No se lo voy a decir, pero lo pienso. Las palabras de esta mujer son dardos. Sus prudentes silencios, trampas. ¿Lo serán también sus sentimientos? Me propone que le entregue mis deseos. Yo le ofrezco un intercambio. Al acercarnos el uno al otro es como si nos miráramos en un espejo. Ya sea para descubrir los planetas o para procurar los cultivos de la tierra. Ya se trate de las gestas de nuestros antepasados o de las cuitas de este tiempo. Ya se brinden las travesuras del lenguaje o se atraviesen las miradas de la seducción. Los días son largos para el dolor, pero qué cortos resultan cuando se nos concede el placer.
(Fotografía de Mona Kuhn)
La imagen inquietante y hermosa. El texto elegíaco y quejoso de que la cronología prolongue la grisura y cambie el paso al deseo. Siempre una propuesta de interés tu escritura, querido amigo.
ResponderEliminarQué difícil es cambiar el paso. ¿Adecuarlo? ¿El paso se adecua a las necesidades naturales o a un orden que se nos impone con la edad? Gracias por tu estímulo, José Luis.
EliminarDe acuerdo con Jose Luis. La imagen del espejo resulta muy ingeniosa.
ResponderEliminarSí, esta fotógrafa me encantó siempre, al mirar logra incluirnos en sus ámbitos.
EliminarY los días dolientes que pasan también quedan inscritos en nuestro cuaderno de viaje, son días que también cuentan.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Naturalmente, y mucho. Pero no nos resultan atrayentes ni casi para su miscelánea. Salud.
EliminarA mi el temps em passa més ràpid com més gran em faig, deu ser que sóc més feliç!
ResponderEliminarCrec que aquesta comprovació la tenim tots, però és molt arriscat concloure que és efecte de la felicitat ... un té la sensació que el pas veloç del temps és sempre fugida, més bé.
EliminarPer això el plaer cal degustar-lo a petites dosis, el que Rilke en diu 'les felicitats menudes', petites, les que podem trobar cada dia.
ResponderEliminarCert, cert. I potser no buscar-les en projectes utòpics no, ja que si alguna cosa porta l'edat és la desconfiança en els mercaders que apareixen en el viatge íntim.
EliminarLo siento, estoy muy desconfiado últimamente de los cantos de sirenas. Me quedo con los íntimos y soñadores.
Adueñarnos del tiempo para ahuecarlo o reducirlo a un breve suspiro, tan ligado está a nuestros sentidos y emociones que nadie en su sano juicio puede afirmar que el tiempo es una dimensión en nuestro mundo físico. Algún alquimista consiguió doblegarlo a su voluntad. Los amantes especulares deberían saberlo.
ResponderEliminarMuy interesante lo que dices. La metáfora de los amantes especulares es muy atractiva. Algunos individuos se convierten también en amantes especulares de su propio ego.
Eliminar