Me había propuesto hablar cada vez menos de política, entre otras razones porque se me da mal. Pero hay temas que sin ser estrictamente políticos sí son de cultura general y de saber. Ya había oído hace tiempo que probablemente el primer sistema parlamentario reconocido en Europa se había dado en el Reino de León, allá en los oscuros (o no) tiempos del Medievo. Los Decreta de León de 1188 fueron reconocidos por la Unesco como el documento de carácter parlamentario más antiguo de Europa.
Reconocerlo no es hacer nacionalismo leonés ni castellano hoy, pero sí aceptar lo que hubo y fue, y con una entidad que ya quisieran los catalanistas que se inventan lo que no tuvieron propio, y lo digo por esa adjudicación gratuita del nacionalismo de arrogarse el Reino catalanoaragonés que, como tal, no lo hubo. Pero esto es colateral. Lo molesto e indignante, y supongo que entre leoneses, asturianos y castellanos tiene que ser hoy un choteo, es que el ínclito presidente de nuestro Estado elogie al sistema parlamentario inglés como el primero de Europa, ignorando lo que hubo en nuestros territorios.
El nivel político y el nivel cultural deben ir a la par en los personajes que mandan y también en los que hacen oposición. Pero se ve que el conocimiento de nuestra historia sigue siendo un déficit de peso no solo entre la ciudadanía sino entre los gobernantes. ¿Efectos? Como poco, el agravio innecesario. Más allá el ridículo. Y como grave, la ignorancia. Las altas instancias de España no se libran del bajo nivel de conocimientos y así nos va. Se traslada a la actuación política y luego que nadie se extrañe que hasta Portugal esté teniendo más reconocimientos en el panorama político internacional que España. Me limito a los hechos. No aporto un criterio político. Y me encuentro en las antípodas de cualquier reivindicación política nacionalista y trasnochada. Sencillamente me duele el desconocimiento sobre la historia de nuestro país. Y cómo hasta las derechas que cosechan votos en graneros tradicionales escupen con su ignorancia a sus propios votantes. El león rampante se pondrá de uñas si se entera.
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En fin...¿qué decir?
ResponderEliminarAsí estamos. El personaje se descalifica a sí mismo. Un país en el que triunfan los que medran pero no los capaces no estará jamás libre de sospecha.
EliminarEl como, siempre el como, el de comer también. Aunque prevalezca el engullir. Luego ocurre lo de siempre, "como" siempre. A nivel molecular, claro, invisible a nuestros sentidos, para variar!
ResponderEliminarAlgunos quieren pasar a la historia como esforzados y sacrificados. Deberían ser más modestos. Me harta que hablen en nombre del país y de los paisanos. Vidas ejemplares (a la contra, vamos)
EliminarIgnorancia fomentada con ganas y pasión por los responsables de diseñar nuestra educación, por los medios de comunicación simplificadores y también por la gente, a la que le importa un pimiento saber. Una pena todo.
ResponderEliminarLo has sintetizado de primera. Un mal secular que no se supera. Siempre me pregunto: ¿por qué determinados sectores ven siempre en el pasado un peligro? ¿O es que son incapaces de analizar el pasado? Ya no el inmediato que hemos vivido, sino el de hace siglos. Es obvio que se ha alimentado una mala enseñanza de la Historia, en los centros escolares y universitarios y ahora en las cadenas de televisión. Consecuencia: un desconocimiento abrumador. Si se preguntara por ahí, ¿cuántos españoles sabrían situar tiempos, monarquías y otras formas de gobierno, poderes institucionales varios, procesos de formaciones sociales y productivos, estilos de arte, etc.? Un ejemplo de lo más cruel es cómo ocho siglos, se dice pronto, de dominación árabe en España, en mayor y menor extensión e intensidad son desconocidos absolutamente. España (incluida Cataluña, eh, es de una ingratitud total con su pasado. Una ingratitud que pagamos muy cara en la práctica.
EliminarNo te aflijas, si lo comparas con el nivel cultural de los políticos de aquí, el ejemplo que te espanta allí ni siquiera daría para escribir tres líneas! se te gastaría todo el diccionario a fuerza de vergüenza por las contradicciones y las burradas que dicen los de acá a cada rato!
ResponderEliminarUn abrazo
Entonces me consolaré con el mal de muchos, aunque me consuele tan poco. Salud.
EliminarNi en el pasado, presente y futuro dan la talla, se ve que no les enseñaron a conjugar, sólo a mandar y encima mal.
ResponderEliminarEs tan lamentable. Pero si los súbditos no se enteran ni quieren enterarse, pues ya se sabe ¡viva la ignorancia! Gracias por comentar.
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