"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 31 de octubre de 2018

Modelo para armar




Lo llamo modelo para armar porque es lo que es, si bien todo modelo para armar también lo es para desarmar (Entiendan el juego: desarmar conciencias y armarlas de otra manera) Este confesionario antiguo me recuerda uno de aquellos desplegables de infancia que había que recortar y luego, siguiendo un perímetro determinado, alzar sus lados hasta formar el edificio. Porque un confesionario está pensado como una arquitectura. No voy a decir tanto como un templo dentro del templo, pero casi. No en vano muchos de ellos tenían forma de capilla o de ermita. Con la Contrarreforma trentina se impuso la idea de incidir en el complejo de culpa y someter los actos personales no conformes a la moral dominante (lo llamaron pecado) al juicio de un sacerdote, que jugaba el papel de medium o de árbitro, según se mire. Este se refugiaba en un modelo de cubículo desde donde se ejercía sobre el individuo un repaso o control de su conciencia y de sus actos a la carta. Atención personalizada, se llamaría hoy. Ahí es ná. Pero no quiero ni pretendo divagar sobre uno de los asuntos más enrevesados y turbios que han pervivido por siglos, con toda una secuela de consecuencias que no viene a cuento ahora describir. Al fin y al cabo lo que me apetecía era traer la imagen de este confesionario que hallé una vez en la visita a una iglesia de Salamanca, de cuyo nombre no logro acordarme. ¿A que es cuco el modelo armado? Esos aires del barroco colonial le conceden un aspecto lúdico, y acaso encaja en la etapa neobarroca que estamos viviendo, tal vez la más barroca y decadente estéticamente de todas. Disfruten de la visualización del hexágono, ¿o es un octógono? Doctores geómetras nos sabrán contestar. 


Este confesionario se lo dedico a Miquel, que sé que es un coleccionista de confesionarios.



24 comentarios:

  1. Simplemente preciosos.
    Gracias ¡¡¡
    PD: Soy coleccionista de todo aquello que me ha acompañado por la vida, FACKEL, y los confesionarios forman parte de ello.
    Un abrazo y gracias por acordarte de mi
    salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que como ya habías sacado en tu blog otros modelos me parecía oportuno aportarte este. En este caso Salamanca presta lo que Natura no quisiera haber dado. Me alegro que te haya gustado. Salud.

      Eliminar
  2. El artefacto ese y citar a Salamanca se compenetran como noticias con esta otra:

    https://elpais.com/sociedad/2018/10/30/actualidad/1540912306_389528.html

    Tela marinera que se decía en Castilla la vieja.

    Fermín.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo cual, Fermín, me hace pensar en que una cosa es el continente y otra el contenido, o como decían en la Castilla que citas una cosa es predicar y otra dar trigo, y si siguiéramos con refranes también se les podría aplicar que se les dio muy bien nadar y guardar la ropa. Etcétera. Saludo.

      Eliminar
  3. Me gusta ese modelo. Si en la parte del confesionario adosada a la pared hay un solo lado yo diría que se trata de un heptágno, un polígono que no podemos trazar con toda exactitud con regla y compás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Podría ser, lástima que no se me ocurriera en el momento ratificar sus lados. Aunque ve a saber si no habrá algo milagroso en su estructura dogmática que cambie las leyes geométricas.

      Eliminar
  4. Oye pues resulta lindo, claro que nunca se me hubiera ocurrido que fuera un confesionario, aparentemente hexagonal. Aunque me ocurre como a Miquel, solo que no colecciono sino que cuido y reparo lo que me ha acompañado durante la vida producto de un exceso de domesticidad,seguramente, hasta puede que les otorgue cierta vitalidad histórica derivada de la propia, que para eso está la imaginación, evidentemente. Seguro que a ese recipiente hexagonal le hubiera otorgado utilidades de lo más diverso! ¡Una forma de ensalzar la materia como otra cualquiera, una forma de materialismo que difiere mucho del concepto convencional que nos venden!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay qué miedo me das, me pregunto a qué se te habría ocurrido destinar el sacramental cubículo.

      Eliminar
  5. Buenas, ¿qué tal? ando últimamente un poco más activa por los blogs y me ha llamado mucho la atención el confesionario ¡qué bonito! Siempre me ha gustado mucho armar y desarmar (física y mentalmente) y la imagen también me ha recordado la infancia, en la foto parece de cartón.

    ¿Cuántas vivencias habrá saboreado? ¿habrá proporcionado alivio y sensatez a quién acudió a él? Dejar que otros que tomen las riendas de nuestra vida es muy propio del ser humano, somos tan vagos, que podemos dejar a otros que decidan nuestra vida con tal de no tomarnos la molestia de sopesar lo que nos conviene.

