Comentario entre íntimos, digo: hemos pasado de ser marcados por la religión a ser marcados por la política. Es que una nos llevó a la otra, me responden. (Aquí se debe aclarar que no nos referimos a la política profesional, a lo de vivir del cargo, que se lleva ahora, sino a aquello otro de la conciencia política o social, etc., que daba más disgustos que compensaciones) ¿Cuestión de fe, luego una sola línea mental producto de la ideología idealista que todo lo impregna, para beneficios de otros?, insisto. Sin duda, me comenta mi interlocutora. Pero lo curioso es que creímos liberarnos de la nefasta influencia católica para reproducir el esquema con la supuesta libre conciencia política. De ahí que la primera crisis y rechazo, allá por la adolescencia asentada, haya trasuntado en la crisis más reciente con evidente hastío por la situación del momento, me responden. De intoxicación en intoxicación, vamos, matizo. Más bien un viaje de las intoxicaciones al desengaño, y ojalá sea así porque al menos el desengaño permite libertad de pensamiento, matiza ella. Ah, ¿que ya no podemos siquiera aplicar la receta de la mora que quita la mancha de mora?, se me ocurre. Por supuesto, siempre podemos desintoxicarnos intoxicándonos de nuevo, pero ¿no volverá a ser lo mismo? Y lo mismo es tan cansino. Y además a estas alturas de la película en la que actuamos es tan arriesgado...Siempre quedará el desierto, le digo; me han contado que en la casa de un anacoreta de Turín había una pintada en la pared que decía: quien va al desierto no es un desertor. ¿Probamos? Yo, leo y escribo, dice ella, es la manera de apartarme pero no desertar. Voy a probar, respondo, pero mientras te invito a Vivaldi.
(Fotografía de Saul Leiter)
Obsérvese la evolución de la materia a través del tiempo: tras alcanzar máxima eclosion se inicia la desecación para acabar en polvo desertor. Hace pensar que se trata de un proceso natural.
ResponderEliminarNos ofreces una buena pieza musical de un hombre desafortunado! A pesar de todos los pesares se agradece la combinación melódica.
La pieza me pareció muy bella, independiente del texto y de la fortuna del infortunado, jaj.
EliminarLa deserción para mí no es el abandono total sino la conquista de un espacio y un tiempo (si se me es dado) que me permita márgenes, refugio, entendimiento y disfrute sin alharacas. La obra humana tiene mucha falsedad y solo quiero empaparme de la que proporciona bondad y belleza.
Esa es la cuestión presente, no se me ocurre nada mejor.
EliminarSuficiente.
EliminarAmigo Fackel, política de saloncito y religión de púlpito no son otra cosa que mecanismos de intoxicación, formas clarísimas de alineación. ¿A dónde nos conducen?, parece claro que la meta es la cacotopía donde nadie pensará por sí mismo (ahora deberíamos decir por sí misma y por sí mismo), en definitiva alineación colectiva y eliminación de toda crítica racional. Contra esto, amigo mío, tenemos un arsenal magnífico, a saber: Vivaldi, Dante, Flaubert, Ausias March, Petrarca, Miguel Ángel, Brunelleschi, Policleto, Bach, Schoenberg, Piero della Francesca, Montaigne y un largo etcétera, cuya eficacia revolucionaria tiene una dimensión eterna.
ResponderEliminarSalud
Salud
Esas bombas que propones, Francesc, son dinamita pura para la mediocridad y la rendición. Bienvenidas sean todas las que llevan esos nombres y muchos más. Proteger la intimidad o, mejor dicho, la resistencia íntima, es una virtud a nuestra edad.
EliminarMientras no sean marchas militares, apologías de sangre y oro, transijo toda la música que sabe la deuda que tiene con el silencio.
ResponderEliminarUna pregunta, ya que sacas el tema, Camino: ¿todas las marchas militares son iguales? ¿Puede haber belleza en muchas de ellas?
EliminarY esta composición es el himno de Alemania, ¿qué opinas?
https://www.youtube.com/watch?v=L_chH88_--A
Salud y amistad.
Comentario entre íntimos, digo: hemos pasado de ser marcados por la religión a ser marcados por la política..."
ResponderEliminarNo te quepa duda. Por motivos familiares he estado 3 días en Gran Canaria. No ha habido conductor de gua-gua, taxista, o camarero que no me haya preguntado, cuando han denotado el acento catalán de mi señora y el mio ( y que conste en acta que no hablamos catalán entre nosotros), que, que es lo que nos pasa -a los catalanes- a tono de voz subido.
Flaco favor hizo la religión en su época, que viene a ser también la nuestra, sino que se lo pregunten a los serbios, los bosnios, los croatas o los kosovares. No es problema de etnia, es problema de religión.
Flaco favor hacen los políticos, todos, alzando la voz para que las personas se autodiscriminen poniéndose un pendón en la solapa, sea este de dos colores rojos o de cuatro.
He venido de allí (LPdGC) hasta los mismos. He llegado aquí (Bna), y empiezo a estar harto.
Salut
Hay matices hoy día. Uno, que los de la religión, aun teniendo sus crisis y peleas, como se ve en el Vaticano, siguen siendo los que nadarán y guardarán la ropa siempre, venga el régimen político que vengan, y se acomodarán al Poder sea cual sea. Otro, que los políticos de hoy son de una mediocridad total y peligrosa, no hay más que ver la idiota batalla por los master en lugar de hablar de política concreta de los ciudadanos de este país. Las fuerzas fácticas son las que administran, según sus intereses, claro, el país, si fuera por los políticos hoy el país, INCLUIDO CATALUÑA y por partida doble, se paralizarían.
EliminarPues nos queda desierto, hermano, así que más vale rebajemos la afectación por el tema. Es posible.
Un abrazo de ánimo, somos muy mayores para entrar en el juego de los cuentistas y trileros.
El desierto....bien para empaparse como dice de belleza pero siga peleón poniendo voz al tartaja.
ResponderEliminarAdriana
Huy qué difícil es conjugar las voces...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo estoy seguro, aunque los petardos tuvieran otras formas, tales como las lecturas...peligrosas. Te recomiendo "Viaje sentimental por Francia e Italia", una joya breve del autor del Tristram. O cuando se escribe bien...qué placentero resulta leerlo.
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