En la regresión a la que te ves abocado la sombra es más fiel al hombre que tú. Te es consecuente, te proporciona un indisimulado bienestar. Sin duda prefieres el reflejo en la pared al que percibes en el espejo. Perfiles y fondos indefinidos te hablan del que fuiste y te hacen seguir siendo. ¿Ves cómo al final lo abstracto te interpreta mejor que la precisión aparente de tus rasgos visibles, cuyo ajamiento tanto temes? Empiezas a entender lo que es la imagen de la vaguedad imperante. Despójate del rostro, vacíate del cuerpo, desvirtúa tu nombre. Que tus ojos no miren más que lo que fuiste, siempre abundante sombra; perecedera carne ahíta de nostalgia, hasta que se disuelva en ceniza.
(Imagen de Michal Macku)
Me recuerdas a uno de esos sabios que levantando un dedo saben por dónde viene el viento. ¿Es eso cierto? La pregunta es retórica, pequeño Fackel, pero no el resto.
ResponderEliminarTriste, amigo Fackel, es triste que la sombra sea nuestro más fiel acompañante. El bienestar que producen las sombras es el que sentía el caminante romántico (der Wanderer), solitario que andaba por los bosques brumosos y confiaba en la redención por el amor. ¡Menudo ideal!, ¡menudo fracaso!
ResponderEliminarBuscamos luz y encontramos que la luz de la razón proyecta unas sombras que no son más que una abstracción. Son el espacio limitado donde la luz está ausente.
Estas sombras son el augurio de las futuras cenizas.
Salud
Francesc Cornadó Estradé
Mi concepto de la sombra no es romántico. Tampoco me devora su simbolismo vario. La sombra permite generar metáforas complementarias, digamos. No me perturba, no me obstaculiza, no me genera miedos. La limito y la relativizo, pero está ahí, paralela. Es fiel como fiel es el impulso de la razón.
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ResponderEliminarPor ahí va la mirada, por ahí.
EliminarNo se si lo he entendido con caridad meridiana.
ResponderEliminarNo creo que haya personas abstractas, todas, de alguna manera tienen su cometido, desdibujadas unas, más concretas las otras.
En ceniza nos disolveremos, no hay duda alguna, pero hay cenizas de cerámica y las hay de boniato. Las primeras se vuelven pasta, las segundas, y a las que no quiero pertenecer, son si acaso incomestibles.
Un abrazo
Personas abstractas no hay, claro, parece que se contabilizan, se registran y se ponen rostros. Luego...cada uno se ve como se ve.
Eliminar...Y en tu efigie pedestre resplancecerá la aureola goliardesca de los bohemios. Y yo añadiré al monumento un lago de agua limpísima del mar de este puerto y muchas palmeras y una alameda y la brisa caliente de este ponto que de noche parece el cielo. Porque quiero que dejes de parecer triste. Para que nunca tengas desasosiego.
ResponderEliminarVaya, no sé si seré ecuánime con lo que voy a exponer.
ResponderEliminar1- Siempre enfoqu’e mi existencia como un experimento vital y mi propia vida como objeto de autoanálisis, ignoro si por instinto, genética o educación o por interacción entre todos los factores (epigenetica?)
2- Instintivamente empatizaba mejor con mis opuestos sin tener conciencia clara de ello. Solo me dejaba guiar por el más puro instinto emocional. Ningún mérito o demérito personal.
3. Conclusión: El patrón básico y ciego se replica. La experiencia a lo largo de largo y afortunado tiempo me ha enseñado que mi instinto es un verdadero desastre. Que atraigo malos entendidos y pasiones que atentan contra estabilidad emocional propia y prefiero alejar al personal cargando con todos los muertos con tal de sentirme libre.
Y como cada cuerpo tiene la responsabilidad de optimizar su supervivencia, aún comprendiéndolo todo siento que ya no tengo derecho, instintivo o no,a intervenir en sombra alguna. Solo resta el respeto propio y ajeno. Sin luz no existe sombra.
Por tanto, gracias al sentimiento de amor universal, revestido en manto de respeto algunos podemos sobrevivir medianamente cuerdos, supuestamente.
Lo que más penoso es tener que seguir sobreviviendo lo mejor posible en un caldo social tan engañoso, tan primitivo y sentirse impotente para mejorarlo.
