¿Y por qué me parece a mí que lo que escribe Jean es una parábola muy actual? ¿Que no es una casilla ajena ni casual donde ha caído el dado de cada jugador? ¿Que ciertos sones seductores van a volverse contra quienes han sido seducidos y también contra los que nos sentimos engañados? ¿Que el vuelo de un ave doméstica no puede ser de largo trayecto? ¿Acaso que se eleven en su orgullosa y aparente majestuosidad quiere decir que se remonten más allá de un vuelo rasante próximo al suelo? Tanto ruido al batir las alas ¿no implica un viaje imprudente y egoísta? ¿Es que una vuelta al paraíso soñado no es sino un señuelo porque tal edén no existe? ¿Y que la aventura juguetona disfrazada de épica no va a traer nada bueno ni para las osadas aves ni para el gallinero? ¿Por qué los ciegos siguen a otros ciegos?
*Algunas preguntas de un pensionista y no solo ante un libro, Bertolt.
El cacareo del gallinero como metáfora. Ni siquiera ocas...
ResponderEliminarEn el que estamos ciegos.
EliminarHacernos tantas preguntas, algunas veces, no nos permite avanzar en la búsqueda de las respuestas. Una a una, y no todas juntas.
ResponderEliminarDespués reordenaremos el mundo a nuestra manera.
Saludos,
J.
Y gracias que podemos hacerlas, aunque no hallemos respuestas convincentes o solo parciales. Hay tanta curiosidad como duda en la enunciación de las preguntas. Reordenar el mundo, dices, huy qué difícil, me conformo con rebajar el desasosiego.
EliminarHan puesto el desasosiego en un listón muy alto.
ResponderEliminarNo se como lo bajarán.
Salut
Me parece todo tan surrealista. Prefiero tomar aire para soportar tiempos peores que vendrán si las cosas siguen así.
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