SE TE OFRECE en una concha nacarina o en un cuenco de barro o en el envés de una mano. No, no la satisfacción de la sed, sino la sed misma. Cuántas veces has rogado desde la infancia dame de beber. ¿No estabas pidiendo acaso padecer más deseo? No hay trago que te sacie. No hay manantial que agotes. No hay fluido que te compense. Allí vas, te agachas sobre la patena calcárea por donde fluye la corriente, te contemplas, reclamas más de ti mismo. Como mucho piensas: qué buena está. Pero no hay gusto pleno en tu boca ni mirada feliz suficiente en tus pupilas ni memoria que te haya dado paz. Miras la disolución del hombre en el perfil inestable del hontanar. Cuanto más te observas más te extravías en la noción de ti mismo. Dilema contradictorio que te espanta: si abandonas tu propio reflejo, ¿quién aparecerá?
(Una disolución de Andy Denzler)
No hay escapatoria. Frente la cohesión de la materia la disolución. Mientras tanto se impone la lucha por una cohesión celular sana, si inteligente mejor. Conviene asumirlo para evitar que la ansiedad precipite su disolución.
ResponderEliminarO dicho de otro modo: que el tratamiento anti-Ego que es también anti-Age lo lleva implícito el Ego al uso que tanto nos martiriza (eso dicen, no sé) toda la santa vida (aunque también nos la explica)
EliminarEs una forma de verlo metiendo al pobrecito ego en el ajo.
EliminarEn plan llano y coloquial: "ajo y agua".....y por supuesto un buen y valiente talante (dinámica personal) para conllevarlo. Al margen: En su día cuando estuve metida en el meollo esotérico anglo hispano me topé con personas que conocieron personalmente a Alan Watts y mejor no reproducir sus opiniones puesto que al no encontrarse por entonces entre los vivos no tuve ocasión de conocerle personalmente....ayyy pero conozco bien la dinámica New Age norteamericana. Prefiero tratarme con personal a pie de tierra con todo su cargamento de contradicciones. Palabrita absolutamente terrícola!
No estaría mal escuchar tus opiniones y experiencias con los de la NA, pero no ande removiendo recuerdos non gratos.
EliminarExacto, no hay trago que sacie, ahí está el asunto de toda la desdicha humana, satisfecho el deseo, se desvanece para abrirse a un nuevo deseo. Un juego de espejos. La vida es un juego, escribió Allan Watts, y la primera regla, dijo con ironía propia del budismo zen es que la vida no es ningún juego, he ahí la paradoja de nuestra existencia.
ResponderEliminarSomos eternos, aunque finitos, reproductores de nosotros mismos: en el mundo celular, en el de las emociones, en el intelectual, en el de las relaciones...nuestros eslabones complejos y variados se reproducen y se reinventan perpetuamente hasta su desgaste final. A mí me parece muy bonita la vida y en concreta la humana. Si meditáramos más sobre lo que somos, debidos a tantas interacciones y personas que se han movido antes y en nuestro entorno, reduciríamos el ego bloqueador y ampliaríamos el ego creativo, el que podría hacernos entender con los demás. Pero sospecho que es muy difícil y ya se encargan las ideologías reductoras y las religiones alienantes en impedir que el individuo se escuche a sí mismo. Y verse como parte de un cosmos de sapiens menos competitivo. En fin.
EliminarAllan Watts...tengo leído, y olvidado, algún libro suyo, creo que El camino del Tao, me lo has recordado. El juego dentro del no juego, fascinante metáfora, ser y no ser son parte del Tao, sin duda, hay que aceptarlo.
Si abandonaras tu propio reflejo aparecerías nuevamente tú. Pero tu otro tú. Mucho menos alienado y mucho más completo. Y los demás te seguirían. Y yo te convencería para que leyeras esto:
ResponderEliminar"Bajo los volcanes,
junto a los ventisqueros,
entre los grandes lagos,
el fragante, el silencioso,
el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies
en el follaje muerto,
crepitó una rama quebradiza,
los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura,
un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite suena como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el aroma salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo... El ciprés de las Guaitecas intercepta mi paso... Es un mundo vertical:
una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas...
Tropiezo
en una piedra, escarbo la cavidad descubierta, una inmensa araña de cabellera roja me mira con ojos fijos, inmóvil, grande como un cangrejo...
Un cárabo dorado me lanza sus emanaciones metálicas, mientras desaparece como un relámpago su radiante
arco iris... Al pasar cruzo un bosque de helechos mucho
más alto que mi persona: se me dejan caer en la cara
sesenta lágrimas desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí quedan por mucho tiempo temblando sus abanicos...
un tronco podrido: ¡qué tesoro!... Hongos negros y azules le han dado orejas, rojas plantas parásitas lo han colmado de rubíes, otras plantas perezosas le han prestado sus barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas podridas, como una emanación, como que al tronco muerto se le escapara el alma... El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre”.
“Quien no conoce el bosque chileno,
no conoce este planeta”.
Pablo Neruda
Me gustó Confieso que he vivido cuando lo leí hace años, pero siempre me resultó fascinante El canto general. Theodorakis puso acompañamiento musical que desbordaba la letra del poema.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=mMp5PF7jems
¿Dónde están tus comentaristas antiguos? ¿Por qué se van quedando en el camino? ¿Es la erosión la causa de que los autores abandonen repentinamente sus blogs? ¿Nuestras disparidades conflictivas son por algún motivo específico? Pequeño Fackel, te necesito DIECISIETE DÍAS MÁS. Solo eso (no te enfades durante ese tiempo conmigo)
ResponderEliminarJusto en el momento en que supe cómo eras físicamente coloqué un trozo de foto mía para colocarte en situación de igualdad y evitar el agravio comparativo.
Brutal. Brutal de todo punto: Confieso que he vivido.
Preguntas varias que no todas entiendo e incluso las que entiendo no sé responder; ya se sabe que a las preguntas por doquier respondemos con aproximaciones; lo de las disparidades conflictivas no lo entiendo; y la parte críptica, menos, claro que si no pues no sería críptica.
EliminarNeruda: habría que hablar mucho sobre él, o conocerlo mejor, y no me refiero a simples lecturas poéticas.
Excelente metáfora de las redes antisociales.
ResponderEliminarSaludos!
J.
Vivimos en un permanente estado de metáfora, tanto en unos ámbitos como en otros. Salvo el esfuerzo puro y duro por ganarnos el pan u otras situaciones aún más severas. Un abrazo.
EliminarSiempre es más grave la falta de sed...
ResponderEliminarAbsolutamente grave. Vivir sin sensaciones, y más las profundas, sería una manifestación de muerto.
EliminarQué sería de la vida sin deseo? Qué sería de la vida sin inquietud?
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas preguntas. Aunque varias religiones proponen combatir y reducir el deseo creo que sería una castración del individuo. Difícil imaginar qué sería de nosotros sin él: ¿sumisos y robots totales? Con el deseo hay que dialogar y echar pulsos. Salud y sentido.
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