Será esto algo parecido a ese “discurso de la razón” que mencionas?
Al 1. Magnífico, tu vida es (o debería haber sido siempre) tuya.
EliminarAl 2. Pues mira, simpatizar con los opuestos siempre es autoafirmación, un acto rebelde y un camino personal electo (en principio todos fuimos sumisos, bueno acaso tú no)
Al 3. Y qué si atraes incomprensiones y etc. No creo que tu instinto sea desastroso, allá otros si no alcanzan tu ritmo.
Claro que sin luz no hay sombra, pero en el mundo personal el individuo es ambas cosas y eso está muy bien, eso se llama vida. Lo del amor universal suena bien pero lo dejo para las sectas (el universo y el caos de todos sus cuerpos "celestes" son enfrentamiento, imposición, machaque y destrucción, ¿somos los individuos también de esa guisa?)
"Lo que más penoso es tener que seguir sobreviviendo lo mejor posible en un caldo social tan engañoso, tan primitivo y sentirse impotente para mejorarlo." Esa misma idea tengo yo y me persigue a lo largo de mi historia personal. Hay que buscar márgenes, rincones, huecos bajo higueras o desiertos con palmeras o sin ellas. ¡Para sobrevivir!
No vamos desencaminados en el discurso de la Razón, solo que las premisas han cambiado y evolucionado en parte desde las primeras conciencias o expresiones del mismo.
Salud y mirada divertida.
Claro que no me quedó más remedio que someterme al principio, pero en cuanto descubrí las lagunas y en cuanto pude, o “el hambre” me lo permitió, me largué ....para seguir descubriendo más despropósitos propios incluidos, y eso escoció lo suyo. Ahora ya “ from lost to the river” (trad: de perdidos al río)
EliminarGracias por tu hermosa sinceridad, se le quitan o rebajan a uno los complejos propios. Siguiendo el dicho: with our bread we eat it (con nuestro pan nos lo comamos, pero se admite corrección sintáctica)
EliminarMe temo que nuestra unigenitura en el mismo periodo histórico haya promovido complejos comunes a tal circunstancia, matizados por la sombra del género.
EliminarVerás, de no haberme obligada a la esclavitud y al temor de la ira materna, de haber podido seguir con mis planes a la vuelta de Oklahoma, de haber podido acceder a mi sueño de acceder al Cuerpo Diplomático (algo inaccesible por entonces para mi circunstancia) , pero que quedó publicado en la revista escolar foránea. Ademas de trabajar en la enseñanza, con mi nivel de inglés y de taqui-meca y con mucho tiempo, me habría sacado cualquier oposición que poco después me permitiría acceder a algún puesto de funcionariado en cualquier organismo internacional. También habría perfeccionado el Francés que se me daba bien. Ya ves siempre soñando con escapar, tal y como se corresponde con el talante de mis progenitores en el momento que me engendraron.
Sin embargo me sometí a su voluntad ya viejos e inermes, muy necesitados de mi sueldo y renuncié a mis planes de futuro. Después el resto se precipitó y no me quedó otra que “asociarme” para sacarlos adelante en las mejores condiciones posibles. Alrededor del medio siglo me”desdoblegue” y lo mandé todo a freír puñetas, como siempre aprovechando y optimizando las circunstancias según se iban presentando, a sabiendas que cualquier herida ajena a corto plazo se transformaría en fortuna. (Inevitablemente siempre pensando en un lastrante colectivo familiar, como parece que fui programada para hacer desde la cuna). Ahí tienes el panecillo que me tocó tragarme.
Por cierto que mi circunstancia universitaria tampoco estuvo exenta de dificultades de diverso índole. Todo comenzó cuando durante el verano de los 13 años mi madre, a escondidas me matriculó en “Ciencias” porque así traería más dinero a casa, cuando me prometió hacerlo en “Letras” para las que mi persona era claramente más apta. ...cuando la muy inconsciente ni siquiera había ido a la escuela y encima era negada para los números!
No conozco mayor traición que la de la miseria mental, y si resulta que eres producto de la misma y lo asumes resulta una verdadera puñeta, pero los complejos personales se disipan al asumirse cada quien como una mera y fugaz consecuencia de las circunstancias, al menos. Así lo siento, hermano, luego cada cual tendrá una certeza que podré respetar pero difícilmente compartir. .... y esta última frase también resulta un subproducto de la helicoidal, paterna, en este caso.
