OLVIDADAS las canciones, borradas las confidencias de los descubrimientos, apagado el griterío desenfrenado de los juegos, desgastados los mimos, ignoradas del todo las caricias, los ojos se nos fueron achicando, las palabras que nos impulsaban otrora se adentraron confusas en territorios que no sabíamos reconocer, los músculos rezagaron nuestros saltos hasta lo inimaginable, mientras los monstruos maquinaban contra nosotros y el suelo se agrietaba en su fragilidad, y solo entonces, en un ejercicio último de salvación, supiste reconocer en la succión de aquellos dedos cómplices los antiguos sabores de la frutalidad generosa, guardados incólumes en un rincón del sueño, redivivos en un espacio secreto de tu reservada habitabilidad, silvestres y ácidos como el primer día que se te ofrecieron.
(Eric Kellerman, foto)
Bellísimo texto. Magnífico salvoconducto para evadirnos de esa senectud que viene pisándonos los talones... desgraciada!
ResponderEliminar=(
Un abrazo
=D
Quién sabe si no se trata de hacerla bella, en la medida que los límites nos permitan, siquiera soñando...
EliminarChau!
Un texto para pensar. Pero me dan miedo los sueños, porque siempre se sueña con quien no se duerme.
ResponderEliminarUn abrazo
Ah, ¡tocados! Salve.
EliminarLos monstruos siempre conspiran. Quizá por eso hay que hacer un intento de olvidar algunas cosas, para que no se las apropien.
ResponderEliminarBuena propuesta. Antes de que otros se apropien de lo nuestro nos lo tachamos en plan cabeza borradora. Creo que la propia condición biológica lo hará.
EliminarMucho talento hace falta para describir esta manera de reclinar la ternura sobre el delirio y el deseo. Efímeros y fugacísimos protagonistas de nosotros mismos, dirías tú. Pues no, caballero. Los escritores -los buenos escritores- sois eternos. Echa un pequeño vistazo hacia atrás en el tiempo y lo comprobarás al momento.
EliminarLa eternidad no es sino una oralidad repetida que inventa mitos, aventureros, salvadores y monstruos; muchos se alimentan aún de ella. Comen aire, supongo.
EliminarMachado diría que echar la vista atrás es...(mira, creo que paso al post siguiente)
Machado es uno de los que siguen escandalosamente vivos.
EliminarAsí es, e ignorado por los españoles, que no sé sé si lo merecen.
EliminarÉrase una vez un blog que se dejaba inspirar por Antonio Machado y otros faros patrios y proyectaba de ellos lo que cabía en su mejor intención:
ResponderEliminarhttp://machadoencollioure.blogspot.com.es/