"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 20 de agosto de 2014

Parada














Te miras en el espejo un rato más de lo habitual. Ha llovido tanto desde entonces, reflexionas. Y sin embargo, te reconoces en lo esencial. Agradecido, sonríes lentamente. Agradecido, el espejo te devuelve la sonrisa. Con un rictus más irónico e incluso risueño, que tú agradeces.



12 comentarios:

  1. Creo que nunca llegaré a conocerme a fondo. Tengo salidas de las que después me arrepiento, y hago cosas de las que no tenía ni idea hubiera podido hacer cuando era un crío.Todo me intriga y a la vez todo me va importando menos.
    Si tuviera que juzgarme sería implacable, y sin embargo, no me da la gana sentarme en el banquillo.
    El espejo es el único aparato que convierte los monólogos en diálogos...pero a mi no me contesta.
    Salut

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    1. Estamos siempre en marcha, nosotros podemos ser nuestro mejor amigo o el más odioso; ¿el espejo? un mero testigo, a veces cómplice, con frecuencia un interlocutor.

      Salut.

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  2. Clarísimo. La vida reclama su parcela de felicidad. Enhorabuena.

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  3. Detrás está nuestra esencia, eso no cambia aunque hayan llovido tormentas, y la esencia siempre es risueña. Feliz día

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    1. Si bien a veces desconocida, o conocida a medias. Tal vez por eso mismo hay que seguir escuchándola desde lo más recóndito, ¿no? Gracias, Fedora.

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  4. Cada minúscula parada ante el espejo nos refleja lo ‘fonda’ que puede llegar a ser la existencia… y lo caprichosos que pueden llegar a ser los genes humanos, ¿no?

    Salut.-

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    1. Absolutamente de acuerdo. Por mucho que ajustemos nuestras agendas seguimos estando a merced de lo imprevisto, ignoto o simplemente caprichoso. Salut siempre.

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  5. aunque se niegue, siempre hay una razón para sonreír frente al espejo,
    algunas veces. socarronamente
    saludos

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    1. El mero hecho de mirarnos es ya un guiño irónico, aunque tengamos un mal día. Pero hay que seguir celebrando los días del vivir, ¿no te parece?

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  6. Esa parada ante el espejo tal vez sea la única posibilidad que tenemos de intentar desentrañar el misterio del paso del tiempo por nosotros pero a la vez de celebrar frente a él el hecho (para algunos hasta milagroso) de que a pesar de todo, seguimos vivos.

    Saludos.

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    1. Mucha gente suele decir cuando cumple años: ah, ay, un año más...Pero, ¿por qué no enfocarlo de manera opuesta? ¡Qué maravilla poder constatar que uno ha llegado a X años! No, no utilicemos el espejo de excusa, incluso podemos engañarle, que no es engañarle, vaya. Ponemos la sonrisa opuesta al estado de ánimo, ¿y qué? El vidrio es inmóvil; nosotros no.

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