No soy dado a traer aquí cuestiones determinadas de política municipal, pero alguna que otra vez cedo porque hay algo que me enternece. A la vez que algo me indigna. La empresa de automóviles RENAULT, conocida en Valladolid como FASA, que lleva instalada desde la década de los cincuenta del siglo pasado, y que llegó a tener de plantilla quince o dieciséis mil trabajadores -los métodos productivos adoptados y la robotización diezmaron considerablemente su número en las últimas décadas y escandalosamente sus puestos fijos-, ha sido distinguida recientemente por el consistorio vallisoletano con la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad. Por cierto, a propuesta del PP. Uno de esos gestos simbólicos y siempre discutibles que todos los municipios suelen tener con determinados personajes o entes que se supone han sido decisivos o al menos importantes en una etapa histórica.
Hay mucho de ornato y adoración, como pasa con todos los premios y reconocimientos que a lo largo y ancho de este mundo se conceden para mayor pompa, honor y gloria humanoide. Pero siempre hay algo más detrás. FASA-RENAULT es la empresa que desde los 60 jugó el papel dinamizador por excelencia en Valladolid, como anteriormente, durante el siglo XIX y parte del XX, lo fueron los Ferrocarriles de la Compañía del Norte, denominada tras la Guerra Civil RENFE. ¿Quiere decir esto que todo ese papel y éxito solo es debido al capital y al enfoque de mercado de la empresa? ¿Sólo han sido los modelos producidos, la propaganda derrochada y las demandas del mercado las que han proporcionado las ventas? ¿Solo han supuesto los trabajadores una pieza en el engranaje productivo y un valor de uso permanente? ¿No se han debido también al esfuerzo del empleado las ganancias que ha obtenido la Renault? ¿No han contado las múltiples y constantes subvenciones que la Administración Pública les ha concedido, sobre todo cuando la empresa lloraba y se sentía disconforme con la presión de las huelgas y amenazaba con la deslocalización? Preguntas de un obrero ante el libro...de los hechos, que hubiera dicho Brecht actualizando el poema célebre.
Ahora que acaba de ser detenido en Japón Carlos Ghosn, presidente de la compañía (Renault-Nissan-Mitsubishi), bajo la acusación de fraude fiscal, el tema de la medalla otorgada por el consistorio vallisoletano adquiere un punto de reflexión a mayores. Pero eso lo dejo a cada cual.
Hay mucho de ornato y adoración, como pasa con todos los premios y reconocimientos que a lo largo y ancho de este mundo se conceden para mayor pompa, honor y gloria humanoide. Pero siempre hay algo más detrás. FASA-RENAULT es la empresa que desde los 60 jugó el papel dinamizador por excelencia en Valladolid, como anteriormente, durante el siglo XIX y parte del XX, lo fueron los Ferrocarriles de la Compañía del Norte, denominada tras la Guerra Civil RENFE. ¿Quiere decir esto que todo ese papel y éxito solo es debido al capital y al enfoque de mercado de la empresa? ¿Sólo han sido los modelos producidos, la propaganda derrochada y las demandas del mercado las que han proporcionado las ventas? ¿Solo han supuesto los trabajadores una pieza en el engranaje productivo y un valor de uso permanente? ¿No se han debido también al esfuerzo del empleado las ganancias que ha obtenido la Renault? ¿No han contado las múltiples y constantes subvenciones que la Administración Pública les ha concedido, sobre todo cuando la empresa lloraba y se sentía disconforme con la presión de las huelgas y amenazaba con la deslocalización? Preguntas de un obrero ante el libro...de los hechos, que hubiera dicho Brecht actualizando el poema célebre.
Ahora que acaba de ser detenido en Japón Carlos Ghosn, presidente de la compañía (Renault-Nissan-Mitsubishi), bajo la acusación de fraude fiscal, el tema de la medalla otorgada por el consistorio vallisoletano adquiere un punto de reflexión a mayores. Pero eso lo dejo a cada cual.
Una concejala del grupo municipal Valladolid toma la palabra pronunció las siguientes palabras, matizando la posición de su grupo al respecto. Que no es sino el pensamiento de muchos ciudadanos y no digamos de cuántos trabajadores en activo y de los ex obreros de la factoría. Reconocer a una empresa o a sus directivos sin tener suficientemente en cuenta a los trabajadores que a lo largo de décadas han dejado su piel en los ritmos productivos de RENAULT es dar un título de vanidad a medias.
