Tu discípula Cleis no me quita ojo desde que hicimos aquella excursión al templo de Afrodita. Ayer fue más allá y se insinuó con gran alborozo por parte de otras alumnas. Ya le he dicho que lo mío no son las especialidades. Que no domino la lira, que apenas me manejo con el aulós, ni debato de filosofía con suficiente conocimiento de causa, ni paso de ser un seguidor encandilado con la comedia, ni logro avanzar en los esbozos de pintura que los alfareros plasman en sus cráteras. Ni siquiera mi fortaleza física me permite participar en los juegos. Si algo me pone contento es escribir algunos cantos modestos que la observación de la naturaleza me pide por instinto. Pero ella, dulce Safo, insiste en que poseo más de lo que aparento. Tampoco quiero insistir en mis aclaraciones pues por el hecho de intentarlo ya estaría proporcionándole excusa para que continúe su acoso. Intenta, amiga, hablar con ella para que me deje en paz. Soy de pocas palabras y la oratoria, escasamente convincente, no sabe salir con fluidez de mis labios.
(Imagen: Lawrence Alma-Tadema)
El acoso no sólo es físico.
ResponderEliminarLo hay fáctico, ilógico, virtual, lejano y alguno que es acoso de no acosar.
En Metafísica el no ser-(estar) también es acoso.
A mi me acosan los recuerdos, porque es memoria que no volverá.
No volverán ni los 20 años, ni la de trenzas, ni las barracas (buenas o malas), ni el estado de enajenación de las primeras minifaldas.
Ni la de cabellos rubios rubios en la hamaca del barrio..
Acoso...acoso...¿ ¿cuántos tipos de acoso hay ?...
Salut
En este caso, Miquel, el acoso de Cleis no hay que interpretarlo al estilo de lo que desgraciadamente hoy acontece tanto en nuestro entorno (no te cuento en El Cairo, Bombay o Mexico DF) Es una persistencia más natural, digamos. Es cierto que acoso tiene connotaciones variadas. El acoso de los recuerdos ¿no es sino una fijación más o menos obsesiva propiciada por las cuentas pendientes o lo que no hemos realizado? Por ejemplo. No volverán aquellos tiempos (en otros sentido mejor que no) ni tantas personas...¿Sabes? Me gustaría ver a amiguitos y amiguitas de mi infancia o tierna adolescencia, a ver cómo siguen.
EliminarPor lo demás, dejemos la lista de acosos para otro rato, a veces solo nos acosan los fantasmas, nuestras vaguedades o nostalgias.
Salut.
No sabes cómo estoy disfrutando con tus "Post scriptum" y Safo como telón de fondo, o sin telón...
ResponderEliminarSaludos
Huy, pues me alegra saberlo, porque no deja ser una caprichada mía donde Safo es más Safo y acaso de otra manera a cómo nos lo han contado. Era una gran intelectual que diríamos hoy día y su sensibilidad queda fuera de toda duda. No entremos ahora en su posición de clase y etcétera, pero lo cortés no tendría por qué quitar lo valiente. A cada cual en su tiempo y circunstancia. Un abrazo.
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