AL llegar hasta el ara me ofreciste tu cuerpo senil. Alzaste la cabeza solicitando ser inmolado. Tus ojos en blanco contenían tanto cansancio. ¿Qué podía hacer yo? ¿Alzar la espada? ¿Por qué iba a sacrificarte? No hay ningún dios que pida la ofrenda de sangre de un viejo. No seré tu verdugo, te dije; si tanto deseas la privación de la vida déjate llevar hasta la consumación. Que sea el Tiempo, con su hoja afilada, quien decida.
(Fotografía de Boris Smelov)
Hermoso. Sin embargo, ahora sí piden sacrificios de ancianos. Estos nuevos dioses...
ResponderEliminarTienes razón. Idola tribu, que decía el dicho.
EliminarAL llegar hasta el ara me ofreciste tu cuerpo senil. Alzaste la cabeza solicitando ser inmolado. Tus ojos en blanco contenían tanto cansancio. ¿Qué podía hacer yo? ¿Alzar la espada? ¿Por qué iba a sacrificarte? No hay ningún dios que pida la ofrenda de sangre de un viejo. No seré tu verdugo, te dije; si tanto deseas la privación de la vida déjate llevar hasta la consumación. Que sea el Tiempo, con su hoja afilada, quien decida.
ResponderEliminarDe ese modo y tras imponerle mi mano en su postrada cabeza -con sincronicidad jungiana- se metamorfosearon y transmutaron nuestros cuerpos en un sueño intemporal. Y yo devine en él. Y él en ella. Y la Literatura fue hecha
Y yo que no me creo que in principio erat verbum...Tu añadido me suena bíblico pero hermoso.
EliminarA los que no respetan a la vejez les recomendaría la lectura de "Elogio a la vejez y a la memoria" de Hermann Hesse.
ResponderEliminarSéneca también escribió una hermosa carta titulada "Elogio de la ancianidad"
La dignidad y la sabiduría de los acianos han inspirado bellas obras a escritores y pensadores insignes. Por algo será...
Saludos cordiales, Fackel
Luis Antonio, se agradece la recomendación. Conocía la de Séneca, pero no la de Hesse, que me la apunto. Naturalmente que el saber anciano (más que por diablo) ha inspirado mucho y hecho reflexionar más. Vivir y saber vivir (y sobrevivir) potencian tanto el conocimiento...
EliminarCordialmente.
Tus poesías son, a decir poco, formidables. ¿Por qué no las publicas? Pecado mortal, caballero. Si es cuestión de dinero atracamos un banco y listo. En caso contrario, eres egoísta. Muy egoísta. Y maravilloso poeta. Y tienes mal genio. Y mucha sensibilidad. Y dominio grande sobre las letras. Y siempre las palabras precisas. Y, además, lo sabes. Entonces, ¿por qué?
ResponderEliminarMi Cumpleaños ha terminado. Ya no es ayer.
¿Amigos?
Las letras son tan efímeras siempre...Y además pertenecen al viento, no a los hombres.
EliminarY lo de su Cumpleaños, Anónimo, me ha dejado desconcertado.
Falso. En el instante mismo en que algo queda escrito deja de ser de tu exclusiva. propiedad.
Eliminar¿He hablado yo de propiedad personal? ¡Pero si todos somos siervos!
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