Rafael Sánchez Ferlosio en su libro de aforismos y otros (de 1993) Vendrán más años malos y nos harán más ciegos : "(Palabras-fuerza) No hay razón sin palabras, pero tampoco puede haber sin ellas fanatismo. En la palabra se manifiesta la salud de la razón, pero, a su vez, el fanatismo siempre aparece como una enfermedad de la palabra, una especie de inflamación absolutista de los significados. Toda predilección por una palabra en sí, al margen de un contexto, es un temible síntoma de predisposición al fanatismo".
Prevención y cautela, pues, ante la palabra sublime, absoluta, única, verdadera. Ya hubo muchas en el pasado con esas características, que se ensalzaron y a las cuales nos obligaron a adorar. Sigue habiendo aún demasiadas en nuestro país que concitan culto y exaltación. La palabra vale en tanto que sirve para razonar. Sin desarrollo lógico la palabra naufraga e incomunica. Se pone al servicio del mejor postor de la intolerancia. El culto a la palabra a-lógica solo nos conduce al infierno del desentendimiento.
(Rafael Sánchez Ferlosio murió ayer uno de abril)
Uno de los grandes.
ResponderEliminarSiempre fue fiel a su pensamiento.
Lo comparo con Benedetti, con Saramago y con Sanpedro
Salut
Seguir sus artículos con su enrevesada pero acertada crítica siempre me hicieron pensar. Varios libros los recogen. Salut.
EliminarCoherencia y lucidez. Le ha rendido la edad, o la escasez de material, porque la palabra es un bien cada día más escaso, como el periodismo nos demuestra cada día. La lupa implacable, no encontraría últimamente lugar donde posarse.
ResponderEliminarUn abrazo y por un día bonito
Le ha rendido la edad, sin duda, lo sé de buena tinta. Le ha rendido acaso, lo intuyo, la hartura sobre lo mismo que acontece hoy y ya acontecía hace décadas, y sobre lo que ahora apenas podría decir de nuevo. Leer textos suyos de hace tiempo y comprobar que siguen vigentes en su fondo es una compensación ante la trivialidad de los comentarios del tertulianismo y pseudo periodismo actuales. Salutem, Albada.
EliminarUna gran pérdida. Pensador, observador, crítico y conciso.
ResponderEliminarPara mi, se ha ido un Grande.
Saludos.
Tal vez no era popular -ni siquiera entre cultos e ilustrados- porque sus palabras no eran fáciles y sus ideas no seguían líneas tópicas. Pasaba un poco como con Agustín García Calvo. Y hoy la gente solo quiere escuchar bagatelas, plácemes y bufonadas, perdonando mentiras y estafas. El período electoral inmediato lo va a demostrar. Se ha ido un tipo Grande, sí. Gracias por comentar, Verónica, pasa cuando gustes.
EliminarY si a eso le añadimos la escasa talla moral -e, incluso, intelectual- de algunos políticos que pretenden gobernar, pues... apaga y vámonos.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
Virgencita, virgencita...dan ganas de decir, porque la talla media es ínfima, no media. Y no solo la ética, sino la preparación deficiente que muestran en los temas. Que nos salvemos de ellos, aunque sea por los pelos. Saludo, Cayetano.
EliminarSiempre me dispuse a aprender con respeto y desde la distancia de quienes nos precedieron tanto por vía positiva como por la negativa, al menos en mi caso agradezco enormemente el paso por nuestro tiempo y espacio de personas como el que nos ocupa. Pobrecito, no me extraña que muriera de agotamiento.
ResponderEliminarDebe ser propio de la naturaleza el placer por sentir su entorno crecer con mayor o menor esfuerzo, pero verlo decrecer resulta deprimente.
Decrecer: el precio de cumplir edad. Se aspira a ello pero se llega, por regla general, muy deteriorado. Lotería, al fin y al cabo. Me gusta esa idea de que aprendiste por vía positiva y negativa. De aquellas percepciones que nos parecieron buenas o de las que teníamos la sensación de que eran malas. Curiosamente, con el paso del tiempo hemos constatado que ni unas ni otras eran tales como nos parecía. Y concluimos: si hemos captado sus significados ya hemos aprendido. Buen día para la naturaleza vital de cada cual.
Eliminar"No hay razón sin palabras, pero tampoco puede haber sin ellas fanatismo.", frase corta, concreta y concisa con la que estoy completamente de acuerdo. A menudo, la palabra se vuelve un arma arrojadiza, en boca de fanáticos y no tan fanáticos que saben cambiar su significado.
ResponderEliminarDescanse en paz Sanchez Ferlosio.
Un abrazo, Fackel
Todos los aprendices de brujo deberían leerlo más, siquiera para no embarcarnos a los demás en aventuras casi extrasensoriales o metafísicas, ya me entiendes. Gracias por pasar y comentar, Carmela, ten buen día.
EliminarLo conocí a través de las lecturas de Carmen M.Gaite.
ResponderEliminarEscurridizo y certero como flecha en el blanco.
Y durísimo, no lo olvides. No andaba con contemplaciones, en cierto sentido no es escritor para estos tiempos y estos públicos hoy risueños y líquidos que solo quieren blandenguerías. Pero deben existir pensadores de esta guisa. Si no, qué sería de nosotros.
Eliminar