PD. No, no voy de precampaña electoral alguna. No estoy en ese mundo, que ya me cuesta bastante representarme a mí mismo ante mí mismo. Simplemente que me gusta aquello que se dice en castellano viejo ¿o ya viene desde el roman paladino?: al pan, pan, y al vino, vino. Es decir: claridad, sensatez, verdad. Permitidme este paréntesis, mañana seguiré de nuevo los pasos del joven remero Naxos en busca de su mundo. Ya entonces también él sabía de lo que era estar en la cadena de montaje, perdón, de transporte, de una nave.
Creo que somos dados a las parafarnalias y a las vanidades.
ResponderEliminarNos gusta regalar medallas y condecoraciones porque creemos que con ello nos congratulamos con el poder. Funcionamos a así, a golpe de ilusiones.
Me viene a la memoria las otorgadas a Franco por el Sr Montal, Agustí, claro, el presidente del Barcelona, Una fue el 13 de octubre del 1971 y el 27 de febrero 1974, la otra, y donde se le honorificó como socio de honor.
Ya ve, FACKEL, esto no es más que una caja de sorpresas con medallas incluidas.
Salut
Pues tal como dices, nos gustan las prebendas, premios y medallas, aunque también debo ser sincero: como a mí me dieron la justas, y solo por buen comportamiento y pulcritud, no tuve después nunca mucha predilección por el simbolismo de las vanidades. Cuando de mayor he visto conceder el Nobel a personajes dudosos e incluso siniestros (algunos de los casos del Nobel de la Paz son repugnantes, ciertos de Literatura muy dudosos y según han comentado los entendidos de otras materias también ha habido favoritismo, por no entrar en el tema Premio Planeta, mercado todo mercado) pues me ha hecho más descreído y escéptico. ¿Solo concedió medallas al dictador el presidente ese del Barça? ¿Cuántas concedería y le concederían aquel alcalde Porcioles de la ciudad Condal (la terminología era de uso obligado en mi infancia)?
EliminarMemoria, reflexión, conocimiento de los hechos, entendimiento: esas son las medallas que hay que reivindicar.
Eso, si señor al pan, pan, y si es con garbanzos y arroz mejor. Las filosofías y demás zarandajas siempre con las tripas llenas y algún vinito que nos muestre nuestra aleatoriedad!
ResponderEliminarCuando el román paladino no sé si comerían muchos garbanzos, pero puedo afirmar que el de Fuentesaúco y el de Pedrosillo son excelentes. Por cierto, el garbanzo salvó a Europa de la hambruna de principios del siglo XIV, y aquel hambre causó estragos incluso desmedidos y escatológicos. El historiador Delumeau, cuya obra "El miedo en Occidente" es extraordinaria, habla de canibalismo en zonas de Europa Central y que los niños desaparecían por los camino. Parece de cuento pero reflexionar sobre aquello debería aún servirnos para evitar los desaguisados que el reverdecimiento de nacionalismos y populismos siniestros traerían de instalarse de nuevo en el poder. Otro sí, por cierto, ¿se ha hecho alguna vez un reconocimiento público al garbanzo, al arroz, a la patata...? Me apunto. Aunque soy de la opinión que en ese tema, como en el tema de dar gracias a Dios por los alimentos, la mejor manera de celebrar y agradecer es comiendo, degustando y con mesura, por supuesto.
Eliminarhttps://elpais.com/economia/2018/11/19/actualidad/1542656056_239883.html
ResponderEliminarhttps://www.diariomotor.com/noticia/la-estabilidad-de-renault-tras-la-detencion-de-su-ceo-carlos-ghosn/
Como bien dices, que reflexiones cada cual, previo informarse, si es que las informaciones proporcionan suficiente conocimiento de causa. Algunos llegamos con menos a ciertas conclusiones: hay que ver qué gente dirige y nos dirige. No hace falta recordar casos sobre altos cargos del FMI, por ejemplo.
Fermín.
Mira, Fermín, y gracias por los enlaces que habrá abundantes, todo esto me evoca aquello de "a rey muerto, rey puesto". Creo que los altos dirigentes de una empresa son reflejo de lo que la empresa desea tener, tal vez los puestos propicien procurar por sus intereses, ya que se han sacrificado tanto, y que a los currantes de cadena ¡que les den! Tuve amigos que las pasaron muy mal y pagaron con su salud por ser simplemente obreros.
