Es de agradecer que estas jóvenes seguidoras de una religión monoteísta salgan a la palestra con tal mensaje. Y que ayer en Roma, Génova y Milán los musulmanes se hayan manifestado bajo la misma consigna. ¿Han tomado una iniciativa decidida frente a los más violentos? Y a su vez, ¿estarán valorando la procedencia de tanta agresividad fanática? ¿Ahondarán en las raíces de los pensamientos que se reclaman de la verdad y lo absoluto y que alimentan las ideas cerradas y fanáticas? ¿Reconsiderarán las aspiraciones al dominio y la conquista que hay en el seno de las doctrinas, con todas sus consecuencias, medios y fines? ¿O se trata de una pose, no digo que no sincera, para la coexistencia pacífica? Mira que el poeta Omar Jayyam, materialista y dudosamente religioso, hace casi diez siglos ya cantó:
"¿Hasta cuándo mezquitas, ritos, templos del fuego?
¿Hasta cuándo hablarán de infierno y paraíso?
Mira que en su tablilla el dueño del destino
escribió en un principio cuanto habría de ser"
Nunca en el nombre de fantasía u objetivo alguno debería cundir la maldad y el crimen. Ni en el nombre de ningún dios ni en el nombre de ninguna excelsa idea ni en el nombre del dinero y el productivismo desenfrenado. Pero ya vemos que los hechos anulan lo potencial haciéndonos infelices.
(Fotografía tomada de Il Manifesto)
Recomiendo la lectura de:
ResponderEliminarhttp://www.ultimocero.com/blog/nadar-entre-las-sombras/el-hedor-la-violencia
"No" a la violencia, "no" al fanatismo, "no"a la intolerancia...
ResponderEliminarNo a todo lo que hay detrás: tan abyecto, tan tan vil, tan despreciable.
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