    En fin, este curioso modelo de confesonario podría abrir la puerta a tantas interpretaciones que daría para escribir líneas y líneas, tal vez en otra ocasión. Un placer leerte y contemplar las imágenes que expones, ¡un abrazo Fackel!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida de nuevo, cuánto tiempo, Ana. Pues sí, supongo que confidencias, secretos y entregas de primogenituras de conciencia a cambio de promesas del producto "vida eterna" habrá presenciado muchas. Puede que para unos haya sido una terapia, para otros una manipulación, para otros simplemente mecánica monótona.Pero desde ellos ha habido más cosas que ahora no viene a cuento hablar de ellas, pero a poco que todos hayamos escuchado desde la infancia por nuestros pueblos y urbes ya sabemos.

      Me conformo de momento con presentar el modelo. Gracias por comentar.

      Eliminar
  6. Cuando he puesto que en la foto parece de cartón más bien debería haber dicho que en mi imaginación lo he visto de cartón, ji, ji, ese recortable del que precisamente hablabas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las dos cosas, Ana, en la foto parece y la imaginación también os hace que parezca.

      Eliminar
  7. A primer golpe de vista una sauna, p.e. adecuando la base a tal propósito y por supuesto considerando la resistencia a la humedad del material que nos muestras! Buah, sin sentido económico por el altísimo gasto que implicaría, claro que el presupuesto dedicado a la memoria histórica podría correr con la inversión turística, jajjj. Ya, ya, seguro que el concepto de sauna/confesionario tiene su punto, jajjj.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya que vas de humor. pues mira una sauna sin duda para el cura sobre todo en verano si se pasaba allí dentro algunas horas. Claro que con la oración todo es soportable, su religión pensó en todo.

      Eliminar
    2. Esa era la triste imagen que pretendía proyectar, si señor.
      El poder de la mente, hermano, pero que sin "combustible", no pita! De aquellos tormentos sus lodos correspondientes.

      Eliminar
    3. Pero esta gente no da el brazo a torcer en sus ideas esotéricas y supersticiosas (por un lado) y práctica de modus vivendi (por otro lado)

      Eliminar
    4. Pues a mi me dan mucha pena, por diversos motivos, aunque vayan disfrazados de señores mayores, serios y sesudos (Recuerda "La Forja de un Rebelde" de Barea, p.e.) principalmente por su necesidad instintiva y probablemente cultural de una dependencia emocional eterna y las consecuencias psicológicas que ello implica: frustrantes pensamientos, ocultamientos y temores de diversa índole que podrían inclinar a cierta prepotencia,aunque siempre conviene tenerlos bien lejitos, si bien ellos mismos se alejan al observar excesos de rebeldía correspondientes a otras esferas y/además les conviene medrar en su peculiar "funcionariado" protector .... me parece.
      Peores aún me parecen los meapilas que los utilizan por razones más o menos inconscientemente inconfesables, y me avala una muy diversa y amplia experiencia en dicho sector.
      Todo ello escrito al margen de políticas y credulidades de diverso orden, solo me baso en diversas y propias observaciones, por tanto particulares e intransferibles, ¡y eso que siempre, incluso ahora, voy con el beneficio de la duda entre los dientes en todos los aspectos de la vida!

      Vaya, "condenao", que tu comentario ha apartado por un ratito mi salvífico cachondeo interior, "pa lo que nos queda en el convento" nada mejor que el humor en mi caso irónico, ¡no se me ocurre nada mejor que hacer! El siguiente paso será el silencio absoluto de teclado, que aún me cuesta, ¡visto lo visto!

      Eliminar
    5. Se puede ser crítico en serio y tener buen humor paralelamente, así que ego te absolvo. A mí no me dan pena alguna. La institución, a mi modo de ver, está sumida en el descrédito. La soberbia -y no entro en otros "pecados" capitales- les puede. Como en cualquier empresa de la magnitud cualitativa y cuantitativa que tiene pues juegan a todas en pro de la supervivencia. Ratifico tus propias observaciones y me inhibo de comentar más sobre ese mundo de las tinieblas que se pregona de la luz.

      Eliminar
  8. El confesionario siempre me ha parecido una maqueta de un edificio, una construcción a escala reducida, no en vano es un artefacto donde un individuo vela por el control y la reducción del pensamiento.
    Salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que ha sido así, tanto en contenido como en continente. En cada tiempo el diseño variaba. He conocido confesionarios elementales, pero otros parecían catedrales con pináculos y todo. Se adaptaban sus formas a la moda del arte superior, digamos, aún estoy por localizar algún confesionario expresionista, porque cubistas o abstractos los hay, además por si quedara alguna duda, además del reparto de funciones siempre hay una cruz como identidad corporativa de la empresa.

      Eliminar
  9. Muy mono, parece un tocador de señoras, ah, no que es un confesionario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha dado la risa. Qué ocurrente, sí es muy rococó.

      Eliminar