EliminarEntiéndaseme.
Y hete aquí la cuestión: ¿Cómo se mide la pulcritud? ¿A día de hoy, seguirías siendo merecedor del premio?
ResponderEliminarEl tema era la Renault y etcétera, pero ya que revelé secretos de infancia te diré que seguiría siendo merecedor del premio, pero ojo no se relacione la imagen sencilla con la que evoca "ir como un pincel". No pertenezco a los aparentes.
EliminarNos sobreestimamos en exceso, pequeño Fackel (la modestia place al cielo y la vida no es bella) La pulcritud no se ve de puertas afuera. No solo es aseo personal. Es también y básicamente -en otros idiomas- limpieza interna además de delicadeza. ¿Aún así continuamos considerándonos merecedores del premio? Pues observemos bien nuestra nariz, no vaya a ser que nos crezca.
EliminarEstoy de acuerdo contigo, Chiloé. La pulcritud aparente puede ser sospechosa y no cierta. La pulcritud tiene que sobresalir en nuestras conductas, ¿en nuestra ética?, en nuestras intenciones y en el trato sencillo y dialogante con el otro. Si no, ¿qué clase de pulcritud hipócrita sería? Podemos intentar seguir siendo candidatos al premio -de jurado nosotros mismos, con sinceridad- aunque si el prójimo hablara...Muy acertada en lo de la nariz, así es.
EliminarAsí se habla, con fundamento.
ResponderEliminarAdriana
Cuando era pequeño escuchaba con frecuencia decir a mi madre y mis tías de la ciudad del Norte: ¡qué sin fundamento eres!. Se lo aplicaban a cualquiera que dijera algo con alegría y sarcasmo. Hay un merchandinsing de la cocina televisiva que suele repetir lo inverso, se ve que hacer con fundamento las cosas -culinarias, digo- ha sido para él hacer caja. Pero es otro tema que no me interesa.
EliminarAhhhhhhhhhhhhhhhhhh..CHILOÉ, la Pulcritud pertenece a la Metafísica. O se es pulcro o no se es. Aquí no cabe lo especulativo, lo Positivista, lo Empírico, lo Lógico.
ResponderEliminar¿ Cómo podríamos decir? , "¿eres pulcro?, cuantifícamelo del 1 al 10. Y responder...lo soy en grado 6. Imposible, ya te digo, o se es, o no se es. Metafísica Aristotélica.
Salut
Coño, pues a mí no me dieron nunca premios de Metafísica, y mira que también me los merecí por cumplir a rajatabla los diez mandamientos, algo que no podrían decir todos los burócratas de sotana.
EliminarOye, Miquel, que la palabra pulcritud ya no se usa. ¿Será reflejo de la carencia del contenido que no se recurra al continente?
El ¡qué sin fundamento! me ha recordado
ResponderEliminara mi abuela, ella decía ¡no tienes santiscario! para referirse a lo mismo. Mi madre lo sigue diciendo.
Adriana
No lo había oído nunca. Me gustaría saber en qué zona de España se utilizaba o sigue en vigor lo de santiscario, que veo que significa "de mi invención".
EliminarMatizando lo de antes, un "sin fundamento" era alguien que decía cosas sin base ni argumento, hablar por hablar, a lo tonto, pero en plan graciosillo. Al menos eso es lo que deducía yo.
Como el saber no ocupa lugar, dicen, encuentro esto en el Diccionario de Autoridades (el primer Diccionario de la RAE), por si te interesa:
ResponderEliminarDiccionario de Autoridades - Tomo VI (1739)
SANTISCARIO. s. m. Lo mismo que capricho, è intención, ò idéa. Es del estilo baxo. Lat. Proprium judicium, arbitrium, vel libitum. CERV. Nov. Dialog. pl. 379. Hacía otras nuevas, y nunca vistas galanterías, las quales de mi santiscario, como dicen, las hacía, por no sacar mentiroso à mi amo.
Debe tomarse como insensatez, poco juicio en plan gracioso. Locatis.....
ResponderEliminarAdriana
Sin fundamento, vamos.
Eliminar