En víspera electoral puedo hacer varias cosas. Una, sencillamente no pensar en nada de lo que nos ha acechado estas últimas semanas. Otra, leer poesía, como propone el escritor Julio Llamazares, pero como soy de comunión diaria con la peligrosa secta poética, no me significa nada diferente. Otra, mirar el paisaje no circunscrito por los hombres, pero qué difícil. Sin embargo, reflexiono, casi por inercia, y no porque sea de rigor hacerlo en este día. Reflexiono al leer la noticia de que España vuelve a ser el país de la Unión Europea con mayor abandono de la escuela.
Léase https://elpais.com/sociedad/2019/04/26/actualidad/1556287218_097551.html
Con los mimbres de muchos compatriotas adultos que no han concedido importancia a su formación y al conocimiento, y con estos otros mimbres de novísimas generaciones, ¿qué cesto nos espera para los próximos tiempos? Y luego nos extrañamos de que la ignorancia presente y la racionalidad ausente concedan el voto a los políticos más aberrantes y reaccionarios. Ahí, ahí está el meollo.
Desde que las escuelas de negocio nos enseñaron de que la enseñanza no está pensada para aprender a vivir, sino para proporcionarte una manera de ganar dinero, no nos ha de extrañar que fracasemos escolarmente.
ResponderEliminarEl empirismo, aquel de ver lo que le ocurre al resto de nuestros vecinos, nos está dejando claro que a jornales de 850 € por una carrera con posgrado y master incluido, no nos vale la pena hipotecar a la familia.
Las Facultades se nos han descubierto como la nueva fábrica de parados, y los políticos nos han enseñado que don Vito no sólo vive en Corleone.
Pero por otro lado, si te das cuenta, Fackel, que te das, lo se, nadie habla de cultura del ahorro, ni de la capacidad de sacrificio, ni de paciencia y espera, ni de aprovechar los restos, ni de apagar la luz que encendemos aunque sean la doce del mediodía, y eso Fackel, amigo, seamos nobles y admitamos que no se enseña en la Universidad, que se enseña en casa y que a la Universidad se va a aprender. Mucha, mucha culpa de lo que nos sucede lleva nuestra implicación.
Nadie habla de pactos, y ha de haberlos. En la familia, en la política y en la empresa. No todo es como nosotros quisiéramos que fuera, ni las cosas son del color que nos agrada. Mientras no aprendamos (en casa) no podremos esperar que nos enseñen fuera de ella. Creo que por ahí va buena parte de nuestro fracaso escolar, y por ende, espiritual.
Un abrazote en este día tan peculiar, de reflexión le llaman.
Salut
Pues nada se me ocurre añadir a una argumentación que comparto. Por supuesto podríamos desentrañar un poco más cada punto, y me haces meditar sobre lo de que nadie habla de la cultura del ahorro, del esfuerzo, etc., pero haberla la hay en muchas personas, pero no se vende. Son tiempos de vacas gordas (qué verdad a medias) que nunca para todos, y no se estiman ciertas facetas culturales, digamos. Ese vivir al día, lo mejor posible que el mundo se acaba, es propicio para el beneficio empresarial probablemente, pero un filo peligrosos para cada uno de nosotros. Y lo de pactos, pues mira, ahí das con un tema en el que pienso mucho últimamente, que no se haga el esfuerzo por parte de los "preclaros" partidos para tomar ciertas cuestiones como claves y donde haya encuentros fundamentales me parece negativo. El sentido de Estado fracasa y entonces la democracia queda malherida a merced del mejor postor de camblaches y trileros, como los que se están incorporando a la vida política nacional.
EliminarSi no es por este comment tuyo yo me había olvidado de reflexiones, de que mañana debemos votar y toda la parafernalia. Afortunadamente se respira calma, no sé si ral o solo calma chicha. Salud y mantenerse.
Yo ya vengo reflexionando desde hace tiempo. Y lo tengo decidido: voy a votar, aunque lo haga tapándome un poco la nariz, porque tengo muy claro quiénes no quiero que lleguen al poder.
ResponderEliminarSaludos, Fackel.
Así estoy yo, Cayetano, y se agradece la sinceridad. Por que has pestilencias peores y que dañarían mucho más nuestras vidas. Salud y claridad.
EliminarLo he leído y no salgo de mi asombro. Luego, con ver la talla cultural de algunos políticos, ya me cuadran las cosas, porque para medrar, aquí basta tener padrino y cara dura, sin menospreciar a quienes están preparados y quieren el bien común.
ResponderEliminarUna lástima que no valoren que los estudios abren puertas y no pesan, y que además pueden realizarse con poco dinero, pero vaya, que dejan los estudios para lanzarse a la gran nada y se quedan tan anchos, Buena reflexión. Un abrazo y feliz tarde
Evidentemente, hay gente preparada, pero no creas, los más preparados no quieren dedicarse a la política -por algo será- y tengo la sensación de que cada vez llega más gente de perfil limitado, digamos con prudencia, a nutrir los escaños de cualquier administración electa. Total, los aparatos de los partidos ya se encargan de pensar por ellos...Hay excepciones notables en todo, sin duda, y gente trabajadora, pero no sé si son los que abundan. Sospecho además que van a llegar personajes sin relevancia de la mano de nuevos partidos y no solo de los de siempre. Y sin embargo como el desafío oscurantista está ahí hay que hacer que no se pierda el voto.
