"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
martes, 3 de junio de 2014
Imaginario, 71.
Al templo se le habían venido abajo las bóvedas, los muros estaban parcialmente derruidos y las puertas se hallaban desvencijadas. Y sin embargo el recinto permanecía a oscuras.
Un templo sin luz interior no es un templo.
ResponderEliminarSagaz conclusión.
EliminarNo es en los templos donde se suele ver más luz.
ResponderEliminarNi siquiera en los derruidos.
Saludos.
Das en la diana. La luz verdadera no acompaña necesariamente a lo que los hombres erigen y nombran como sublime y sagrado.
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