Dos hombres pasan a mi lado hablando. Uno de ellos exclama, más que dice, con voz ligeramente enronquecida y enfática: "Para que uno se dé cuenta de lo perra y lo mala que es la vida". He llegado justo a un corolario. Pienso primero en la expresión en sí misma, que no por ser bastante usual carece de gravedad. Sólo a continuación me intriga el suceso que ha suscitado el comentario. Como éste no puedo llegar a conocer, otorgo calidad únicamente a la sentencia. Pero la aparente contundencia de ella y la seriedad con que se expresan los hombres en su confidencia ¿bastan para que conceda verdad a un hecho que para mí permanecerá ignorado? Y continuo mi paseo dando vueltas a la máxima, sin dedicar mayor tiempo a concebir situaciones de engaño, traición o insidia que han podido provocarla.
(Fotografía de Duane Michals)
Si el que lo asevera lo afirma con contundencia y el que lo recepta lo acepta, se le puede otorgar carta de credibilidad..La vida es perra.
ResponderEliminarSalut
Amplia y extensa lo es, sí. Salut.
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