Hay días en que asomo la cabeza atraído por una tenue y distraída espiral de luz. Pero al contemplar la ingratitud y la miseria moral de ciertos paisanos advierto enseguida la infinita distancia de la cuesta que, una vez más, no se sabe a dónde conduce, y no me apetece alzarme desde mi hoyo. Cuestión de espacios.
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El perro de Goya siempre oteando, no tenemos solución.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pobres de nosotros. Saludo, Alfred.
EliminarQué cuadro más extraño, si te fijas. Dicen que a la derecha hay un paisaje, que luego Goya quiso tapar. En un texto mío se unía a Salomon y las Meninas por un rato. https://albada2.blogspot.com/2019/04/esas-meninas.html. Me fascina esa cabeza de perro, ahí, entre arena y sin horizonte.
ResponderEliminarTodos nos vemos reflejados en esa soledad pétrea de la cabeza del can, por muy sociables que seamos. Un abrazo
La extrañeza la llevamos dentro de nosotros. ¿Por qué Goya se iba a librar? ¿Es un cuadro sencillo o está cargado de metáfora? Yo he buscado la metáfora, la prolongación en el tiempo y en el espacio (o sin la precisión del tiempo ni del espacio) de mi ubicación -de la ubicación de todos nosotros, los ciudadanos de este país, de cualquier país- siempre con la mirada expectante, curiosa, asustadiza tal vez...
EliminarPasaré a ver tu enlace, Albada. Muchas gracias.
Qué pereza de cuestas. Toda la vida tratando de eliminar obstáculos,evitar pendientes,simplificar y allanar el camino para nosotros y los que vienen detrás,no?.
ResponderEliminarAdriana
Si solo fuera pereza...ya es cosa de agotamiento y mirada lacia.
EliminarUn cuatro desolador en su metáfora, donde además la vida del genio del pincel ya asomaba, como su perro, a ese oscuro "túnel" del silencio...
ResponderEliminarEn mi caso advierto también nubarrones en ese "ascenso" casi imposible de una realidad demasiado patética.
¡Si, mucho agotamiento!
¿Qué tal una vuelta por mi espacio de letras? ... Le invito.
La vida de Goya fue muy dispar. Es uno de esos personajes españoles representativos no solo a través de su obra sino de sus vivencias y los tiempos que conoció. Sus pinturas negras son el epílogo riquísimo de forma y fondo, no solo del país sino de su propia personalidad de edad provecta pero sumamente consciente. Yves Bonnefoy escribió un libro precioso sobre las pinturas negras de Goya.
EliminarHay días en que asomo la cabeza atraído por una tenue lucecita que puede recordarme que soy un ser racional y después de ver el panorama, prefiero quedarme en el hoyo o echar a correr intentando que ningún puñal me alcance.
ResponderEliminarAbrazos
Francesc Cornadó
Mas ya sabes que los puñales de hoy día son misiles teledirigidos capaces de llegar a profundidades donde no le dejan a uno refugiarse. Pero hay que preservarse y nutrir a nuestra mente, pasando de tanta zafiedad.
EliminarSoledad, abandono, impotencia, desesperanza... Malos tiempos estos.
ResponderEliminarSaludos, Fackel.
¿Entiendes ahora el aforismo de Kraus que tomé como lema de mi blo? LA MITAD DEL TIEMPO SE LA PASA RESISTIENDO. LA OTRA MITAD INDIGNÁNDOSE.
EliminarAguante, Cayetano.
Vivo en una cueva parecida a la de mi amigo Cornadó. Seguro que mi madriguera no estará lejana a la suya.
ResponderEliminarMe vuelvo al hoyo.
Salut
Habitando el subsuelo, tal vez se trate de volver a ser el viejo topo...¿Se podrá? Se nos pasó el tiempo, creo.
Eliminares intrigante ese cuadro, muy.... tendría que investigarlo...
ResponderEliminarsobre la situación española no puedo opinar pero nosotros acá en argentina tenemos arriba a uno como is fuera de Vox je...
Es un cuadro magistral, pero ¿qué obra de Goya o lo es? Muy intrigante, ya lo creo.
EliminarLo vuestro políticamente hablando es que no ha tenido arreglo nunca, en lo que yo sé y me han contado de buena fuente. Siempre volviendo a las mismas andadas.
Gracias, JLO.
- Ingeniosa ocurrencia guau.- Dicho por Zola, “la braco mil razas poseedora de la su jota”.
ResponderEliminarMe dice que cada día que pasa comprende más y mejor a Goya.
Ella dice, yo ladro y nuestra comunicación resulta perfecta porque nos basamos en cierto hábito vital entre especies enraizado en cariño, comprensión y mutuo entendimiento intrínseco. Guau guauuuuuuu!!!!
Zola ¿es como el perro goyesco? Pues seguro que te puede aportar una visión de nuestro mundo muy interesante...
EliminarY esa cuesta cada vez se hace más fatigosa para nosotros, desgraciados perros, intuimos que nada bueno nos espera al final del empinado camino.
ResponderEliminarEs que nuestros músculos cerebrales se resisten a la necedad media que desgasta a todo hombre o, mejor dicho, a todo perro pichichi.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPero eso mismo es muy hermoso. Que vivamos en la intriga respecto a la interpretación del cuadro nos deja muchas puertas de esperanza abiertas, ¿no crees? Tal vez el secreto no está en el perro sino en las pinceladas y los colores y los claroscuros que pegó el pintor en esa pared nada cerrada...Esa luz es la clave. Un capricho sagaz.
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