"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 13 de julio de 2016

Juan Peña, El Lebrijano





Qué invocación. Qué himno. Qué propuesta. Qué aspiración.

Tuyas son las aguas de los mares, las tormentas, la tierra misma, el aire, y ya te ves al fin pájaro de las marismas.

Gracias, Lebrijano.



6 comentarios:

  1. Estraordinarias letras, muy ilusionadas, sin embargo, no puedo dejar de pensar en el notario y en la forma de escriturar tanta ilusión.
    Salud
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que El Lebrijano acabó de pagar la hipoteca de esto llamado vida y las propias palabras de uno de sus cantares más sentidos y hondos escrituran de algún modo su propiedad personal e intransferible. El notario fue también él, aunque a alguno que lea esto piense en una entelequia que puedes imaginar.

      Salud, hermano.

      Eliminar
  2. Grande, muy grande.
    Un abrazo, fackel.

    ResponderEliminar
  3. "Estoy en mi calabozo,
    lleno de cavilaciones,
    ya me suben, ya me bajan,
    ya toman declaraciones".

    El Lebrijano, por bulerías.
    http://amaigabe.blogspot.com.es/2015/08/los-presidiarios-el-lebrijano-pedro.html

    Que la tierra le sea leve y su canto largo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En nuestro tiempo hay rejas de mayor contundencia opresora que el hierro. Y que forjamos cada uno para el autocontrol social. Miremos en derredor. Y dentro de nosotros.

      Que las aguas le trasladen al infinito.

      Eliminar