser exactamente tal efecto remilgado, suponiendo. Gracias.
Eliminar"No debemos ser propietarios de otras vidas ni permitir que otros pretendan esclavizar la nuestra" qué buena reflexión!
ResponderEliminarUn abrazo
¿Es difícil mantener ese pulso día a día, eh? Que quede como una propuesta ética. Salutem.
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