No sé si algunos pretenden que Cataluña deje de ser una de las comunidades más cultas y tolerantes de España pero a quienes la hemos admirado en su vertiente más creativa y abierta ciertos gestos nos preocupan. ¿Que algunas fechorías son hoy minoritarias y que no hay que exagerar? Se sabe cuándo empiezan a cometerse y nunca se sabe su deriva, como las guerras. El caso es que no puedo aceptar que un autor como Juan Marsé, que te pude gustar o no, pero que tiene un repertorio de novelas más o menos interesantes y con una literatura bastante medida, pueda ser puesto en el punto de mira de los bárbaros solo porque haya escrito siempre en castellano y porque no esté a favor de independencia política alguna, por lo que ha firmado un Manifiesto anti independentista aparecido estos días. Se empieza llenando de tachaduras e insultos -le llaman botifler y renegado entre otras lindezas- páginas de libros suyos de alguna biblioteca y se sigue...¿llevándolos a la pira, por ejemplo? Si lo primero ya es insensato lo segundo sería un crimen. Puede que sea una iniciativa alocada muy individual pero me preocupa que pueda haber más iniciativas de este tipo. Suelen ser las que más cunden al principio y que más adelante dan un salto en direcciones más agresivas, aparte de que el autor o autores de este tipo de ejecuciones librescas demuestran ser unos incívicos con sus propios medios públicos, y eso ya dice lo suyo. No, la estúpida irracionalidad de tachar y poner frases agresivas en un libro no dice mucho a favor de la causa identitaria.
Miren, soy una esponja y admito por las buenas todas las expresiones respetuosas y respetables. Pero que no me toquen un libro ni se metan injustamente con un autor, salvo para enjuiciar y opinar pacífica y críticamente sobre su obra. Uno no quisiera que este tipo de gestos de supuestos cachorros de cruzadas por la patria fueran representativos de aversión, odio e incultura. Ya ha habido excesiva Inquisición y Santo Oficio en este país, demasiados pistoleros, demasiadas dictaduras. Cataluña no se merece ser traicionada ni por la intolerancia ni por el analfabetismo. A los autores de Tirante el Blanco no les gustaría. Porque ¿quién es más renegado, el que escribe en la lengua que quiere y como le apetece o el que traiciona y persigue la cultura, que no es sino la libre expresión, cuya propiedad no es de nadie en particular pero es el espacio de todos?
Los violentos que empiezan a asomar en el procés, hoy de baja intensidad, deberían saber la estima que Miguel de Cervantes -este escritor de perspectiva vital inmensa es de mucho antes a 1714, señores, y nada sospechoso de especiales connivencias con fanatismos y gobiernos- sentía por la magna obra de caballería titulada Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell y Martí Joan de Galba, del siglo XV. Y miren, me apetece reproducir la opinión que tiene sobre ella Don Miguel por boca del cura cuando se dispone junto con la ama, la sobrina y el barbero a destruir la biblioteca de Don Quijote:
"—¡Válame Dios —dijo el cura, dando una gran voz—, que aquí está Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre, que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero. Dígoos verdad, señor compadre, que por su estilo es este el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros deste género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho."
(Don Quijote de la Mancha, Primera parte, capítulo VI, edición del Instituto Cervantes de 2004, a cargo de Francisco Rico)
¿Cómo encaja la verdad del pasado en las dudosas aventuras de caballería que algunos pretenden en estos días? Disfrutemos de la literatura, que es la vida misma, y dejémonos de zarandajas que nos van a hacer daño a todos. Pero este consejo de viejo no les gustará escuchar a muchos que se han metido en camisa de once varas.
(Los grabados pertenecen a la extraordinaria edición bibliófila del libro Tirant lo Blanc, cuatro volúmenes, ilustrado por Manuel Boix para Edicions de la Tercera Branca)
Una vez más El Roto: "Todas las banderas significan lo mismo: ¡peligro!"
ResponderEliminarEl fanatismo es una religión, en España es La Religión. Entiéndaseme. Hay un cordón umbilical con el pasado que configura las mentes. Me da igual que sean nacionalistas españoles que nacionalistas vascos o catalanes. Me siento ajeno y alejado, aunque si caen chozos de punta NOS LLOVERÁN A TODOS.
EliminarBellísima entrada.
ResponderEliminarMuy, muy bella.
Un abrazo
No sé qué decir. El enfrentamiento me repugna. La división me horroriza. Las intolerancias me reconcomen. Ahora me doy cuenta de los límites que tenían, tienen, los que apoyan el mito catalán. Una puñetera hipocresía. Del gobierno español ya sabía mucho, pero las cosas que oiga decir al Govern y a sus seguidores me parecen cínica, malintencionadas, falsas y peligrosas. Cuidado, cuidado, cuidado.
EliminarY aún falta un análisis riguroso y sosegado que desenmascare la larga y ávida mano oculta que está sembrando la cizaña de la discordia en espera de cosechar futuros dividendos. ¿Por qué será que ninguno de los gerifaltes enfrentados evitan hacer la más mínima mención de la misma?...
EliminarBuena consideración. Hay demasiados intereses detrás, los poderes fácticos tienen la palabra. La tradicional y catalanista La Caixa es hoy el segundo banco de España, por ejemplo. El enfrentamiento político no tiene más perspectiva que en términos electoralistas y de partidos. La economía y sus vínculos con Europa o el mundo no está dividida ni enfrentada. Lo malo es que de toda esta aventura donde se conjugan incapacidad del gobierno central con aventurerismo antidemocrático del secesionismo, dejando atónitos a una gran parte de la población a la que hay que culpar de no ser exigente con los políticos sale división ciudadana, posible encono entre comunidades del país y enfrentamientos para un futuro de convivencia complicada si no se encaran realidades y se no dialoga y se cambia, por parte de todos, lo que haya que cambiarse.
EliminarPor otra parte, Loam, me jode el victimismo secesionista, pero ya se sabe que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, según el dicho. Asco y vergüenza de un sector catalán al que tenía hasta ahora por más cuerdo. Pero ya se ve que no.
Mea culpa: errata. Quise decir "¿Por qué será que ninguno de los gerifaltes enfrentados HACEN la más mínima mención de la misma?..."
EliminarPues fíjate, en esta práctica de leer intenciones más que a la letra, te había entendido como lo dices ahora. Esto de estar en la onda de muchos temas...No hay problema.
EliminarCuidado, cuidado, Tienes razón.
ResponderEliminarun abrazo
Deberíamos haber tenido cuidado todos desde hace tiempo. En el sentido de cuidar todo aquello que nos une o debería unir para la convivencia. La dinámica de estos días es peligrosa y casi no acabamos de creérnosla nadie. Y cuando se desciende a la presión, a la agresión verbal, a la exhibición obscena del victimismo como si fuera una razón política o de ideas cabe esperarse cualquier cosa. Perseguir a un autor de algún modo aunque sea a escala menor es sintomático de la senda que ha tomado el fanatismo y por lo tanto el odio.
EliminarGracia, Noite, por aparecer por aquí después de tanto tiempo.
Ya se me han borrado 5 comentarios incendiarios ....en otro momento...debo andar muy torpe. O mejor, en cuanto el tiempo "me preste" escribiré un cuentecillo irónico y cruel. Ahora he de desempaquetar.
ResponderEliminarA comentario borrado, comentario engendrado. Suele pasar que cuando se nos frustran unos comentarios, los siguiente so nuevos son más fructíferos y certeros. Ánimo.
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