EliminarDesde luego que quien dispone de menor capacidad de raciocinio es más proclive a ser manipulado por las fantasías de truhanes y mesías de pacotilla, y su voto influye. Triste, pero real. Gracias, Albada.
Creo que en la sociedad hay sitio para todos, hay gente que tiene magníficos curriculum académicos y adolecen de una falta de sentido común y empatia absolutas y otros a base de esfuerzo y practicidad consiguen metas muy altas. ¿Se debe estudiar para lo que se va a trabajar? o ¿se debe estudiar para llenar nuestras inquietudes personales?, personalmente soy más de la segunda opinión. Trabajos especializados, de investigación, de medicina, química o ingeniería avanzada requieren una formación muy especifica, pero las plazas son pocas y aquí, creo, debe primarse la calidad a cualquier otro baremo. Pero para otros muchos trabajos no es necesaria nada más que practica, ganas y sentido común.
ResponderEliminarEn el abandono escolar no se puede echar la culpa a "la tropa".
Un saludo
P.D. Los de derechas dicen que los de izquierdas están manipulados y los de izquierdas dicen que los de derechas también, todos con estudios. No hay ideas buenas o malas, hay buenos o malos ejecutores de las mismas, pasa como con la cocina, un buen cocinero hace un manjar del plato más insípido. Por eso defiendo las listas abiertas y que todos los votos valgan igual, pequeño detalle este que a nuestros políticos se les olvida debatir
Sí, claro, hay sitio para todos, y estoy de acuerdo con tu argumentación. No sabría responder a tu pregunta. Antes era más utópico y pensaba que había que estudiar para dar respuesta a las inquietudes interiores, pero la realidad se imponía y había que estudiar para lograr un puesto de trabajo. Los hechos nos obligan a elegir, el acierto o desacierto solo se ve a largo plazo. Las exigencias hoy son más altas. También era más benévolo antes respecto al abandono de los estudios, pero la tropa tiene su grado de responsabilidad. Otra cosa es que no sea consciente o no quiera serlo . En parte la sociedad es más permisiva, en parte el mercado laboral no se anda con chiquitas, tiene donde elegir y le importa un rábano los que quedan marginados.
EliminarPor mi parte, sin negar que hay buenos y malos ejecutores, sí que creo que hay ideas malas y muy malas y otras buenas y muy buenas. Si lo primero es debido a lo segundo o viceversa habría que verlo sobre casos concretos. Por lo demás, sigue imperando la Ley D'Hont esa. Saludos.
De acuerdo con Cayetano, solo por civismo votaré aunque esté convencida de la histórica manipulación social y psicológica que se ejerce sobre los individuos; puesto que tenemos lo que nos merecemos por ser cómo somos, mayorías egoístas y manipulables dado el detrimento de mimbres de sabiduría a causa de una creciente comodidad occidental evolutiva. Me planto en primera fila, siguiendo mi instinto natural, para reconocer y enfurecerme por todas mis faltas, debilidades e indignidades reflejo de entorno y genética, especialmente esa veta cínica que valora la fuerza de la biología y emociones basadas en intereses banales por encima de idealismos y que me doblega a seguir la corriente si aspiro a sobrevivir aunque me sienta más salmón que sardina. Al final tanto más dará ir a votar que hurgarse la nariz porque la manipulación interesada predominará.
ResponderEliminarTriste vejez hermano supone descubrir todo lo anterior. Si no fuera por ciertas melodías, la de la palabra incluida, que nos alivia la estancia en este valle de ....
Al menos haber cumplido debidamente y en su momento con la biología por puro instinto y libre de politiquería me debería compensar la estancia terrenal, pero esa carga afortunadamente ya pasó!
Creo que por aquí pasamos los del clan de los sensibles y ultrasensibles, no solo en materia política. Acaso es porque pedimos más a los cielos, o peras al olmo o -escépticamente- aún nos gustaría creer en respuestas consecuentes y perfeccionistas, pero el caso es que no hay ni voto perfecto, ni solución que aparentemente nos beneficie. Puede que nos pase a cierta gente de nuestra generación que esperamos más tras salir del túnel aquel, o que le damos muchas vueltas o que intentamos buscar lo que no encontraremos. No sé, pero no voy a dar la satisfacción de abstenerme a los que se consideran propietarios -sean cierto partido tradicional o alguno nuevo que viene a reconquistarnos- de haciendas y vidas. Así que como hay que vivir, quitemos hierro y vivamos, que siempre hay un día después, jaj. Buen domingo, miss.
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