Vaya historias, no sabemos el currículo que cada cual va a acumulando a lo largo de su vida en materia vivencias, experiencias y otras menos ciencias. Me admira tu capacidad de contar esto sin reparos y cara al público. Me descubro.
EliminarAl pasar olímpicamente de la realidad imperante y no creérmela, al desdeñar la personalidad aparente, al haberme asomado a personalidades de lo más delirante desde mi perspectiva, puesto que lo que yo considero delirio otros asumen como algo natural y al hecho de haber vivido aterrada. Todo ello me hace descreer en el concepto de lo público mientras el concepto de lo privado sacude mi conmiseración.
EliminarSerá que por todo ello elegí voluntariamente la más absoluta soledad hace bastante tiempo con todas las inquietudes que ello conlleva.
Ahora me resta superar mi temor al dolor físico, quizás por ello sea defensora a ultranza de la eutanasia activa. Indicio de cobardía, asumido.
En absoluto soy digna de admiración. Todo ha venido provocado por las circunstancias y mi persona una simple marioneta, al menos mínimamente consciente de las películas circundantes, que es lo que pretendía desde que comencé a hacerme preguntas.
No creo que se trate de ser valiente o cobarde ante el dolor físico. Cuestión de personalidad emocional y capacidad de soportar o no, más bien. Y total cuando ese dolor no es pasajero sino que se vuelve más agudo porque crónico ya lo iba siendo, es lógico que cualquiera desee salvar la situación de la manera más efectiva. Te comprendo.
EliminarRespecto al concepto de lo público, que yo elevé hace décadas, a medida que crecía, por convencimiento y necesidad, más allá que lo que me enseñaron que fue muy poco, más allá de los tiempos en que crecimos en que lo público solo era un elemento físico pero no cívico y mucho menos político, porque ya se encargaban los bárbaros de la tribu de prohibirlo todo, de sustituirlo todo, de negarnos todo, hoy parece que uno anda sumido en desconcierto y ha bajado del altar excelso lo público, sin por ello creer demasiado tampoco en lo privado, porque se quiere volver a las andadas, a que Gran Hermano o quien sea lo controle todo y haga que los individuos vayan por la vida como ganado que consume y paga impuestos. No niego, incluso reconozco, el valor de algunas minorías ilusionadas en vitalizar lo público, en dotarlo de honradez y ética, aunque no osaría poner nombres si me preguntaran quién defiende esa actitud elevada. Es un tema sobre el que cada vez me quedan menos ganas de aseverar y prácticamente de opinar. Desgraciadamente lo público es el espacio que ha utilizado lo privado para sus negocios y medros personales o empresariales, y no hay manera de que se regenere.
Visto desde tu punto de vista probablemente todos hayamos sido marionetas, o lo sigamos siendo, en mayor o menor medida. Pero, al menos, cambiemos la voz del ventrílocuo y mandémoslo a la mierda.
"Que tus ojos no miren más que lo que fuiste, siempre abundante sombra; perecedera carne ahíta de nostalgia, hasta que se disuelva en ceniza. " Es un pensamiento triste, muy cierto, pero te entiendo y sé de qué hablas.
ResponderEliminarUn abrazo
No lo digo ni con melancolía ni por romanticismo trasnochado, es el punto de contrición inexorable al que los años nos llevan. O simplemente reflexivo, porque ¿vamos a arrepentirnos de que algo superior a nosotros como es el Tiempo haya transcurrido? No somos responsable de que Cronos no nos perdone, al fin y al cabo por él también vinimos a este mundo.
EliminarEsta SOMBRA excede lo sombrío.
ResponderEliminarPor escuchar cosas así merece la pena vivir. Y por otras más cosas.
Saludo y regalo:
https://m.youtube.com/watch?v=OdeOyrLHdSg
Bartoli: vaya mujer cantando. Mis sombras se desajustan por unos instantes.
Un exceso de sombra puede ser peligroso para la salud, sí. Bartoli me gusta mucho, voy a ver qué composición interpreta en este enlace. Un abrazo.
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